Las fuertes inundaciones en el estado de Bahía ya costaron la vida de al menos 20 personas y dejaron a 72 ciudades en 37 municipios bajo agua, en medio de reclamos del opositor Partido de los Trabajadores (PT), liderado por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, contra el gobierno de Jair Bolsonaro.
Rui Costa, gobernador de Bahía e integrante del PT, sobrevoló el domingo algunas de las zonas más afectadas, como Itabuna, Ilhéus e Itajuípe, y lamentó la “tragedia gigantesca” ocurrida en el estado. “No recuerdo en la historia reciente de Bahía que haya pasado algo de estas proporciones. Es realmente aterrador el número de casas, calles y localidades que están bajo el agua”, afirmó en una rueda de prensa recogida por Folha de São Paulo.
Son cerca de 20.000 las personas asistidas a causa de las fuertes tormentas, inundaciones y corrimientos de tierra en el área, 16.000 de ellas desplazadas de sus hogares, según contabilizó la Superintendencia de Protección y Defensa Civil de Bahía. Las fuertes lluvias, que provocaron el cierre de carreteras y que varias localidades quedaran sin luz, empezaron a inicios de noviembre y se fueron intensificando al llegar al final del año. Hace diez días ya se habían producido intensas lluvias, pero la peor parte llegó entre el jueves 23 y el sábado 25 de diciembre.
Una de estas situaciones se produjo el domingo, cuando se derrumbaron dos represas, una en Itambé y otra en la frontera entre Anagé y Vitória da Conquista, obligando al personal estatal a reaccionar rápido para evacuar a los vecinos de estas zonas. En Itambé se registraron 14 horas ininterrumpidas de lluvia entre el viernes y el sábado.
El gobierno estadual puso en marcha un operativo de ayuda humanitaria que implica, además del rescate de las personas afectadas por las inundaciones, repartir alimentos, colchones y ropa. Estados cercanos como Minas Gerais, Espírito Santo, San Pablo, Rio Grande do Norte, Maranhão, Paraíba y Sergipe enviaron personal de Bomberos para colaborar en los operativos de rescate y asistencia, coordinados por la Policía Militar de Bahía y la Policía Rodoviaria Federal.
Bahía es un estado donde el PT tiene una enorme fuerza. En este sentido, sus líderes principales, como Lula y la presidenta del partido, Gleisi Hoffmann, levantaron la voz para reclamar ayuda para las víctimas de las inundaciones y criticar la postura de Bolsonaro en torno al tema.
Hoffmann usó su cuenta de Twitter para respaldar al gobernador Rui Costa y apuntar contra el presidente brasileño: “Solidaridad con el pueblo de Bahía que sufre las inundaciones. El gobernador Rui Costa está trabajando duro para aliviar el sufrimiento de las personas, mientras que la postura de Bolsonaro es vergonzosa. Sigue disfrutando de sus vacaciones, como si no viviéramos una tragedia en Brasil. Este hombre es un inútil”, manifestó Hoffmann.
Lula, mientras tanto, también usó su cuenta de Twitter para referirse al tema y planteó que “es importante y urgente que las Fuerzas Armadas, con su estructura para hacer frente a las calamidades, actúen en apoyo de los damnificados por las inundaciones. Sin ningún tipo de veto político, más bien para ayudar al pueblo de Bahía”.
El presidente brasileño, en tanto, se limitó a publicar un tuit en la mañana del lunes en el que indica que “todos los medios del gobierno continúan en la región para despejar carreteras, distribuir alimentos, rescatar, anticipar el Fondo de Garantía, etcétera”, y que hay personal de los ministerios de Ciudadanía y de Desarrollo Regional en la zona. Luego de eso, se dedicó a criticar a Geraldo Alckmin, posible compañero de fórmula de Lula en las elecciones que se realizarán en octubre.
Según informó O Globo, el equipo del mandatario confirmó que no tiene previsto viajar a las zonas afectadas por las lluvias y que en su lugar viajó este lunes a las costas de Santa Catarina para pasar el Año Nuevo en el campamento de verano que está instalado en el fuerte Marechal Luz.
Quien sí viajó a Bahía el lunes fue el vicepresidente, Hamilton Mourão, pero para recibir el 2022 en la base naval de Aratu, ubicada en Salvador de Bahía, la capital estadual, una zona que no se vio afectada por las inundaciones.