El presidente ruso, Vladimir Putin, ofreció este jueves en Moscú la tradicional conferencia de prensa que da cerca de fin de año, un evento sumamente controlado por el Kremlin, que en esta ocasión se extendió por más de cuatro horas y en el que el mandatario respondió preguntas telefónicas de blogueros de guerra, jubilados y periodistas.
En una de sus intervenciones más relevantes, el mandatario aseguró que Rusia está dispuesta a un “diálogo” con Ucrania, aunque únicamente si se basa en la “realidad en el terreno”, dando a entender que su país no devolverá los territorios conquistados: las provincias de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, además de Crimea, ocupada en 2014. Putin, además, rechazó cualquier posibilidad de tregua, considerando que un alto al fuego sólo servirá para que el ejército ucraniano se rearme.
Según recogió AFP, el líder del Kremlin, de 72 años, se mostró confiado, considerando que la situación “cambiaba radicalmente” en el frente en Ucrania, donde sus tropas están ganando terreno a un ritmo que no se veía desde los primeros meses de 2022, luego de que comenzara la invasión en febrero de ese año.
Putin también admitió que no podía dar precisiones sobre cuándo las tropas rusas podrán expulsar a las fuerzas ucranianas de la región suroccidental de Kursk, aunque de todas maneras el presidente aseguró: “Por supuesto, las derrotaremos”.
Cuando le preguntaron sobre la posibilidad de tener un encuentro con el futuro presidente estadounidense, Donald Trump, el líder del Kremlin se mostró abierto y respondió que eso puede suceder “en cualquier momento”, según lo consignado por The Moscow Times. “No sé cuándo voy a verlo. Él no dice nada al respecto. No he hablado con él en más de cuatro años. Estoy listo para ello, por supuesto. En cualquier momento”, dijo Putin.
Haciendo referencia al rol que podría tener el futuro mandatario estadounidense en una negociación para terminar la guerra en Ucrania, el mandatario explicó: “Si alguna vez nos reunimos con el presidente electo Trump, estoy seguro de que tendremos mucho de que hablar”, y agregó que Rusia estaba lista para “negociaciones y compromisos”.
Recientemente, el Kremlin acogió con beneplácito las críticas de Trump a la decisión del todavía presidente Joe Biden de permitir que Kiev utilice misiles suministrados por Estados Unidos para atacar territorio ruso.
Cuando la conferencia de prensa se centró en Siria, Putin negó que la caída del régimen de Bashar al-Assad, que debió huir de su país y se asiló en Moscú, suponga una derrota para Rusia. “Le aseguro que eso no es así. Rusia ha logrado, a grandes rasgos, sus objetivos en Siria”, declaró.
El mandatario argumentó que la intervención militar rusa, que empezó en 2015 en el marco de la guerra civil en el país árabe, tenía como objetivo principal evitar la creación de un enclave terrorista en el país, un propósito que, de acuerdo a la visión de Putin, se cumplió. Sin embargo, reconoció que el panorama político en Siria está cambiando rápidamente, lo que obliga al Kremlin a replantearse su papel en el futuro del país.
Una de las decisiones pendientes para Rusia es lo que sucederá con las bases militares que tiene en Siria, ubicadas en Tartus y Jmeimim. Putin mencionó que varios grupos sirios expresaron su interés en que estas bases permanezcan, aunque el mandatario dijo que su gobierno todavía no tomó una decisión al respecto.
Cuando le preguntaron si se reunirá con Al-Assad, Putin dijo que tenía intención de hacerlo pronto. “Les digo francamente que todavía no he visto al presidente Assad desde que llegó a Moscú. Pero planeo hacerlo. Por supuesto, hablaré con él”, declaró el mandatario.
En otro momento del evento, de acuerdo a lo que consignó la agencia oficial rusa TASS, Putin adoptó un discurso netamente paternalista, cuando dijo que siente el mismo sentimiento de orgullo por los logros del pueblo ruso como si fueran los de su propia familia.
“Lo veo y me alegro de ello (los logros de los ciudadanos rusos en diversas áreas), como lo habría hecho si fueran miembros de mi propia familia. No es una exageración; cuando lo veo me siento tan feliz como si fueran mis seres queridos. Es porque veo a Rusia como mi familia”, dijo Putin.