El ejército israelí lanzó un ataque en la capital del Líbano, Beirut, que tenía como blanco uno de los principales líderes de la milicia chiita Hezbolá, Fuad Shukr.
La ofensiva, lanzada con una nave no tripulada, tiró abajo un edificio y, según informaron fuentes sanitarias libanesas, mató a tres personas y dejó al menos 85 heridos, algunos de ellos graves. Si bien inicialmente se especulaba que Shukr había sobrevivido al ataque, horas más tarde voceros del ejército de Israel confirmaron que la operación había terminado con su vida.
De acuerdo con las autoridades israelíes, Shukr, un dirigente cercano al líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, fue el principal responsable de las operaciones militares del grupo lanzadas desde Líbano. A él se le atribuyen, entre otros ataques, el que sufrió el sábado Majdal Shams, una aldea poblada por drusos ubicada en la zona de los Altos del Golán, ocupada por Israel desde 1967. Allí, un proyectil cargado con 50 kilos de explosivos impactó en una cancha de fútbol en la que niños y adolescentes jugaban un partido. Murieron 12 y otros 30 fueron heridos, todos de entre diez y 16 años.
“La respuesta llegará pronto y será dura”, había advertido el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que visitó Majdal Shams. El gobernante recibió el respaldo de su gabinete de seguridad para adoptar las medidas de represalia que considerara convenientes.
De acuerdo con Efe, la madre de uno de los niños que sobrevivieron al ataque del sábado, Adam al-Saher, de 12 años, internado en el Centro Médico de Galilea, en Naharya, le dijo al presidente israelí, Isaac Herzog, que visitó a los heridos: “Queremos paz, no guerra. Todo el país quiere la paz. Me duele mucho lo que pasó”.
Los combates de Israel y Hezbolá se reiteran desde el 8 de octubre, cuando el gobierno israelí lanzó su ofensiva en Gaza en respuesta a los ataques cometidos por Hamas un día antes. Sin embargo, la tensión entre la milicia chiita e Israel se encuentra ahora en uno de sus puntos más altos. El sábado “Hezbolá cruzó una línea roja”, dijo el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant.
Algunos países llamaron a sus ciudadanos a abandonar Líbano. “La historia nos enseña que, en una crisis como esta, es mucho más seguro salir mientras los vuelos comerciales aún están operativos”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores británico, David Lammy, ante el Parlamento.
Para el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, es necesario recurrir a la vía diplomática. “Aunque hemos visto mucha actividad en la frontera norte de Israel y seguimos preocupados por la posibilidad de que esto se convierta en una lucha en toda regla, no creo que esta lucha sea inevitable”, dijo. De todos modos, cuando se le consultó si Israel podría librar una guerra en dos frentes, la Franja de Gaza y Líbano, Austin dijo que Israel “hará lo que necesite para defenderse”, según citó la agencia Efe.
A su vez, el ministro de Finanzas de Israel, el extremista Bezalel Smotrich, pidió el lunes una ocupación militar del sur de Líbano para combatir a Hezbolá y “restaurar la seguridad de los residentes en el norte” de su país, informó Europa Press.
También el presidente de Irán, Masud Pezeshkian, lanzó advertencias en este conflicto el lunes: “Si el régimen sionista ataca Líbano, cometerá un gran error que tendrá graves consecuencias para ellos”.
Después del ataque contra Beirut, el primer ministro interino de Líbano, Nayib Mikati, dijo que el ataque en Beirut fue un “acto criminal” y una “violación clara” del derecho internacional. “La maquinaria de guerra israelí no se cansa de atacar las zonas libanesas desde el sur hasta la Becá, pasando por Beirut”, manifestó en un comunicado, y advirtió que la comunidad internacional “debe asumir sus responsabilidades” y presionar a Israel para que termine con “sus agresiones y amenazas” y se implementen las resoluciones de Naciones Unidas.
“También nos reservaremos todo el derecho a tomar todas las medidas que contribuyan a disuadir la agresión israelí. He convocado un consejo de ministros mañana y pido a todos los ministros que participen”, dijo.
Más temprano, Israel había lanzado este martes una ofensiva contra diez objetivos de Hezbolá en el sur de Líbano y matado a una persona, supuestamente un combatiente, mientras que la milicia disparó varios cohetes hacia territorio israelí y mató a un civil.
Según señaló Efe, desde octubre murieron en la frontera entre los dos países más de 560 personas, en su mayoría del lado libanés, y Hezbolá también ha sufrido la muerte de algunos de sus milicianos en Siria. Del lado israelí murieron 22 militares y 25 civiles, entre ellos los 12 niños drusos de Majdal Shams.