La controversia sobre el resultado de las elecciones presidenciales celebradas el domingo en Venezuela prosigue, sin que parezca que haya un acuerdo sobre el tema a corto plazo. Este martes, tanto los seguidores del presidente Nicolás Maduro como los de la oposición que comandan María Corina Machado y el candidato presidencial Edmundo González Urrutia se manifestaron en Caracas y otras ciudades del país, en medio de un clima extremadamente tenso y enrarecido.
Mientras los chavistas salieron a defender los resultados del domingo, en los que, de acuerdo con el Consejo Nacional Electoral (CNE), Maduro consiguió el 51,2% de los votos contra el 44,2% de la coalición Plataforma Unitaria Democrática que postuló a González Urrutia, desde la oposición se exige que el CNE presente el detalle de las actas de votación.
Esa fue la consigna principal en el acto celebrado este martes por los simpatizantes de la oposición frente a la sede de la Organización de las Naciones Unidas en Caracas.
Desde allí, María Corina Machado se mostró desafiante tal como lo había hecho el lunes, cuando afirmó tener los datos del 73% de las actas electorales y, con base en ellas, afirmó que González Urrutia ganó los comicios con más de tres millones y medio de votos de ventaja sobre el oficialismo.
“¡Retamos al CNE a que entregue las actas!”, exclamó Machado ante la ovación de la multitud que se reunió para escucharla. Medios locales informaron que la movilización transcurrió en calma, aunque el lunes organizaciones no gubernamentales comunicaron que en el marco de las protestas seis personas habían perdido la vida, entre ellas un policía.
Pero desde el oficialismo, la postura es completamente diferente. En ese sentido, este martes en una sesión parlamentaria, la Asamblea Nacional, el órgano legislativo venezolano, ratificó los resultados comunicados por el CNE el domingo, seis horas después de finalizada la contienda electoral.
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Por otra parte, las principales autoridades del gobierno denunciaron injerencias externas para tratar de llevar adelante un golpe de Estado. Uno de ellos fue el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, que hablando sobre las protestas que hubo el lunes contra el gobierno expresó: “Inobjetablemente, estamos en presencia del fascismo en su máxima expresión, de una estructura internacional que está invirtiendo cientos de millones de dólares para desacreditar la extraordinaria demostración de civismo que hizo el pueblo venezolano en la pasada jornada electoral”. De acuerdo con lo que recogió la cadena oficialista Telesur, Padrino López agregó: “Ese golpe de Estado lo vamos a derrotar una vez más, no hay quien pueda con la conciencia de todo un pueblo, no hay quien pueda con la fortaleza moral de una institución como las Fuerzas Armadas”.
Horas más tarde, en un discurso emitido por cadena nacional, el presidente Maduro, durante una reunión con el Consejo de Estado y de Defensa de la Nación, conformado por algunos de sus ministros, gobernadores y legisladores de su sector político, sostuvo que “las redes sociales están complotadas para tratar de desestabilizar a Venezuela porque no soportan que nos hayamos recuperado y estemos en la senda de recuperación total”.
Maduro, según lo que consignó el portal Efecto Cocuyo, aseguró: “Estamos enfrentando una arremetida internacional, mundial, del imperialismo de Estados Unidos, de la extrema derecha fascista, para apoderarse del país a través de la criminalidad, la violencia, la manipulación y la mentira”.
En su discurso, el mandatario dijo que algunos de los detenidos durante las últimas horas en las protestas confesaron ante las autoridades y que la mayoría había dicho que les habían pagado 150 dólares, que actuaron bajo los efectos de drogas y que son migrantes que regresaron recientemente desde Estados Unidos y Colombia.
Maduro además rechazó los actos de violencia como saqueos, incendios de módulos policiales y otras dependencias del Estado ocurridos en las últimas horas. Anunció la creación de un fondo de apoyo a víctimas de los “comanditos”, tal como definió a los presuntos grupos delictivos opositores, y también la instauración de un plan que estará a cargo del primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, y del ministro de Relaciones de Interiores, Remigio Ceballos, de “protección del pueblo venezolano barrio adentro”.
“Esta gente pretende dominar el país desde la violencia, la criminalidad y la muerte”, sostuvo mientras afirmaba que los líderes opositores Machado y González Urrutia deben ser procesados por los tribunales, una idea que ya había expresado el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, durante la sesión parlamentaria celebrada en la mañana del martes.
“No va a haber impunidad ante la vorágine criminal terrorista. Hago responsable a González Urrutia de todo lo que está sucediendo en Venezuela, de la violencia criminal, de los delincuentes, de los heridos, de los fallecidos, de la destrucción. Usted será el responsable directo, Edmundo González Urrutia y María Corina Machado. La justicia tiene que llegar, en Venezuela tiene que haber justicia, no puede ser que se ataque al pueblo”, amenazó.
A nivel internacional, la mayor parte de los países manifestaron sus reparos sobre lo que pasó en las elecciones venezolanas, con excepciones puntuales, como las de Rusia, China, Bolivia, Cuba y Nicaragua, que felicitaron a Maduro por su reelección y al pueblo venezolano por su civismo. Al respecto de esta cuestión -para nada menor, ya que el reconocimiento es una de las claves para que el gobierno electo tenga legitimidad-, en la tarde del martes el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, tuvo una conversación con el mandatario estadounidense, Joe Biden.
Según lo que informó el portal brasileño UOL con base en fuentes de Itamaraty, en el diálogo entre los líderes, Lula le habría remarcado a Biden la idea de que se publiquen las actas electorales para poder así tener una idea clara de lo que realmente votaron la mayoría de los venezolanos, algo que fue compartido por el líder demócrata de 81 años.
Lula había expresado esta idea también en una entrevista que concedió en la mañana del martes a TV Centro América, una cadena afiliada a TV Globo con sede en el estado de Mato Grosso.
El líder del Partido de los Trabajadores, de 78 años, afirmó que es necesario presentar las actas de votación para “resolver la pelea política”. En las actas se detalla el número de votos y los resultados en cada circuito de votación del país. “Es normal que haya una disputa. ¿Cómo se resuelve esta disputa? Presentando las actas. Si las actas contienen dudas, la oposición presenta un recurso de apelación y esperará en el tribunal el proceso. Y habrá una decisión que tenemos que aceptar”, afirmó Lula.
De acuerdo a lo que consignó el portal Brasil 247, Lula condicionó el reconocimiento de la victoria del presidente venezolano a la presentación de documentos sobre los resultados electorales. “Lo que necesitamos es que las personas que no están de acuerdo tengan derecho a expresarse, a demostrar que no están de acuerdo, y el gobierno tiene derecho a demostrar que lo que sucedió es correcto”, expresó el líder brasileño.