Luego de una sesión realizada por pedido de Armenia, el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) le pidió a Azerbaiyán la apertura “inmediata” del corredor de Lachín, única vía por la que se conecta el territorio de Armenia con el enclave de Nagorno Karabaj, situado dentro de territorio azerí pero habitado por cerca de 120.000 armenios.
La situación humanitaria en Nagorno Karabaj –denominado oficialmente por los armenios República de Artsaj– es dramática porque desde diciembre del año pasado las autoridades de Azerbaiyán decidieron cerrarlo. Este aislamiento fue dejando a la población que vive en el lugar sin suministros esenciales, situación que algunos actores califican de un intento de limpieza étnica.
Ese fue el término empleado este jueves por el ministro de Relaciones Exteriores armenio, Ararat Mirzoyan. “La crisis humanitaria en Nagorno Karabaj claramente necesita ser resuelta con una fuerte intervención de la comunidad internacional antes de que las consecuencias negativas resulten en una limpieza étnica. La prevención de tal catástrofe es el deber central de la ONU y este Consejo, a pesar de las diferencias geopolíticas”, expresó Mirzoyan en Nueva York, donde representó a su país en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU.
El jefe diplomático armenio también expresó en su cuenta de X que en las últimas horas había hablando con su par ruso, Sergei Lavrov.
Moscú siempre ejerció un rol de árbitro en el conflicto entre armenios y azeríes, e incluso tropas rusas están en la zona del corredor de Lachín, pero su presencia no puede contrarrestar las medidas tomadas por el gobierno de Azerbaiyán, que tiene una posición dominante en la zona desde que se impuso en la guerra que se desarrolló entre setiembre y noviembre de 2020.
También el jueves se realizó una conferencia de prensa virtual en la que participaron autoridades de la República de Artsaj junto al abogado argentino Luis Moreno Ocampo, primer fiscal jefe de la Corte Penal Internacional, quien hace pocos días denunció en un informe que hay “un genocidio en curso” contra la población armenia de Nagorno Karabaj.
En su intervención, citada por el portal Diario Armenia, Moreno Ocampo planteó que si bien la guerra en Ucrania dividió a Estados Unidos, Rusia y Francia, prevenir un genocidio debería reunirlos de vuelta. “Los armenios no pueden ser un daño colateral del conflicto ucraniano”, expresó el jurista argentino, quien agregó: “El rechazo de Azerbaiyán de la orden vinculante de la Corte Internacional de Justicia y las solicitudes del Consejo de Seguridad de la ONU de desbloquear el corredor muestran las intenciones genocidas. Están produciendo un riesgo de hambruna y muerte. ¿Qué más se necesita para mostrar las intenciones genocidas? El hecho de que el Consejo de Seguridad de la ONU exija el desbloqueo y ellos se nieguen es suficiente”.
Por su parte, la cadena oficial turca TRT recogió declaraciones del embajador permanente de Azerbaiyán ante la ONU, Yaşar Aliyev, quien dijo que las acusaciones de Armenia contra su país no tienen fundamento y son irreales. También expresó apoyo a la posición azerí el representante del gobierno de Ankara ante la ONU, Sedat Önal. El funcionario turco dijo que hay que respetar los derechos naturales de soberanía de Azerbaiyán, y agregó: “Seguimos apoyando fuertemente las negociaciones de paz entre Azerbaiyán y Armenia”. Önal dijo también que hay que considerar las preocupaciones legítimas de Azerbaiyán, ya que una apertura del corredor de Lachín podría ser utilizada por los armenios para suministrar armas a los grupos armados.
La situación de enorme tensión en la zona también está generando preocupación en Rusia. En este sentido, el diario moscovita Izvestia publicó una entrevista con Vladimir Novikov, jefe del Departamento del Cáucaso del Instituto de Países de la Comunidad de Estados Independientes, que dijo que las partes acumularon muchos problemas y, hasta el momento, no lograron resolver ninguno. En este contexto, el analista dijo que es probable que aumente la violencia en un futuro cercano. “Es posible que comiencen intensos tiroteos en la frontera. La gente en Karabaj comenzará a morir de hambre y Bakú se moverá para obligar a la república no reconocida a rendirse. Todo esto podría marcar el comienzo de una nueva guerra”, opinó Novikov.