El enviado especial de Estados Unidos para el conflicto en Medio Oriente, Steve Witkoff, presentó al movimiento palestino Hamas “una propuesta de alto el fuego que Israel respaldó y aprobó antes de enviarla”, informó este jueves la vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
Agregó que los dirigentes de Hamas “la están estudiando responsablemente” y manifestó su expectativa de que “se logre un alto el fuego en Gaza para que todos los rehenes puedan regresar a casa”.
Según informaron diversos medios, la propuesta incluye una tregua de 60 días en la que serían liberados en un primer momento diez rehenes israelíes y los cuerpos de otros 18 que murieron en cautiverio, a cambio de la excarcelación de palestinos detenidos en cárceles israelíes.
Contempla también negociaciones para que termine esta ofensiva, pero no asegura su finalización, ni tampoco prevé la retirada de las tropas israelíes, dos puntos que ha reclamado Hamas.
De hecho, el gobierno de Benjamin Netanyahu anunció la anexión de territorios palestinos de la Franja de Gaza desde que dio por terminada la tregua vigente en marzo.
También ratificó ayer su decisión de aprobar 22 nuevos asentamientos de colonos israelíes en Cisjordania, así como la legalización de otras colonias instaladas allí que no contaban con permiso oficial.
El ministro de Finanzas israelí, el ultraderechista Bezalel Smotrich, proclamó que este era un “gran día para los asentamientos” y un “día importante para el Estado de Israel”, y consideró que esta aprobación implica un “éxito a la hora de crear un profundo cambio estratégico”. Afirmó que esta decisión “histórica” llega “58 años después de la liberación de Judea y Samaria”, aludiendo a la ocupación de Cisjordania por parte de Israel.
Hamas manifestó que esta política de colonización “supone una nueva confirmación” de que Israel sigue “acelerando la judaización de la tierra palestina con un proyecto de anexión encabezado por un gobierno de terroristas y extremistas”.
“Ayuda humanitaria como arma”
El Comité Internacional de la Cruz Roja señaló este jueves que la protección de los civiles en la Franja de Gaza “no es sólo una obligación dentro del derecho internacional”, sino también “un imperativo moral”, y advirtió que la situación que viven esas personas es “intolerable”.
“La escala de destrucción que vemos en este momento en Gaza no nos acercará a la paz o la estabilidad. Sólo profundizará el sufrimiento”, manifestó en un comunicado el responsable de la Cruz Roja para Israel y los Territorios Ocupados, Julien Lerisson.
Un hospital de campaña de la Cruz Roja fue atacado el miércoles en Jan Yunis, y este jueves Israel ordenó la evacuación de tres escuelas que sirven como refugio y del único hospital operativo en el norte de la Franja de Gaza, Al Awda, en Yabalia.
Algunas de las personas internadas allí ya fueron trasladadas a otros centros debido al deterioro de este centro de salud, que ya sufrió otros tres asedios militares israelíes. Pero todavía quedaban este jueves 59 personas, pacientes y trabajadores.
Según el Ministerio de Salud gazatí, la evacuación de otros dos centros, el Hospital Europeo y el Centro de Gaza para el Cáncer, “ha exacerbado la catastrófica situación de los pacientes”. Unas 11.000 personas con cáncer sufrieron la interrupción de sus tratamientos.
El ejército israelí también ordenó la evacuación de la escuela elemental de Nuseirat y otras dos, Khalid Bin Al Walid y Al Jaouni, que sirven como refugios de desplazados en el centro de la Franja de Gaza. Llamó a los civiles a “expulsar a los terroristas” y alejarse de sus infraestructuras, informó la agencia Efe.
Esta ofensiva ya mató a 54.249 personas en la Franja de Gaza, dejó miles de desaparecidos y 123.492 heridos, según datos de las autoridades locales.
En su comunicado, la Cruz Roja también denunció que en Gaza “las necesidades humanitarias son abrumadoras” y que “un camión, tres, incluso 100 por día simplemente no bastan para cubrir la magnitud de las necesidades de dos millones de personas”.
Israel dificultó el ingreso de ayuda humanitaria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y, en cambio, habilitó el reparto de alimentos por parte de la Fundación Humanitaria para Gaza, creada por Estados Unidos y que cuenta con exmilitares y agentes de seguridad privada como empleados.
“La privatización de la ayuda [humanitaria] y el uso de la ayuda como arma es un precedente muy peligroso. No sólo en Gaza sino en otros conflictos”, dijo la coordinadora de la ONU para el proceso de paz en Medio Oriente, Sigrid Kaag, ante el Consejo de Seguridad.
Stéphane Dujarric, el vocero del secretario general de la ONU, António Guterres, dijo este jueves que durante los últimos tres días Israel impidió a esta organización distribuir cualquier tipo de ayuda humanitaria en Gaza, y que 600 camiones se encuentran en la frontera, a la espera del permiso para entregarla.