La consigna “Que ser pinochetista vuelva a dar vergüenza” se repitió en redes sociales esta semana en Chile. Fue una reacción a los dichos de la precandidata derechista Evelyn Matthei, quien en una entrevista afirmó que el golpe de Estado de Augusto Pinochet “era necesario”.
“Si no, nos íbamos derechito a Cuba. No había otra alternativa”, dijo a radio Agricultura la dirigente, que aparece en las encuestas como una de las favoritas para ganar las elecciones de este año.
“Lo que quiero señalar es que probablemente al principio, en 1973 y 1974, era bien inevitable que hubiese muertos, pero ya en el 78, el 82, cuando siguen ocurriendo, ahí ya no, porque había control del territorio”, continuó.
Si bien la dirigente pertenece a la Unión Demócrata Independiente (UDI), un partido surgido del pinochetismo, había moderado su discurso en los últimos años. En la alianza Chile Vamos, la UDI ha convivido con partidos que toman distancia de la dictadura. Pero este año, Matthei, que aspira a la candidatura de Chile Vamos a la presidencia para las elecciones del 16 de noviembre, competirá con candidatos de la ultraderecha y optó por radicalizar su discurso.
En la entrevista, atribuyó las violaciones a los derechos humanos a “loquitos que se hicieron cargo y que nadie los frenó a tiempo”. Según citó el diario La Tercera, la dirigente dijo que su padre, Fernando Matthei, que integró la Junta Militar de la dictadura, “viajó a todas las unidades de las Fuerzas Armadas y les dijo: ‘Si alguien acá comete un acto de violación a los derechos humanos, no crean que los voy a defender’”.
Sin embargo, la dictadura cometió un sinfín de violaciones a los derechos humanos y dejó 1.469 desaparecidos y más de 1.700 asesinados por el terrorismo de Estado. Según datos del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, citados por CNN Chile, el 11 de setiembre de 1973, el mismo día del golpe, fueron desaparecidas o asesinadas 78 personas, y al finalizar el año ya eran 1.832.
Durante 1974 esas víctimas fueron más de una por día, y si bien en los años siguientes el número descendió, los asesinatos y desapariciones continuaron.
De cerca
Carolina Tohá, precandidata del Partido por la Democracia (PPD), uno de los que integran la coalición de gobierno, que aparece como una de las favoritas para ganar las primarias del bloque oficialista, dijo que las afirmaciones de Matthei son “de una violencia y de una brutalidad que jamás” esperó “a estas alturas tener que escuchar”.
“Nunca, nunca son inevitables y menos aún necesarios los asesinatos, la prisión política, los campos de concentración, los secuestros”, agregó. Señaló que entre las muertes que Matthei califica de “inevitables”, según unas fechas arbitrarias que “ella estableció”, se encuentra la de su padre.
José Tohá fue ministro del Interior y de Defensa durante la presidencia de Salvador Allende. Fue detenido en setiembre de 1973, torturado en varios centros de detención y asesinado en febrero de 1974.
Los dichos de Matthei también tocaron de cerca al exalcalde de Huechuraba Carlos Cuadrado Prats, quien renunció para postularse al Parlamento por el PPD. En su cuenta de X, Cuadrado recordó que entre las muertes “inevitables” de Matthei también se encuentran las de sus abuelos, el general y exministro del Interior de Allende Carlos Prats González y Sofía Cuthbert, ambos asesinados por la DINA, la policía secreta de Pinochet, en Buenos Aires, en 1974.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, publicó en su cuenta de X: “El golpe de Estado en Chile no es justificable. La dictadura fue criminal e ilegítima desde 11 de septiembre de 1973 hasta el 11/03/1990. Nada justifica los asesinatos, los desaparecidos, las torturas, el exilio” en ninguna fecha, afirmó.
La Coordinadora Nacional de Agrupaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Ejecutados Políticos condenó “categóricamente las palabras de la candidata presidencial de Chile Vamos” y exigió que se retracte y pida disculpas públicas, “por respeto a todas las víctimas de la dictadura y para el resguardo de la democracia en nuestro país”.
