La primera ministra británica, Liz Truss, selló este lunes su marcha atrás en su plan económico. Su ministro de Economía, Jeremy Hunt, designado el viernes, anunció que queda anulada la rebaja del impuesto a la renta de 20% a 19% que regiría para la franja básica a partir de abril. También informó de la restricción de las ayudas para limitar el precio de la factura de energía para empresas y hogares, que regirían por dos años. Otras medidas adoptadas por Truss al asumir, hace 40 días, quedaron sin efecto el viernes, cuando cambió a su anterior ministro de Economía, Kwasi Kwarteng, por Hunt.
Al anunciar la salida de Kwarteng, Truss también dio a conocer que revertiría su decisión de congelar el impuesto a las sociedades, que subirá de 19% a 25%, tal como había dispuesto del gobierno de Boris Johnson. También anuló una rebaja del impuesto a la renta para la franja más alta, de 45% a 40%.
Las políticas sobre las que retrocedió Truss fueron adoptadas el 23 de setiembre y presentadas como parte de un “plan de crecimiento”. Ese plan no especificaba cómo reduciría la deuda, al tiempo que hacía una fuerte rebaja de impuestos. Hunt dejó casi totalmente sin efecto esas medidas y anunció cambios por 32.000 millones de libras, lo que pretende “garantizar la estabilidad financiera y dar confianza en el compromiso del gobierno con la disciplina fiscal”.
El anuncio de Truss tuvo el lunes como efecto la suba de la libra y la baja de los intereses de la deuda pública británica, resultados favorables para el gobierno británico en un contexto de alta inflación y crecientes tipos de interés.
“Los británicos quieren, con razón, estabilidad, que es por lo que estamos abordando los graves desafíos que afrontamos en unas condiciones económicas deterioradas”, escribió Truss en Twitter. Argumentó que su gobierno actuó para “trazar un nuevo rumbo para el crecimiento que apoye y dé resultados a la gente en todo Reino Unido”.
Por su parte, Hunt anunció que presentará el 31 de octubre su plan completo para reducción de deuda, así como previsiones de crecimiento y déficit. Otro anuncio del ministro apunta a la conformación de un consejo financiero formado por expertos para asesorar al gobierno conservador. Estará constituido por Rupert Harrison, exjefe de gabinete del exministro de Economía George Osborne, junto con representantes del sector económico y financiero.
El ministro reconoció ante los diputados británicos que fue una decisión “muy difícil” la de anular la mayor parte de las rebajas de impuestos planeadas por Truss y admitió que se harán recortes de gasto para equilibrar las finanzas públicas. Por su parte, la portavoz laborista en materia de Economía, Rachel Reeves, acusó al gobierno de querer volver a la austeridad que marcó la década anterior.
Los diputados del Partido Conservador, liderado por Truss, están divididos sobre si mantener su apoyo a la dirigente o reemplazarla con otro candidato con mejores posibilidades de llegar a las elecciones de 2024, sin comicios anticipados, informó la agencia Efe. La oposición laborista y liberaldemócrata ya pidió la salida de Truss.