La última ronda de conversaciones sobre una tregua en Gaza terminó este domingo en El Cairo después de “discusiones serias y profundas”, según afirmaron voceros de la organización palestina Hamas, reiterando demandas clave, como un alto al fuego definitivo, que Israel nuevamente rechazó.
Tratando de lograr una tregua, este domingo llegó a Doha, la capital de Qatar, el jefe de la CIA estadounidense, William Burns, quien se reunió con el primer ministro del país árabe, Mohamed bin Abderrahmán, en un intento desesperado de Washington de evitar otro fracaso diplomático. Medios estadounidenses informaron que luego de estar en Qatar, Burns volará este lunes a Israel, donde se reunirá con Netanyahu.
Hablando de Israel y Qatar, este domingo el gobierno israelí decidió el cierre de las oficinas locales de la cadena qatarí Al Jazeera, bajo la acusación de estar emitiendo noticias tendenciosas contra Israel.
Fuerzas de seguridad israelíes concurrieron hasta la sede israelí de la cadena cuya sede central está en Doha, de donde se llevaron equipos, una situación que, además de significar un recorte a la libertad de información, constituye una afrenta de Israel hacia Qatar, que es, junto a Egipto y Estados Unidos, uno de los países que están actuando como intermediarios en las negociaciones indirectas entre el gobierno de Israel y Hamas.
Si bien sobre el final de la semana pasada había cierta dosis de optimismo de que se pudiera llegar a un acuerdo sobre una tregua, el panorama cambió cuando el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió resistir la presión de la comunidad internacional y seguir con su ofensiva.
También el líder derechista tiene una enorme presión dentro de su país. Esto quedó demostrado en la noche del sábado, cuando decenas de miles de manifestantes realizaron una movilización en Tel Aviv, exigiendo el retorno de los rehenes secuestrados por Hamas y, en algunos casos, además, el adelantamiento de las elecciones.
Volviendo al tema de las negociaciones, de acuerdo a lo que informó Associated Press, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, afirmó que Hamas no tenía una actitud seria respecto a un acuerdo y advirtió de “una poderosa operación en un futuro muy cercano en Rafah y otros lugares de toda Gaza”, después de que un comando de la organización islámica atacara este domingo el principal paso fronterizo desde donde llega ayuda humanitaria desde territorio israelí, matando a tres soldados e hiriendo a otros nueve. En respuesta, Israel determinó el cierre del paso, denominado Kerem Shalom.
El cierre de este cruce se produjo poco después de que la directora del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, Cindy McCain, afirmara que había una “hambruna en toda regla” en el norte de Gaza, una de las advertencias más duras hasta el momento sobre el costo de las restricciones a la entrada de alimentos y otro tipo de ayuda al territorio. Sin embargo, los comentarios no fueron una declaración formal de hambruna.
En una entrevista con la cadena estadounidense NBC, McCain afirmó que la hambruna “avanza hacia el sur” en Gaza y que los esfuerzos de Israel por permitir la entrada de más ayuda no son suficientes. “Tenemos ahora mismo una masa en la frontera exterior, camiones y alimentos suficientes para 1,1 millones de personas para unos tres meses. Necesitamos que eso entre”, afirmó.