La Unión Europea (UE) y Túnez firmaron un memorándum de entendimiento para una “asociación estratégica e integral” destinada a combatir la migración irregular e impulsar los lazos económicos entre el bloque comunitario y el país del norte de África, que junto con Libia es el principal punto de partida de miles de migrantes que cruzan hacia Europa.
Durante una conferencia de prensa que ofrecieron de manera conjunta el presidente tunecino Kaïs Saied y su homóloga de la UE, la alemana Ursula von der Leyen, este domingo en la ciudad de Cartago, la jerarca europea elogió el acuerdo como una inversión en “prosperidad y estabilidad compartidas”.
“Túnez y la Unión Europea están unidos por nuestra historia y geografía compartidas, y compartimos intereses estratégicos”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, el máximo órgano ejecutivo de la UE, de acuerdo a lo que consignó la cadena panárabe Al Jazeera.
Por su parte, Saied dijo que es de suma necesidad un convenio colectivo sobre lo que llamó “migración inhumana”, de la que responsabilizó a redes criminales. “Este memorándum debe estar acompañado lo antes posible por un conjunto de acuerdos vinculantes que emanen de sus principios”, agregó el mandatario.
“Los tunecinos han dado a estos inmigrantes todo lo que se les podía ofrecer con una generosidad sin límites”, explicó Saied, aunque esta presunta hospitalidad con la que su país acoge a los migrantes africanos provenientes de estados subsaharianos fue puesta en cuestión por varias ONG.
Fuentes de estas organizaciones dijeron a AFP que centenares de personas, incluyendo mujeres y niños, fueron detenidas y posteriormente “deportadas” hacia zonas inhóspitas en las fronteras de Túnez con Argelia y Libia, en medio del desierto, sin agua, comida ni refugio. Apoyando esta versión, guardias fronterizos libios declararon durante el fin de semana que habían rescatado a más de 70 inmigrantes que estaban deambulando por la zona soportando temperaturas elevadísimas sin ningún tipo de ayuda. Saied, el presidente tunecino, es un abogado extremadamente conservador y desde que llegó al poder hace dos años viene sosteniendo discursos abiertamente xenófobos. No hace mucho tiempo, en febrero, el mandatario denunció la inmigración irregular, refiriéndose a “hordas de migrantes subsaharianos” que, según él, habían venido a “cambiar la composición demográfica” del país, recordó France24.
El acuerdo firmado el domingo entre Túnez y la UE obviamente incluye contraprestaciones económicas para el país árabe. Inicialmente, el bloque comunitario europeo se comprometió a otorgar al gobierno tunecino 105 millones de euros para luchar contra la inmigración irregular. Además, la UE también prometió una ayuda directa de 150 millones de euros durante este año, en un momento en que Túnez, estrangulado por una deuda de 80% de su PIB, se está quedando sin liquidez, lo que está generando una escasez de productos de primera necesidad que son adquiridos directamente por el Estado.
Durante una visita realizada hace un mes a la que acudió acompañada de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y de su par neerlandés, Mark Rutte, Von der Leyen mencionó una “ayuda macrofinanciera de 900 millones de euros” en forma de préstamo que se concedería a Túnez en los próximos años.
Este domingo, la presidenta de la Comisión Europea declaró que Bruselas seguía “dispuesta a proporcionar esta ayuda en cuanto se cumplan las condiciones”.
Pero este préstamo está condicionado a un acuerdo entre Túnez y el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre un nuevo crédito de 2.000 millones de dólares, un tema que está bloqueado desde hace meses. Saied se muestra en contra de dos condiciones esenciales que pretende imponer el FMI antes de otorgar el crédito: la supresión de las subvenciones a los productos básicos y la reestructuración de las empresas públicas en dificultades.