Opinión Ingresá
Opinión

Ilustración: Ramiro Alonso

Golpeadores y golpeados

1 minuto de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago
Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

En el medio siglo que nos separa del golpe de Estado de 1973, la mayoría de los protagonistas del proceso ya murieron. El mundo y el país han cambiado mucho, debido a grandes acontecimientos que eran, en gran parte, impensables hace 50 años. Es cada vez más forzado ubicar los años 70 del siglo pasado en nuestro “pasado reciente” y más viable que comencemos a tratarlos simplemente como historia, prestándole más atención a la evidencia que a las argumentaciones tendenciosas. Sin embargo, a veces parece que retrocedemos en vez de avanzar.

A veces parece que, tantos años después y con tanta acumulación de investigaciones y testimonios, ya estuviera todo dicho y fuera difícil escribir algo necesario sobre el golpe de Estado. Pero todavía, lamentablemente, hay que salir al cruce de quienes se empeñan en plantear el proceso que condujo al quiebre institucional como algo esencialmente vinculado con las acciones de grupos guerrilleros izquierdistas. Digamos de nuevo, si realmente hace falta, que aquellos grupos no se formaron para luchar contra la dictadura, pero digamos también que la dictadura no se instaló para luchar contra ellos.

Todavía es preciso señalar que el desarrollo del proceso autoritario no fue como la trama de una película liviana de acción y aventuras, en la que los personajes decisivos actúan por impulsos individuales. Atribuirles a variables personales el surgimiento, la permanencia y la retirada de la última dictadura uruguaya es tan pueril como las narrativas –demasiado habituales– que describen la invasión rusa de Ucrania como la consecuencia de un presunto perfil psicológico de Vladimir Putin.

Otra trampa del relato individualista es achacarle los crímenes de la dictadura a la “monstruosidad” de algunos represores, que por definición los haría incomprensibles e inexplicables, impidiendo cualquier intento de prevenir conductas semejantes.

Aquel árbol frondoso y horrible, que no ha sido erradicado por completo, se conoció por sus frutos. ¿A quiénes golpeó muy especialmente el golpe? La respuesta surge de la evolución de los salarios, el crecimiento de la desigualdad y la filiación de las personas asesinadas, torturadas, encarceladas, forzadas al exilio y hostigadas a diario en una sociedad carcelaria.

Es claro que hubo un proyecto político y cuál fue su orientación: frenar por la fuerza el avance de ideas y prácticas progresistas, ganarles terreno hasta restaurar un “orden” previo al primer batllismo, en beneficio de poderes nacionales y extranjeros. Implantar, mediante el terrorismo de Estado, un temor a la confrontación radical que aún persiste. Unos golpearon directamente; otros movieron los hilos y mantienen aún más impunidad que los primeros.

En el mundo entero se hacía política a los tiros, y la guerra sólo era “fría” en el territorio de las potencias enfrentadas, pero la influencia de procesos externos a nuestro país ganó terreno porque grandes sectores de la población uruguaya se convencieron de que la democracia les había fallado y no les ofrecía soluciones.

Hay que entender el centro de lo que pasó para que la historia no se repita.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

¿Te interesan las opiniones?
None
Suscribite
¿Te interesan las opiniones?
Recibí la newsletter de Opinión en tu email todos los sábados.
Recibir
Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura