Este jueves, Benjamin Netanyahu dijo que Israel tiene “más libertad de acción en Irán que nunca” y que podría alcanzar “cualquier punto” de ese país si lo tomara como blanco. “El mayor objetivo que he establecido para el ejército y las fuerzas de seguridad es prevenir que Irán obtenga armas nucleares”, afirmó el primer ministro israelí, aunque aclaró que no puede revelar los detalles de sus planes “para lograr este objetivo supremo”. Agregó que no dejará de lado esa meta y manifestó: “No estoy estableciendo una fecha para el final de la guerra, pero sí estoy estableciendo objetivos claros para la victoria en la guerra”.
Tanto Israel como Irán han cruzado ataques en los últimos meses. Sobre el impacto de esas ofensivas suele haber dos relatos oficiales distintos. Así ocurrió con los bombardeos que Israel lanzó en la noche del viernes contra objetivos iraníes: Irán afirma que mató a cuatro soldados, a un civil y causó daños en algunos radares, según informó la agencia Efe.
En cambio, el Ministerio de Defensa israelí comunicó el domingo a Estados Unidos que su ataque tuvo como blanco “plantas de fabricación de misiles, formaciones de misiles tierra-aire y capacidades aéreas iraníes” y que fue “preciso y potente, cumpliendo todos sus objetivos”.
En su discurso de este jueves, Netanyahu también defendió las ofensivas que su gobierno lleva adelante en Gaza y Líbano, y manifestó que Israel ya no tendrá “ejércitos terroristas” en sus fronteras.
“Decidimos centrarnos inicialmente en atacar militarmente a Hamas en Gaza y no dividir nuestras fuerzas en dos esfuerzos principales al mismo tiempo. Después de que destruimos la fuerza organizada de Hamas y el 90% de los residentes regresaron sanos y salvos a sus hogares en el sur, centramos nuestros esfuerzos en el norte”, dijo Netanyahu.
Sin embargo, esta ofensiva que lleva más de un año ya dejó en Gaza más de 43.200 muertos, decenas de miles de desaparecidos y más de 101.000 heridos. Netanyahu destacó que con su gobierno Israel está “cambiando la realidad estratégica en Medio Oriente”, y agradeció “muchísimo” el apoyo que le brindó Estados Unidos.
En momentos en que existe cierta expectativa de un acuerdo que ponga fin a los ataques contra Líbano, el primer ministro israelí dijo que cualquier pacto de cese del fuego acordado con la milicia chiita Hezbolá tiene que garantizar que Israel tenga la capacidad de asegurar que se cumpla.
“La cuestión principal no son los documentos de tal o cual acuerdo, sino la capacidad y determinación de Israel para hacer cumplir el acuerdo y frustrar cualquier amenaza a su seguridad desde Líbano”, agregó, según un comunicado de su oficina.
El primer ministro libanés, Najib Mikati, se había declarado “esperanzado” sobre la posibilidad de un alto el fuego en los próximos días, tras dialogar al respecto con funcionarios de Estados Unidos.
También el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo que se lograron “buenos avances”. Agregó que se apunta a implementar la resolución de la Organización de las Naciones Unidos que en 2006 terminó con la guerra en Líbano, lo que implicaría el desarme de Hezbolá y el despliegue del ejército libanés en el sur del país. Pero medios israelíes y estadounidenses han informado que Israel plantea que un eventual cese del fuego con Hezbolá incluya que Israel pueda utilizar el espacio aéreo de Líbano y que sus tropas se aseguren “activamente” de que el pacto se cumpla.
Representantes del gobierno estadounidense tenían previsto llegar este jueves a Israel para dialogar sobre un cese del fuego en Líbano y Gaza y sobre la liberación del centenar de rehenes israelíes en manos de Hamas.
Mientras tanto, la ofensiva israelí en Líbano continúa, y este jueves mató a 45 personas, seis de las cuales eran trabajadores de la salud. Aumentó así a 2.865 el número de muertes causadas en ese país por los enfrentamientos que comenzaron hace un año.
A su vez, siete personas murieron en el norte de Israel debido a los misiles lanzados por Hezbolá. Cuatro de ellas eran trabajadores tailandeses que hacían tareas rurales en la localidad de Metula.
En la Franja de Gaza, Israel dejó 41 muertos este jueves, en su mayoría en el norte de ese territorio, que está bajo asedio desde hace semanas. Uno de los ataques volvió a alcanzar al hospital Kamal Adwan, en Beit Lahiya, que fue objeto de una redada y varios ataques en los últimos días. Según el ejército israelí, allí se esconden y operan milicianos de Hamas, algo que los funcionarios del hospital niegan.
En Gaza los intentos de establecer un cese del fuego no parecen prosperar. Israel manejó la posibilidad de una tregua por un plazo de menos de un mes y, según informó France 24, un dirigente de Hamas, Taher al-Nunu, dijo que ese movimiento palestino no va a aceptar un alto el fuego transitorio para que después continúe la ofensiva militar. “Hamas apoya un final permanente de la guerra, no uno temporal”, advirtió.