“Se trata de hacer una evaluación oportuna en cada zona para no quedarnos con una idea general sino para poder descifrar los Montevideo dentro de Montevideo y hacer insumos que nos permitan armar un documento final para entender las cosas que no estuvieron bien. Tenemos que sintonizar con los montevideanos, es una tarea de la que nos hemos alejado durante años. Tenemos que hacer el intento de sintonizar con los barrios populosos para ser alternativa departamental en cinco años, además de ser alternativa nacional. Pero para esto debemos votar bien en Montevideo”, explicó al abrir la jornada el diputado Fernando Amado (Vamos Uruguay, VU), presidente del Comité Ejecutivo Departamental (CED).
Enseguida un asistente, que se identificó como Sebastián, pidió la palabra. “Yo acá no estoy viendo ediles ni diputados de VU ni de Propuesta Batllista (Proba). Yo acá no veo el batllismo. Se vienen a acordar a lo último y no a lo primero, cuando más los necesitábamos”, se quejó. Y devinieron “un par de aclaraciones” de Amado, que respondió que los integrantes del CED Flavio Beltrán, Martín Bueno y Julio Tartaglia son ediles y que él es diputado. “Vos sabés de lo que te estoy hablando. No es que hay uno, dos o tres. Deberían estar siempre, no sólo cuando hay campaña. Siempre se dice que vienen a pedirte el voto y luego se olvidan de vos durante cinco años, y ahora te das cuenta de que es verdad”, continuó Sebastián. “Yo te entiendo, pero no pases factura a los que estamos acá”, le devolvió Amado.
Terció una mujer vestida de colorado que hizo causa común con Sebastián. “Yo quiero saber si vamos a hacer algo por la gente. El PC se olvidó de la gente, por eso nos siguen ganando así. El Frente Amplio [FA] fue más inteligente; se preocupó de la gente carenciada, no como el PC. Tuve poco apoyo de VU; pero, además, con dos autos no podía recorrer Pajas Blancas, Casabó, Santa Catalina y Rincón del Cerro”, planteó. Beltrán aclaró que había resultado electo por el Foro Batllista y defendió su tienda diciendo que “el único diputado” de su sector, Óscar Magurno, “trabajó en todas las elecciones, apoyando siempre como pudo”.
“Agradezco el trabajo de todos ustedes. Estas instancias están buenas, pero tenemos que escuchar a la gente que vive en esta zona”, deslizó el edil electo y el comentario perturbó a la militante. “Bueno, para la próxima vas a tener a la gente acá”, le espetó. Otra colega suya, Maira, aclaró que era del Municipio B pero que trabajó en el A durante la campaña. Mantuvo el tono de las intervenciones: “Acá no veo compromiso de nadie, como se dijo en la convención departamental. Se fueron a las zonas donde tenían votos seguros. Entonces acá la pregunta no es por qué votamos mal sino por qué no están ni estuvieron acá los ediles y los diputados. Ése es el error”.
El ex candidato a alcalde Nelson Mandela Záccara intentó poner paños fríos. “Tenemos que empezar a mostrar la renovación. No demos palos a ellos, que son los que están acá. Renovemos buscando soluciones, no dando palo. Sabemos que estamos un poquito bastante jodidos, pero es hora de juntarnos”, propuso. “Estoy contigo, pero no podemos trabajar si no sabemos qué respaldo tenemos”, volvió a intervenir la dirigente vestida de rojo. “Las dos partes tienen razón”, interrumpió Adriana Barrios (Proba). Y continuó: “Pero no podemos pensar que estamos en un pequeño partido, yo siento que estoy en un gran partido. Ahora, los dirigentes de barrio enfrentamos los problemas pero no tenemos las herramientas para solucionarlos y no contamos con el respaldo de los que sí las tienen”.
“Como vecina”, la convencional nacional Cristina de Armas (VU) consideró: “No tengo que buscar otro colorado [para trabajar] sino entrar [a trabajar] en los lugares donde sé que no son colorados. Hay mucho que uno puede hacer sin esperar a otros”. Gonzalo Arias, integrante del CED, opinó que “esta reunión tiene que ser motivo de alegría” teniendo en cuenta que el PC “estuvo recluido en las paredes de Martínez Trueba”, en alusión a la dirección de la casa partidaria. “Es la primera vez que sacamos la cabeza, era lógico que íbamos a ligar”, dijo con tranquilidad. Arias propuso mantener “estas instancias” y pidió “una carta de crédito”. “El FA está recorriendo el camino inverso, va camino a recluirse en Colonia”, donde queda la sede.
Las críticas a Pedro Bordaberry llegaron con Sara, que lo responsabilizó de hacer con Proba una “competencia deshonesta”. “Pedro sale con Ney [Castillo] diciendo que era el candidato del partido; tratar de meter un voto para Villar era un caos”. “El PC no tiene que abarcar la pobreza, tiene que poner cabeza. El primero de la lista no es la cabeza, la cabeza es la que piensa”, disparó. Otra dirigente defendió a Bordaberry “que la vino a buscar”, al contrario “del Foro, donde Sanguinetti elige a dedo”. Amado retomó la palabra para “pactar” con lo expresado por Sara. “El PC dejó de conmoverse con los problemas de la gente. Esa arma es la única capaz de generar un sueño, porque el PC no es un partido de pitucos cajetillas, es un partido de gente normal. Los votos importan, pero como estamos lejos de la lógica electoral podemos empezar. Les pido que entiendan estos procesos, que son lentos”.
En diálogo con la diaria evaluó que muchas de “las intervenciones jugosas” que hubo “en la catarsis colectiva acertaron en el clavo”. “Tiene que haber un nuevo aprendizaje. La dirigencia barrial y la partidaria nos tenemos que dar esa oportunidad de establecer una nueva relación. El dirigente tiene que entender que el líder o aquellos que están en lugares de representación no son solucionadores de problemas concretos. Y nosotros no tenemos que repetir el error de no escuchar los reclamos”, relfexionó. El lunes 29 será el turno del Municipio B.