La abogada iraní Nasrín Sotoudeh fue detenida el domingo en el cementerio Behesht Zahra, ubicado en el sur de Teherán, cuando estaba participando en el funeral de Armita Geravand, una joven de 16 años que falleció después de un confuso episodio ocurrido a comienzos de octubre con la Policía de la moral iraní en el metro de la capital del país.
Geravand pasó un mes en coma antes de que el sábado se confirmara su fallecimiento. Sotoudeh, que es ampliamente conocida tanto en Irán como en el exterior por defender los derechos humanos de los activistas, las mujeres y los presos políticos en su país, había criticado al gobierno por “otro asesinato estatal”, refiriéndose a la muerte de Geravand.
La agencia de noticias Fars, que está vinculada con las fuerzas de seguridad iraníes, dijo que la abogada fue detenida por no llevar el velo islámico, el hiyab, y por “perturbar la seguridad mental de la sociedad”.
Su marido, Reza Jordan, habló con France Press y dijo que “Nasrín le confirmó durante una llamada que fue duramente golpeada al momento de ser arrestada”.
No es la primera vez que Sotoudeh es detenida por las autoridades iraníes. En 2019 fue arrestada bajo los cargos de colusión y propaganda en contra del régimen iraní. En ese momento fue condenada a 38 años de prisión y 148 latigazos, pero fue liberada un año más tarde, después de sufrir problemas de salud, incluyendo problemas cardíacos provocados por una extensa huelga de hambre.
Periodistas que hablaron con agencias internacionales bajo condición de anonimato afirmaron también que las fuerzas de seguridad atacaron, golpearon y detuvieron a otras personas que se habían reunido en el cementerio para despedir a Geravand.
Una periodista afirmó que efectivos policiales “golpearon a dolientes que llevaban carteles de protesta, porque no podían acercarse al lugar del funeral”. Otros periodistas informaron que en el cementerio había policías vestidos de civil que se mezclaron con los asistentes antes de golpear y detener a algunos.
Todavía no está claro lo que pasó exactamente el 1º de octubre, cuando Geravand, que no llevaba el velo que las mujeres iraníes deben usar de manera obligatoria cuando están en la vía pública, cayó inconsciente en una estación del metro de Teherán.
El grupo de derechos humanos noruego Hengaw acusó a la Policía iraní de infligirle a Geravand “una agresión física grave” por “lo que percibió como incumplimiento del ‘hiyab’ obligatorio”. Otros activistas, que sospechan que los efectivos policiales empujaron y agredieron a Geravand por no usar el hiyab y exigieron que la misión de investigación de las Naciones Unidas sobre Irán, actúe en el caso, informó Associated Press.
Los padres de Geravand dieron entrevistas después de que ella fuera hospitalizada. Su madre describió el incidente como “un accidente” en un video publicado por la agencia de noticias estatal Irna y agregó: “Creo que a mi hija le bajó la presión arterial, no estoy muy segura, creo que han dicho que le bajó la presión”.
La entidad noruega afirmó que las entrevistas que dieron los padres de la víctima tuvieron lugar “con la presencia de oficiales de seguridad de alto rango bajo considerable presión en el hospital Fajr”.
Imágenes de cámaras de seguridad publicadas por la agencia Irna mostraron a Geravand abordando el tren con dos amigas. Después de entrar al vagón, una de las jóvenes retrocede y se ve cuando otra es arrastrada del vagón por otros pasajeros, según describió The Guardian.
Opositores al gobierno dijeron que la marca del tiempo en el video es evidencia de que faltan al menos 100 segundos en la filmación, mientras que las agencias de noticias estatales no publicaron ningún registro captado desde el interior del tren. El gobierno iraní insiste con que Geravand se cayó porque tenía la presión arterial baja y se golpeó la cabeza.
Algunos activistas, tanto dentro como fuera de la nación islámica, están estableciendo un paralelismo entre la muerte de Geravand y la de Mahsa Amini, que tenía 22 años cuando murió en setiembre de 2022 tras ser detenida por no llevar el velo de manera correcta, de acuerdo a las autoridades iraníes.