Desde el lunes, cientos de militantes mantienen una vigilia en la casa de la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández, en el barrio Recoleta. Ese día, el fiscal Diego Luciani pidió una condena a 12 años de prisión e inhabilitación permanente para ejercer cargos públicos para la exmandataria, a quien acusa de haber liderado una red de corrupción en la adjudicación de obras públicas.
“La vigilia se mantiene y continuará no sabemos hasta cuándo. Vamos a seguir bancando y respaldando con todas nuestras fuerzas a la vicepresidenta ante el acoso y la persecución judicial por la que atraviesa”, dijo a la agencia estatal Télam Nahuel Beibe, secretario general de la Corriente Nacional Martín Fierro.
Del mismo modo, el Partido Justicialista (PJ) se declaró en estado de alerta y movilización. El jueves de noche, una multitud se concentró frente a la sede del PJ porteño y marchó desde allí hasta la casa de Fernández. Para hoy está previsto que se instale frente a su domicilio una feria de la economía popular.
Fernández recibió también esta semana el apoyo de los presidentes de Bolivia, Luis Arce, México, Andrés Manuel López Obrador, y Colombia, Gustavo Petro, que firmaron una carta junto al mandatario argentino, Alberto Fernández, en la que manifiestan su “absoluto rechazo” a la “injustificable persecución judicial que viene sufriendo”.
“Condenamos rotundamente las estrategias de persecución judicial para eliminar a los contrincantes políticos”, agregan en el comunicado, que fue compartido en Twitter también por el presidente peruano, Pedro Castillo. Según afirman los firmantes, esta “persecución tiene como objetivo apartar a Cristina Fernández de Kirchner de la vida pública, política y electoral, así como sepultar los valores e ideales que representa, con el objetivo final de implantar un modelo neoliberal”.
El viernes el senador conservador estadounidense Ted Cruz pidió en Twitter sanciones para la vicepresidenta argentina y recibió el apoyo del diputado brasileño Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. “Uno más ignorante que el otro”, tuiteó el canciller argentino, Santiago Cafiero. “Pero hay algo que dejan en relieve: la persecución judicial a Cristina Fernández de Kirchner está impulsada por intereses ideológicos que nacen fuera de la Argentina. Cuidemos nuestra democracia”, agregó.