Este jueves, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva recibió a más de 50 líderes mundiales en la Cumbre de Belém, ciudad capital del estado amazónico de Pará, durante una instancia que precede el inicio de la COP30 sobre el cambio climático.
Presidentes como el francés Emmanuel Macron, el español Pedro Sánchez y el chileno Gabriel Boric ya se encuentran en la ciudad amazónica, así como la presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, y varios reyes de países europeos.
El encuentro de primer nivel es “la COP de la verdad”, escribió Lula en un artículo que divulgaron los medios locales. El inicio de la cumbre climática está previsto para el lunes.
En el artículo de prensa que difundió, Lula escribió que representa “el momento en que demostremos la seriedad de nuestro compromiso con todo el planeta” y “no es casualidad que se celebre en el corazón de la selva amazónica”.
Al mismo tiempo, exigió “acción efectiva”, impulsar una “transición energética justa, ordenada y equitativa”, el “acceso a mayores recursos para el Sur global” y que los países ricos en la economía basada en el carbono “asuman sus responsabilidades”.
También anunció, con relación a que “las personas deben ocupar el centro de las decisiones políticas relativas al clima y la transición energética”, el lanzamiento de una Declaración sobre el Hambre, la Pobreza y el Clima que vincula ambas causas.
Además, declaró que buscarán “la creación de un Consejo de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en la Asamblea General” ante “la parálisis del sistema multilateral” y adelantó que oficializarán “una inversión de 1.000 millones de dólares en el lanzamiento del Fondo para los Bosques Tropicales para Siempre”, que pretende “remunerar a los países por la preservación de los bosques tropicales”, consignó la página oficial del encuentro internacional.
Según informó O Globo, Noruega y Portugal ya anunciaron inversiones de 2.900 millones de dólares y un millón de euros, respectivamente –que se suman a las contribuciones de Brasil e Indonesia–, y la iniciativa recibe el apoyo de casi 50 naciones.
En su discurso de apertura, Lula destacó que “por primera vez en la historia una COP sobre el clima tendrá lugar en el corazón de la Amazonía” y que 2025 “es un hito para el multilateralismo” porque “celebramos el 80 aniversario de la fundación de las Naciones Unidas y el décimo aniversario de la adopción del Acuerdo de París”.
Advirtió, sin embargo, que, en un escenario de “inseguridad y desconfianza mutua”, los “intereses egoístas inmediatos prevalecen sobre el bien común a largo plazo”, y citó a las proyecciones de la Organización de las Naciones Unidas para decir que “el planeta será 2,5 grados más caliente en 2100”, con “drásticas pérdidas humanas y materiales”. “Acelerar la transición energética y proteger la naturaleza son las dos formas más efectivas de detenerlo”, precisó, así como revertir “la deforestación, superar la dependencia de los combustibles fósiles y movilizar los recursos necesarios para lograr estos objetivos”.
Petro y Boric contra Trump, ausente en Belém
Boric dijo que “lo que está en juego es quizás el desafío más importante para nuestra generación: sostener la vida en el planeta”. El mandatario reiteró la frase que pronunció Lula y opinó que “el momento es ahora”, al tiempo que ejemplificó “las consecuencias” de no hacer nada: “Si la temperatura sube en dos grados, más de 400 millones de personas sufrirán inseguridad alimentaria. Si aumenta cuatro grados, serán 1.800 millones”.
Al mismo tiempo, sostuvo que para materializar resultados “se requiere liderazgo” y a los jerarcas “se los juzga por lo que hacen y muy pocas veces se evalúa lo que logramos que no suceda”. También exhortó a “avanzar hacia una etapa de implementación y no más diagnóstico” y a “sumarse a las iniciativas que promueve el gobierno de Brasil, como la Declaración sobre el Hambre, la Pobreza y el Clima y el llamado a la acción para una gestión integrada de incendios a nivel global”.
Su homólogo colombiano, Gustavo Petro, señaló que estamos “ante un fracaso en términos de temperatura” que “se debe al lobby de los intereses del petróleo, del carbón y del gas”. “Su codicia ha ido contra la vida, y eso es inmoral e inhumano”, afirmó. Respecto del aumento de la temperatura mundial, dijo que el planeta pasó “de ‘cambio climático’ a ‘crisis’ y ahora nos acercamos a ‘colapso’, lo que significa un punto de no retorno”.
Para Petro, uno de los tres “fetiches” que “separan del objetivo de la vida” es, en primer lugar, “la ausencia de los Estados Unidos” en la cumbre: “Es que Donald Trump tenga una conducta personal de negación de la ciencia y lleve a su sociedad, con los ojos cerrados, hacia el abismo y con ella a la humanidad”. En sus palabras, “el señor Trump está equivocado” y está “literalmente contra la humanidad”, por lo que pidió “dejarlo solo y olvidarlo”.
Los otros dos “fetiches” son “que se lleve a Europa a invertir en más armas de acuerdo a su PIB” y “las amenazas de invasión por doquier”, con relación al “genocidio e invasión a Gaza, amenazas de invasión a Venezuela, a Cuba, a Colombia, a Brasil, a México e invasión real al Caribe colombiano”.