Ingresá

El ex fotógrafo policial Nelson Bardecio, ingresando al juzgado de la calle Misiones (archivo, noviembre 2009).

Foto: Iván Franco

Nos volveremos a ver

3 minutos de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

Bardesio y Rosencof serán sometidos a careo; fiscal resolvería hoy situación del extraditado.

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

El ex fotógrafo policial e integrante del Escuadrón de la Muerte Nelson Bardesio arribó ayer al mediodía al Aeropuerto de Carrasco. De esta forma se efectivizó el pedido de extradición de la jueza Graciela Eustachio, quien ayer por la tarde le tomó declaraciones. La fiscalía tiene hasta mañana para expedirse sobre el destino del detenido, pero está previsto que la decisión no pase de hoy.

La extradición de Bardesio es la primera requisitoria internacional vinculada con la dictadura uruguaya que se concreta. Llegó desde Argentina, en donde Interpol le dio captura el 24 de julio de 2008, y fue trasladado inmediatamente al Juzgado Penal de 8º Turno, en donde fue interrogado durante más de tres horas acerca de los asesinatos de Manuel Ramos Filippini e Ibero Gutiérrez y las desapariciones de Héctor Castagnetto y Abel Ayala. Los homicidios son atribuidos al Escuadrón de la Muerte, organización a la que el ex policía pertenecía, según confesó el mismo Bardesio en varias instancias, en las cuales también reconoció que participaron otros funcionarios policiales, civiles y políticos de los años 70.

La extradición fue solicitada por la jueza Eustachio luego de procesarse la detención de Bardesio en la República Argentina, con la intención de someterlo a proceso judicial por los crímenes mencionados. La resolución judicial referente a Bardesio incluso podría resolverse en forma conjunta con los procesamientos solicitados por el ex fiscal a cargo del expediente, Ricardo Perciballe, contra los ex agentes de la Dirección Nacional de Inteligencia Washington Grignoli, Pedro Freitas y Jorge Grau Saint Laurent.

En esa instancia, el representante del Ministerio Público también emitió una requisitoria contra el empresario Miguel Sofía, que llegó a comparecer en calidad de indagado, pero que antes de conocerse los pedidos de procesamientos se fugó del país. El nuevo fiscal de la causa, Juan Gómez, tiene hasta el sábado al mediodía -cuando se completan las 48 horas de las que dispone para mantener a un detenido bajo su disposición- para resolver si pide el procesamiento de Bardesio, pero se espera que lo haga en esta jornada.

La defensa del ex policía, a cargo del abogado Aníbal Martínez Chaer, pidió ayer medidas de pruebas para diligenciar que favorecerían a su cliente. Según informaron fuentes del caso a la diaria, entre ellas figura la realización de un careo con el actual director de Cultura de la Intendencia Municipal de Montevideo, Mauricio Rosencof, quien en 1972 interrogó a Bardesio en “la cárcel del pueblo”, cuando el Movimiento de Liberación Nacional lo secuestró por tener información sobre la banda de extrema derecha.

El ex dirigente del MLN-T declaró ante Eustachio el 21 de agosto de 2008 que Bardesio fue detenido por ser “uno de los hombres clave del ‘Escuadrón de la Muerte’ [...] y se dispuso a colaborar sin ninguna restricción, le proporcionamos un cuaderno y redactó día a día actividades, nombres y operativos, [así como] la vinculación con la Embajada norteamericana y la CIA”. Asimismo había asegurado que las declaraciones del ex agente policial “no fueron producto de apremios de ningún tipo y eso lo testificó Héctor Gutiérrez Ruiz en la ‘Cárcel del Pueblo’”, ya que “nunca fue humillado ni agredido ni golpeado, ni siquiera fue interrogado”.

En esa ocasión, entre otros elementos, Bardesio aportó detalles del operativo concretado en agosto de 1971 (casi dos años antes del golpe de Estado) y que terminó con la desaparición forzada de Castagnetto. Martínez Chaer reiteró ayer a la prensa que Bardesio realizó esas declaraciones bajo tortura y negó tener conocimiento sobre los crímenes y las desapariciones. Pero aquella confesión no es la única fuente de pruebas reunidas a lo largo de la pesquisa. Los mismos extremos fueron confirmados por una comisión parlamentaria presidida por el diputado Juan Pablo Terra, cuyas conclusiones fueron entregadas al por entonces ministro de Educación y Cultura, Julio María Sanguinetti, quien, según varias reconstrucciones históricas, le transmitió al legislador que el presidente Juan María Bordaberry estaba al tanto, aunque nunca lo reconocería.

Asimismo, en esta causa también declaró Nelson Benítez, ex agente de Policía también ligado al Escuadrón, quien avaló lo que Bardesio había dicho en la Cárcel del Pueblo. Y, según la información en poder de la diaria, una vez que la jueza se expida sobre los pedidos de procesamiento, la parte querellante podría presentar nuevos elementos de prueba, entre ellos un diálogo entre el ministro del Interior de la época y un funcionario de la Embajada de Estados Unidos, en que el funcionario uruguayo reconoce la existencia del grupo, justificándolo por estar en lucha contra la guerrilla.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura