-¿Hace alguna autocrítica sobre cómo se manejó el tema de los aportes privados a la fiesta de asunción?
-No hago ninguna autocrítica y creo que se desinformó sobre el tema. Todos los actos, como el cambio de legislatura del 15 de febrero, tienen un costo, desde que tenés un tipo que prende la luz hasta que la apagó. La parte institucional corre por cuenta del Estado y la Constitución no dice en ningún lado que haya que festejar, pero es la usanza. Siempre después se festeja y lo que planteamos es que no sea una erogación para el Estado. Creo que está bien que sea así. Es una novedad y puede ser en el futuro un hábito que le ahorraría unos pesos importantes al Estado.
-¿Eso no genera compromisos?
-Y también se podría generar un compromiso con los cantantes que van gratis. O con la organización que trabaja gratis. No se puede desconfiar tanto y pensar que por cuatro pesos podés generar un compromiso con un presidente. Entonces cerrá y vamos. Te podrá gustar o no, pero pensar en una situación turbia es lo más disparatado que hay sobre la tierra. La idea para los festejos es no discriminar a nadie y que todo el que pueda poner algo para que no gaste el Estado lo ponga. Eso no ha sido así, pero, ¿por qué no se puede empezar una cosa nueva?
-¿Y por qué se eligió a esas empresas?
-Eso fue por un problema práctico. A la persona que organizó la colecta se le ocurrió hacerlo así. Es algo completamente secundario. Porque otra vez, más adelante, si pensamos en dejarlo como un hábito, seguramente serán otras las que aporten. Para estos cinco años vamos a apuntar con mucha fuerza al voluntariado y para algunas tareas habrá ciertos voluntarios y en otras habrá otros. Y podrán preguntar “¿por qué ésos?”. Seguramente habrá mil motivos, pero lo cierto es que aspiramos a incorporar una enorme masa de voluntariado.
-¿Piensa que desde el PIT-CNT se intentó marcar pautas de relacionamiento con el presidente electo?
-El PIT-CNT tuvo varias reuniones con Pepe y Danilo durante estos meses. Y ahí les quedó claro que tienen línea directa, como se vio el viernes. Al PIT-CNT con el gobierno de Tabaré le fue muy bien, se aprobaron 36 leyes laborales y el número de afiliados de la central creció de una manera fantástica. Al obrero uruguayo le fue bien y queremos profundizar eso.
-La definición municipal generó tensiones en la interna del FA. ¿Piensa que hay que cambiar la estructura?
-Después de mayo la fuerza política tendría que ir a un congreso extraordinario para rediscutirse, porque hay fenómenos nuevos. Con las redes frenteamplistas hay que tener contacto permanente, y se puede revisar el estatuto para evaluar si hay mayorías demasiado exigentes. Pero en la vida democrática hay un momento en que se vota y hay que saber aceptar los resultados. Tenemos que discutir cómo revitalizar los comités del FA, y el voluntariado es un llamador para la militancia.
-¿La presidencia del FA estará en debate?
-Ahí tenés un ejemplo. Lo que pasó con Constanza Moreira [propuesta por Mujica en diciembre de 2007] es igual a lo de Daniel Martínez. Constanza tuvo más de la mitad de los votos en un congreso -más amplio que un plenario departamental-, pero no llegó a la mayoría requerida. No pudo ser presidenta y reelegimos a Jorge Brovetto. Claro que se puede revisar cosas, pero éste es un problema muy viejo y no nació ni murió con Daniel Martínez. ¿Cuántos años estuvo Confa para poder ingresar al FA? La gente del FADA [Frente Artiguista Democrático Avanzado, escindido del Partido Comunista] ha pedido ingreso varias veces y no ha podido, y está dentro del Espacio 609 para tener presencia en la vida política. Las cosas siempre tienen que estar en revisión, pero todo tiene pros y contras, porque el FA es algo inédito en la historia del mundo, es un milagro de la artesanía política.
-¿Cómo evalúa las críticas de legisladores del Espacio 609 al sistema de pagarés propuesto por el MPP?