Agregó que el de Matthei “es un discurso negacionista sobre el cual urge legislar”. Recordó que la candidata ha defendido a Pinochet en el pasado y que hace dos años la derecha se negó a sumarse a un acuerdo nacional a 50 años del golpe de Estado. “Una vez más queda demostrada su incapacidad de afianzar compromisos con la democracia”, concluyó.
Contra el negacionismo
El gobernante Frente Amplio se preguntó si Matthei “es heredera del [expresidente Sebastián] Piñera, que decía ‘democracia siempre’, o de Pinochet”, a quien ella defendió cuando fue detenido en Londres por sus crímenes. “La derecha democrática tiene que tomar una posición, porque Matthei, parece, aún no lo tiene claro”, agregó.
“Lamentablemente el problema de Evelyn Matthei no es su postura, es su falta de postura. Evelyn Matthei un día dice una cosa, un día dice otra. Depende de las encuestas, depende de dónde la están apretando, depende de si [el ultraderechista Johannes] Kaiser sube en las encuestas, depende de si el centro sube en las encuestas. Entonces la verdad es que los chilenos no tenemos cómo saber quién es Evelyn Matthei”, dijo el precandidato del Frente Amplio Gonzalo Winter.
Lamentó que “algo que 50 años después pareciera que teníamos superado” haya “que volver a repetirlo”, pero “si hay que repetirlo durante 50 años más estaremos disponibles”.
Otras dos precandidatas oficialistas repudiaron los dichos de Matthei. La comunista Jeannette Jara advirtió que “la democracia no se puede construir sobre la base del negacionismo” y la socialista Paulina Vodanovic recordó que “entre 1973 y 1974 la dictadura de Pinochet asesinó a más de 2.000 personas”, entre ellas 15 mujeres embarazadas. “¿Qué clase de demócrata relativiza una masacre así?”, planteó.
Los ejemplos de niños y jóvenes asesinados, de masacres de campesinos desarmados se reiteraron estos días en las redes sociales ante los dichos de Matthei. “Sí, Evelyn, romperle las manos a Víctor Jara para luego asesinarlo era completamente ‘inevitable’...”, escribió el excandidato presidencial Marco Enríquez-Ominami en su cuenta de X.
Pinochet en la campaña
En un intento de aclaración, Matthei afirmó en un video: “Se los digo fuerte y claro: nunca he justificado ni justificaré las violaciones a los derechos humanos. Mi compromiso ha sido siempre con el diálogo y la democracia”. Antes de pronunciar esa frase, dijo que “todos los sectores políticos fueron responsables del quiebre de la democracia”, que fue “un fracaso colectivo”, y acusó a la izquierda de distorsionar “groseramente” sus dichos.
Matthei exhibe este discurso en un año en que la extrema derecha que justifica la dictadura le disputa a Chile Vamos el electorado derechista con candidaturas como la de José Antonio Kast y la de Johannes Kaiser. Estos dirigentes sólo criticaron las declaraciones de Matthei porque las consideran oportunistas.
“Nuestra posición sobre lo que ocurrió hace 50 años es clara y conocida, y no cambia según las encuestas o la ansiedad electoral. Pero nuestra prioridad es mirar hacia adelante”, dijo Kast, candidato del Partido Republicano. A su vez, Kaiser, del Partido Nacional Libertario, manifestó su sorpresa por las declaraciones de Matthei y dijo que cree que “en los últimos 20 años no hemos escuchado nada similar” y que “hay cierto oportunismo electoral”.
Según una encuesta de la consultora Cadem, publicada el domingo, 28% de los chilenos creen que la próxima presidenta será Matthei, seguida en porcentajes por Kaiser (14%), Kast (13%), Tohá, (5%), Jara (3%) y Winter (3%).
Cuando se les consultó a los encuestados a quién votarían si las elecciones fueran ese mismo día, Matthei se mantuvo en el primer lugar (20%), seguida por Kaiser (15%), Kast (14%), Jara (5%), Tohá (4%) y Winter (3%).
Está previsto que las alianzas de derecha e izquierda celebren primarias en mayo para elegir sus candidatos a la presidencia para las elecciones del 16 de noviembre. Si ese día ningún candidato supera el 40% de los votos, se celebrará una segunda vuelta el 14 de diciembre. Distintas encuestas presentan un posible escenario de balotaje entre Matthei y Tohá.