El expresidente brasileño Jair Bolsonaro presentó un empeoramiento de su cuadro clínico y un aumento de la presión arterial, según un parte médico divulgado este jueves por el equipo médico que lo está tratado en el Hospital DF Star de la ciudad de Brasilia.
Los médicos dicen que Bolsonaro también tuvo un empeoramiento en sus “pruebas de laboratorio de hígado”, por lo que se le realizarán nuevos estudios imagenológicos, de acuerdo a lo que informó el portal UOL.
El expresidente sigue internado en una clínica privada de la capital sin fecha de alta, y, de acuerdo al informe que fue difundido por su equipo tratante, se le recomendó no recibir visitas. Según el parte médico, Bolsonaro continúa en ayuno oral y recibe nutrición parenteral exclusiva, que es un método de alimentación que proporciona nutrientes directamente al torrente sanguíneo a través de una vena, evitando el uso del sistema digestivo. Además según el informe, Bolsonaro prosigue con fisioterapia motora y medidas para prevenir la trombosis venosa.
Hospitalizado desde hace casi dos semanas, el expresidente fue sometido el 13 de abril a una cirugía que duró 12 horas. El procedimiento quirúrgico se realizó para deshacer una obstrucción intestinal y también reconstruir la pared intestinal. Esta fue la sexta cirugía de Bolsonaro desde que fue apuñalado en el abdomen en la ciudad de Juiz de Fora, en el estado de Minas Gerais, durante la campaña electoral para las elecciones celebradas en 2018. Según un informe médico divulgado después del procedimiento, la obstrucción fue causada por un pliegue en el intestino delgado, que dificultó el tránsito intestinal.
El empeoramiento en el estado de salud de Bolsonaro comunicado este jueves, se produce tras varios días en los que a pesar de estar internado, tuvo actividad pública, ya que dio una entrevista, hizo una publicidad de un casco, luego de la cual recibió una citación por parte del Supremo Tribunal Federal (STF).
El lunes, el expresidente concedió una entrevista de alrededor de 40 minutos a la cadena SBT directamente desde su habitación del hospital. Al día siguiente, Bolsonaro participó de una transmisión en vivo para promocionar un casco de moto juntos a sus tres hijos Flávio, Carlos y Eduardo, que se prolongó durante más de media hora. Luego de estos dos hechos, en los que pareció quedar claro que el estado de salud del exmandatario no era grave ni mucho menos, el miércoles por la mañana una funcionaria del STF se presentó en el hospital para entregarle en mano una citación judicial.
El STF informó que esperaba una fecha para citar a Bolsonaro debido a su hospitalización. En un comunicado, el tribunal indicó que todos los acusados fueron citados entre el 11 y el 15 de abril. “La difusión de una transmisión en vivo del expresidente ayer [martes] demostró la posibilidad de ser citado hoy”, indicó el comunicado judicial.
Enterado de que la funcionaria del STF estaba en el hospital para entregarle el documento, Bolsonaro ordenó a un acompañante grabar y publicar un video en el que se muestra el momento preciso en el que recibió la citación. “Usted vino aquí con una misión”, le dijo exaltado Bolsonaro a la funcionaria del tribunal. En la grabación, el excapitán afirma que Alexandre de Moraes tiene problemas personales contra él y lo invitó a sostener un debate en televisión abierta. Entidades que representan a funcionarios judiciales criticaron a Bolsonaro por el video, al que calificaron como “sensacionalista”.
Bolsonaro tiene cinco días para presentar su defensa. “Podrá alegar todo lo que sea de interés para su defensa, precisar las pruebas que desee y enumerar testigos”, explica el ministro Moraes en el documento que le entregó al expresidente. Bolsonaro es acusado de intento de golpe de Estado.
La Primera Sala del STF aceptó el 26 de marzo la denuncia contra el expresidente y varios aliados políticos. Todos ellos serán acusados penalmente por los delitos de organización criminal armada, intento de abolición violenta del Estado Democrático de Derecho, golpe de Estado, daños causados por violencia y grave amenaza y deterioro del patrimonio histórico.