-Toda la vida los cargos políticos colaboraron con los partidos. Hoy hay una ley de financiamiento pero no está reglamentada. Algunos, para tener un lugar en la lista, te piden la plata por adelantado; en muchos partidos tradicionales es así. Si tenés 10 mil o 15 mil dólares estás en la lista; si no, no. En el MPP hacemos las finanzas en colectivo, pero después tenemos un retorno con lo que el legislador o el cargo ejecutivo aporta. En nuestros veinte años hemos sido muy amplios -porque si hay un grupo político amplio es el Espacio 609- y hubo gente que se fue del sector con la banca, como [Helios] Shartou, [Jorge] Zabalza o los compañeros de la CAP-L, y otros la devolvieron, como [Hugo] Cores o [Leonardo] Nicolini. Son dos actitudes, y podemos trabajar sobre la conciencia de los compañeros, pero cuando te quemaste con leche, ves la vaca y llorás. Como decía el Che Guevara, hay determinadas medidas sociales que tienen algo de coercitivo y son válidas. El MPP ha sido un grupo político muy franco, frontal y honrado, con libertad interior. Es un lugar donde se puede pensar y opinar, sólo que en un momento hay mayorías y minorías, y son las reglas de juego de cualquier ámbito de democracia.
-Algunos dirigentes del FA, aunque no lo expliciten públicamente, piensan que el Espacio 609, pese a su respaldo popular, no ha formado suficientes cuadros políticos para gobernar. ¿Qué opina?
-Es una falsa visión. Basta pensar en tipos de la altura de Ricardo Ehrlich, Ernesto Agazzi, Daniel Garín (el único master en trazabilidad del país), Andrés Berterreche o Gabriel Frugoni, y ahora aportamos calidad en el Parlamento con Constanza Moreira, así que por favor. Tenemos un instituto como el Cadesyc que es abierto para todo el mundo y un grupo interesante de compañeros comprometidos. Eso es lo que nos ha generado la confianza de la gente, porque tenemos los votos porque la gente confía en nosotros.
-¿Se acerca mucha gente por estos días para que le traslade planteos a Mujica?
-Acá me vienen a plantear problemas de todo tipo. Hoy recibí un montón de gente y la mayoría son para que se los comente a Pepe. Es lo que llamo la “línea directa”. Y soy muy clara con esas personas: a Pepe no le voy a decir nada. Para llegar a él éste no es el camino, y si ayudo es como legisladora. Si no procedo así confundo la madeja, porque el vínculo entre Ejecutivo y Legislativo corre por cuenta de Danilo.
-Muchos interpretan que lo que usted dice refleja la opinión de Mujica. ¿Siempre es así?
-Es una idea absolutamente equivocada. Tengo mi pensamiento, mi militancia y mis responsabilidades. Hice mi campaña con la 609 y no participó Mujica, más que como candidato del FA. Es claro que puedo tener miles de puntos de coincidencia, porque venimos del mismo sector, pero también puedo tener mi mirada diferente.
-¿Se imagina discrepando con alguna decisión del Ejecutivo?
-Y claro que puedo, ¿por qué no? He discrepado en el período que termina y lo podría hacer en éste. Eso tiene que ser absolutamente natural, pero si la gente se hace determinada película no es un problema mío.
-Ya comenzaron a circular versiones sobre el papel de Vázquez en el futuro. ¿Cuál es su posición?
-Escuché lo de Tabaré para la OEA y se me llenó el corazón de alegría, por el honor que sería para Uruguay. No sé cuánto de cierto tenía la información. Si algo así no prospera, tengo entendido que Tabaré adelantó algunas cosas, como que pretendía militar para las municipales de mayo, lo que me parece fantástico. Perdemos una figura como Pepe pero recuperamos a Tabaré. Nadie duda que es la persona con mayor peso y liderazgo en el FA, y me gustaría que, después de tomarse algunos meses, tenga un lugar preponderante en la fuerza política.
-¿La presidencia del FA?
-Por ejemplo. Ésa podría ser una responsabilidad para él. O si no quiere algo tan concreto, tendría que ser algo parecido a eso. Tendríamos la ventaja de contar con alguien que hizo un experiencia inédita para el FA. Los grupos políticos necesitan liderazgos y Tabaré es el líder indiscutido del FA; entonces, sería bueno que ejerciera ese liderazgo a pleno.