Un buque mercante cargado con 26.000 toneladas de maíz fue el primer barco en salir de Ucrania con cereales de ese país luego del acuerdo firmado el 22 de julio entre Moscú y Kiev. Lo convenido ese día, con la mediación del gobierno turco y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), busca destrabar la salida de miles de toneladas de alimentos que se han mantenido bloqueados desde el 24 de febrero, cuando Rusia lanzó la invasión a Ucrania.
El barco que salió este lunes, llamado Razoni, navega con bandera de Sierra Leona y partió del puerto de Odesa hacia las costas de Estambul, en Turquía, donde, según el acuerdo, será inspeccionado antes de seguir viaje hacia la ciudad libanesa de Trípoli, informó la agencia de noticias Efe. En Estambul se instaló un centro de coordinación que deberá hacer un seguimiento a los barcos que salen de Ucrania y también a los que llegan al país, para evitar, entre otras cosas, el traslado de armas, según se estableció en el acuerdo.
También se convino que Ucrania debía retirar del trayecto de los barcos las minas que colocó para proteger sus puertos de las incursiones rusas durante la guerra. Otro punto del acuerdo es el compromiso de ese país y de Rusia de no atacar a los buques que salieran de los tres puertos comprendidos: Odesa, Chornomorsk y Pivdenny.
El ministro de Infraestructura de Ucrania, Oleksander Kubrakov, informó que el Razoni “viajará a través de un corredor cuya seguridad ha sido confirmada por los socios garantes: la ONU y Turquía”. Según informó Europa Press, Kubrakov recordó que “Ucrania es el cuarto mayor exportador de grano del mundo, por lo que la posibilidad de exportarlo a través de los puertos es un éxito colosal para garantizar la seguridad alimentaria mundial”.
“El barco estará anclado frente a la costa de Estambul alrededor de las 15.00 para una inspección conjunta”, dijo a su vez el ministro de Defensa de Turquía, Hulusi Akar, a la agencia Anadolu. Allí será inspeccionado este martes.
Todas las partes involucradas celebraron que volvieran a salir de Ucrania las toneladas de cereales que están detenidas allí desde el comienzo de la guerra. El portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, dijo el lunes que “es algo positivo” la salida del Razoni, y que es una “buena oportunidad para poner a prueba los mecanismos” establecidos en el convenio firmado en julio. “Esperamos que todas las partes cumplan con los acuerdos y que el mecanismo funcione de una forma efectiva”, agregó.
A su vez, el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, dijo que la salida del barco “es un alivio, especialmente para nuestros amigos de Medio Oriente, Asia y África”, que importan cereales ucranianos. Varios países de esas regiones dependen de esos cereales y han sido afectados por su escasez. También la ONU celebró en un comunicado la puesta en marcha de lo acordado en julio y destacó que “garantizar que cereales y alimentos disponibles puedan llegar a los mercados globales es un imperativo humanitario”.
El lunes el secretario general de la ONU, el portugués António Guterres, anunció que el Programa Mundial de Alimentos va a fletar un barco para trasladar 30.000 toneladas de trigo que planea comprar para atender la crisis alimentaria que atraviesan varios países.
Guterres dijo también que el acuerdo que se comienza a implementar con la salida del Razoni fue un “enorme logro colectivo” de las partes involucradas y consideró que brinda una “esperanza para millones de personas alrededor del mundo que dependen de un buen funcionamiento de los puertos ucranianos para alimentar a sus familias”.
Por su parte, el secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, dio en Twitter “la bienvenida al primer envío de gas ucraniano desde Odesa en virtud del acuerdo negociado por la ONU”, y agradeció a Turquía su “papel fundamental” para llegar a este punto.
“Los aliados de la OTAN apoyan firmemente la plena aplicación del acuerdo para aliviar la crisis alimentaria mundial causada por la guerra de Rusia en Ucrania”, agregó Stoltenberg.
Según informó Europa Press, el comienzo de la puesta en marcha del convenio encontró dificultades porque se registraron varios ataques contra el puerto de Odesa -al punto que Ucrania acusó a Rusia de no respetar el acuerdo- y por el tiempo que toman las tareas de desminado de los puertos.
El lunes varios otros cargueros estaban preparados para zarpar en el marco de este acuerdo, que estará vigente por 120 días y se renovará de manera automática en caso de que las partes no se opongan.