La organización Hijos reclamó ayer a los senadores que voten el proyecto interpretativo para “erradicar del orden jurídico la oprobiosa y vergonzosa” Ley de Caducidad. “No se debiera tener que refrendar la validez y vigencia de los derechos humanos a través de iniciativas populares. El problema a discutir no es que haya habido un referéndum y un plebiscito, sino que el Parlamento haya promulgado una ley indigna que viola nuestros derechos fundamentales como afectados directos y como sociedad toda. Y es aun más sorprendente e indignante que cinco legislaturas hayan permanecido indiferentes a tamaña afrenta”, expresan.
Los firmantes, 41 hijos de desaparecidos y asesinados durante la última dictadura, se preguntan a continuación si el hecho de que hayan transcurrido más de 30 años convierte lo sucedido en “un tema del pasado”. “¿Puede considerarse un tema concluso el hecho de que los desaparecidos por el Estado permanezcan al día de hoy desaparecidos? ¿El tiempo, contrariamente a lo que se dice muchas veces, no agrava, conforme a cada día que pasa, la ejecución del delito en lugar de atenuarlo?”, interrogan. “Seguimos sin saber sus paraderos, la desaparición de nuestros padres sigue siendo una lamentable realidad”, agregan. Y concluyen que si “en Uruguay existen desaparecidos es porque aún hoy continúan desapareciéndolos, para lo cual ha sido y es necesaria la anuencia, complacencia y aquiescencia del Estado democrático”.
“Por esta razón la impunidad repudiada no es una cuenta con el pasado, ni un asunto que exclusivamente nos afecte como familiares, ni un tema que se resuelva con pragmatismo jurídico y/o político. La construcción del nunca más es una imperiosa necesidad que tenemos como sociedad, y se hace con verdad y justicia”, sentencian. Añaden que “no habrá garantías de que no se repita la violación de los derechos humanos mientras exista una ley que ampare a los responsables de delitos de lesa humanidad”, ya que ésta “sienta un precedente de horror tácitamente avalado”, “pauta códigos de convivencia social y cimienta una cultura que naturaliza la impunidad, con gran costo para las futuras generaciones”.
Entre los firmantes están Valentina Chaves, Macarena Gelman, Victoria y Anatole Julien, y Mariana Zaffaroni.