El Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) anunció días atrás que recibió solicitudes de tres organizaciones civiles para impulsar un referéndum que revoque el mandato del presidente Nicolás Maduro, una posibilidad que está contemplada en la Constitución.
La iniciativa no generó consenso en la oposición. Una muestra de esto es el comunicado que emitió la organización Venezolanos Perseguidos Políticos en Exilio (Veppex), en el que dijo que el referéndum implica legitimar el mandato del presidente Maduro, algo a lo que se niega. “No se puede revocar lo que no tiene ningún tipo de legalidad y es un planteamiento completamente absurdo”, manifestó el texto, firmado desde Miami por el presidente de Veppex, José Antonio Colina.
Sin embargo, la iniciativa siguió adelante, y el lunes el CNE informó que aprobó las solicitudes presentadas por el Movimiento Venezolano por el Revocatorio, Todos Unidos por el Referendo Revocatorio y el Comité Ejecutivo Nacional de Confedejunta.
Pero según anunció el CNE, deberán juntarse 4,2 millones de firmas, 20% del padrón en cada departamento, en sólo 12 horas. Se recolectarán las adhesiones el miércoles, de 6.00 a 18.00, en 1.200 centros del país.
“Es una gran bufonada”, dijo Nicmer Evans, uno de los promotores del referéndum. Otro de ellos, César Pérez Vivas, dijo que con estas condiciones “para poder llegar a los 4,2 millones tendrían que atender a cinco personas por minuto y eso es físicamente imposible”.
“No se va a poder celebrar el referéndum con esta confiscación de derechos”, dijo Pérez Vivas, según citó la agencia Efe. El opositor consideró que esto es “una demostración de que el señor Nicolás Maduro no quiere contarse [el número de apoyos]” y “utiliza los poderes públicos para crear una especie de muralla que le evite someterse a la consideración de los ciudadanos venezolanos”.