El presidente Tabaré Vázquez parece estar dispuesto a dejar su marca. Ayer, acompañado por referentes del Poder Ejecutivo, le transmitió al Secretariado Ejecutivo del Frente Amplio (FA) que seguirá adelante con el decreto del Plan Cardales, que ha generado discordia en la izquierda, y defendió su puesta en marcha. La iniciativa en cuestión, que se conoció horas antes de las últimas elecciones, concede beneficios tributarios a las empresas privadas que estén dispuestas a ofrecer el servicio de triple play, que incluye televisión por cable, internet y telefonía básica.
El planteo gubernamental ha sido cuestionado por sindicatos y dirigentes del Partido Comunista del Uruguay (PCU) y del Movimiento de Participación Popular (MPP). Tampoco cayó bien en el entorno del presidente electo, José Mujica.
El Secretariado del FA -integrado por delegados de los sectores que tienen bancas en el Senado, y de las bases de Montevideo, Canelones y el resto del interior- concurrió con ánimo de “intercambiar puntos de vista”, ya que no tenía ninguna resolución tomada, según explicó una de sus integrantes, Liliam Kechichian. La ex subsecretaria de Turismo evaluó que se trató de una “estupenda” reunión, en la que se pudo acceder a información “altamente calificada” sobre todo el proceso del Plan Cardales. “Creo que hubo amplia satisfacción, incluso entre los compañeros que tenían sus dudas en la previa, que no era el caso nuestro”, dijo la delegada de Alianza Progresista. A su entender, las distancias entre lo que piensan el FA y el gobierno sobre este tema “no son tantas”, y las críticas que han surgido muchas veces “se exageran en su manejo público”. “Pero en la reunión Tabaré no se detuvo en eso, sino en brindar toda la información detallada”, agregó.
Vázquez estuvo acompañado por el director del Latu, Miguel Brech- ner; el presidente de UTE, Beno Ruchansky; el secretario de la Presidencia, Miguel Toma; y el vicepresidente Rodolfo Nin Novoa; mientras que la delegación frenteamplista la encabezó Jorge Brovetto. En sus intervenciones, Vázquez puso sobre la mesa sus argumentos favorables al decreto. Dijo que la iniciativa del Cardales (que significa “Convergencia para el Acceso a la Recreación y al Desarrollo de Alternativas Laborales y Emprendimientos Sustentables”) beneficiará al 20% más pobre de la población y permitirá universalizar el acceso a las telecomunicaciones, destacando que el Estado tendrá una importante participación, por la que recibirá “contrapartidas”.
Antes del cónclave con Vázquez, el órgano frenteamplista había analizado el asunto y mantuvo una serie de entrevistas con actores involucrados, entre ellos Sutel, pero no acudió a la cita con una resolución tomada. Vale recordar que el sindicato del ente telefónico ha sido duramente crítico con la decisión gubernamental, porque entiende que afecta el monopolio de la empresa.
“[De la reunión con Vázquez] parece que salieron todos contentos, pero no entiendo bien por qué. A nosotros nos habían dicho que la postura del Secretariado era no innovar con este tema, pero parece que nos mintieron. Realmente la expectativa que teníamos sobre esta reunión era otra”, dijo anoche el presidente de Sutel, Gabriel Molina. Recordó que después del 20 de octubre, cuando se conoció el decreto, el gremio pidió entrevistas para que Vázquez lo escuchara, pero no fue recibido, aunque sí mantuvo encuentros con el ministro de Industria, Raúl Sendic, y con Toma.
Molina puntualizó que hace algunas semanas el abogado de Sutel, Óscar López Goldaracena, le preguntó a Toma si todavía quedaba margen para modificar la redacción del decreto, pero la respuesta fue negativa. “Hemos conversado con Mujica y con compañeros de su fuerza política, porque es un tema muy preocupante. Este decreto pone en serio riesgo la sustentabilidad de la empresa”, opinó Molina. Sutel analizará esta tarde cuál será su estrategia en el futuro. “Vemos que esto es el comienzo de una batalla dura, porque no se escuchó el punto de vista de los trabajadores”, sostuvo.