El evento comenzó con una exposición general del jerarca sobre la política económica y el presupuesto. Resaltó que el Frente Amplio (FA) hizo de la política fiscal “un instrumento útil” con “contenido político”, cuando en gobiernos anteriores se gobernaba “a los barquinazos” y la discusión parlamentaria “se vaciaba” porque el Poder Ejecutivo terminaba estableciendo topes administrativos que torcían la voluntad de los legisladores.
Hizo hincapié en que la política económica del gobierno “no tiene objetivos específicos ni diferenciados del plan de gobierno del FA”, y se refirió a las cifras publicadas hoy por el Instituto Nacional de Estadística sobre pobreza (ver página 5). Destacó que el hecho de que ésta se haya reducido en 2009, cuando en toda América Latina creció, “alienta pero no satisface”.
En cuanto al presupuesto, describió que tendrá como objetivos asegurar la continuidad de las políticas del gobierno de Tabaré Vázquez, como incorporar al Fonasa a los grupos excluidos, avanzar en asignaciones familiares y la continuidad del Plan Ceibal, e incorporará cambios en función de las prioridades del plan de gobierno 2010-2015.
Anunció que no habrá ningún incremento de impuestos; que se mantendrán los avances logrados en la pasada administración respecto a las remuneraciones de los funcionarios públicos; que se priorizarán los salarios vinculados a la seguridad pública con partidas salariales adicionales; que se fortalecerán las asignaciones presupuestales para vivienda, especialmente para cooperativas y viviendas en zonas con “niveles dramáticos de insuficiencia”; y que habrá “propuestas concretas” en materia de ingresos para los sectores más sumergidos del ámbito público.
Respecto a impuestos, aseguró que el gobierno está trabajando para que la rebaja proyectada de dos puntos porcentuales de IVA “les llegue efectivamente a los consumidores”, y apuntó que se implementará en 2011. Sobre una eventual suba del mínimo no imponible del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF), reclamada por algunos sectores del FA y de la oposición, indicó que “hay medidas que pueden ser simpáticas pero muy poco justas desde el punto de vista distributivo”. “Nosotros peleamos por este impuesto, no tenemos que ser nosotros los que lo vaciemos de contenido”, sentenció.
Lorenzo informó que cuando esté pronto el presupuesto se reunirá con la bancada parlamentaria del FA para presentarle el texto.
Contrapunto
Respondiendo a una pregunta del público sobre por qué no se otorga el 6% del Producto Bruto Interno (PBI) a la educación, el ministro indicó que el 4,5% que el gobierno prevé asignar implica, “para una economía en crecimiento, un volumen de recursos adicionales muy importante”. Apuntó que en este presupuesto no están previstos aumentos de impuestos, y que por lo tanto los recursos adicionales con los que se cuenta provienen del crecimiento.
“No son recursos que se tienen guardados y no se quiere poner a disposición de la educación. La educación se lleva más de un tercio de todos los recursos adicionales disponibles para ser asignados, y la educación no es la única prioridad”, advirtió. “Si se pensara en algún guarismo como éstos que se plantean, se llevaría varias veces todo el espacio fiscal disponible del país para el próximo quinquenio”, agregó.
Sobre el final del encuentro, un participante se presentó como “un trabajador de la educación” y reclamó el 6% porque “está en el programa del FA [aunque este punto no figura de hecho]”, y porque eso fue lo que resolvió el Congreso de la Educación y el Congreso del Pueblo. Lorenzo le contestó que respetaba sus razones, pero explicó que el gobierno se propone “cumplir con un programa que tiene múltiples objetivos”, y pretende “que la educación no sólo reciba más recursos sino que impacte favorablemente sobre sus destinatarios”.