Imágenes de calles y viviendas inundadas y de autos amontonados, unos sobre otros, a causa de las crecidas de los ríos, se repitieron este miércoles en la prensa de España. Una intensa tormenta causada por un fenómeno conocido como “depresión aislada en niveles altos” (DANA) golpeó varias zonas del país, en especial en la Comunidad Valenciana, donde murieron 92 personas.
También causó dos muertes en Castilla-La Mancha y otra en Málaga, que fue una de las varias provincias de Andalucía afectadas por este fenómeno. Decenas de personas fueron reportadas como desaparecidas.
El gobierno español decretó tres días de luto oficial, a partir del jueves, y tiene previsto declarar la condición de “zona catastrófica” para las áreas más afectadas. También se prevé que el presidente Pedro Sánchez visite este jueves Valencia, según anunció el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres. Desde la sede del gobierno, después de reunirse con el comité de crisis, Sánchez pidió a los ciudadanos “que extremen las precauciones, todas las medidas de seguridad”, y les prometió: “Unidos vamos a reconstruir vuestras calles. España entera está con vosotros”.
La vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, llamó a la “responsabilidad de todas las empresas” para que no exijan a sus empleados asistir a sus lugares de trabajo en las zonas afectadas. “Existe la obligación de proteger la vida de los trabajadores y las trabajadoras”, dijo.
Muchas carreteras, al igual que las calles de ciudades y pueblos, estaban inundadas o cortadas por la acumulación de vehículos arrastrados y de escombros que dejó el gigantesco temporal. Se interrumpieron servicios de trenes y también hubo, en algunas localidades, cortes en el suministro eléctrico, así como interrupciones de los servicios de agua y de telecomunicaciones.
Mientras tanto, las tareas de rescate involucraron un despliegue de helicópteros, aviones, 344 vehículos terrestres y más de 2.000 funcionarios de distintas fuerzas estatales.
La respuesta que dio a esta crisis el gobierno regional, la Generalitat Valenciana, fue cuestionada porque cuando se enviaron alertas a los teléfonos celulares ya había cientos de personas atrapadas en la tormenta, tanto en carreteras como en centros comerciales, informaron Público y eldiario.es. De acuerdo con este último periódico, más temprano se emitieron recomendaciones, pero la alerta oficial llegó recién a las 20.12 del martes con la advertencia de “fuertes lluvias” y la recomendación de no transitar por carreteras.
Diez horas antes, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) había advertido de una situación de “peligro extremo” en la provincia de Valencia. También la Confederación Hidrográfica del Júcar, que administra el área de ese río y gestiona las sequías y riesgos de inundaciones, advirtió a las 17.30 del martes que el caudal de uno de sus afluentes, el río Magro, y del propio Júcar habían aumentado y podrían ocurrir “desbordamientos generalizados en las áreas próximas”.
Carlos Mazón, el presidente regional, había dicho ese mediodía que, “según la previsión”, el temporal se desplazaba “hacia la Serranía de Cuenca” por lo que se esperaba que disminuyera en torno a las 18.00 en todo el resto de la Comunidad Valenciana.
A las 21.00, el gobernante regional, que pertenece al Partido Popular, volvió a hablarle a la población, esta vez desde el Centro de Coordinación de Emergencias, para pedirle que no saliera a las calles. El teléfono de ese centro no daba abasto ante el número de llamadas recibidas para pedir auxilio, por lo que se activó otro número para atender a los familiares de personas desaparecidas.
Dirigentes de la oposición, como Joan Baldoví, del partido Més Compromís, dijo este miércoles que “hoy no es el día de pedir responsabilidades, que las hay”, y que esos días “ya vendrán”.
¿Qué es una DANA?
Según expertos consultados por eldiario.es, el calentamiento global y en particular el del mar Mediterráneo pueden volver más frecuentes este tipo de fenómenos. Una DANA se produce cuando una zona de la atmósfera tiene una presión baja y atrae a su alrededor aire, tanto frío como caliente. El choque de esas temperaturas causa la formación de nubes cargadas de agua y genera una fuerte inestabilidad atmosférica, lo que da paso a lluvias intensas. En este caso, llegaron a los 445 litros por metro cuadrado.
En el área donde ocurrió, que es una zona llana, es más fácil que se produzcan inundaciones, señaló Público. Ni el sistema de drenaje ni los suelos lograron absorber tanta agua. Como consecuencia, estas inundaciones fueron para Valencia las peores del siglo y las mayores en 75 años.
“Cada temporal va a ser peor cada año y tenemos que estar concienciados como para entender que tenemos que adaptarnos a estas condiciones climáticas devastadoras”, dijo a ese periódico Karla Zambrano, investigadora y una de las embajadoras valencianas del Pacto Climático Europeo.