A sus 92 años, el general retirado Víctor Licandro donó ayer al Archivo General de la Nación (AGN) 92 cajas con materiales que repasan 60 años de historia, en una ceremonia en la que participaron, entre otros, la directora de esa institución, Alicia Casas, y el ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich. En diálogo con la diaria, Licandro detalló que la documentación está fechada entre los años 1947 y 2007, y está vinculada a su actividad militar, a su actuación política dentro del Frente Amplio (FA) y a actividades no partidarias.
Tras la firma de un acta que formalizó la sesión, el decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Álvaro Rico, realizó una reseña biográfica del general. Nacido en Tacuarembó, Licandro se radicó en Montevideo en 1934, donde realizó el liceo nocturno y el liceo militar y posteriormente ingresó a la Escuela Militar. Se especializó y ejerció la docencia en aerofotogrametría y topografía, conocimientos que lo relacionaron con temas vinculados a la soberanía nacional y la defensa del territorio. En 1966 ascendió al grado de general y en 1968, con el advenimiento del autoritarismo, solicitó el retiro voluntario, dedicándose a la militancia política. Así, el 5 de febrero de 1971 participó en el acto fundacional del FA junto con el general Liber Seregni.
El archivo donado documenta estos hitos. Entre las 92 cajas se encuentran insumos producidos en el seno de diversas comisiones de trabajo que Licandro integró: sobre límites entre Uruguay y Brasil, sobre la situación geográfica de nuestro país, sobre el levantamiento topográfico realizado para la construcción de la represa de Salto Grande y sobre las evacuaciones en las inundaciones de 1959 en Paso de Los Toros. Sobre la actividad partidaria quedan registros de los orígenes del FA y de su experiencia en los ámbitos partidarios creados después de la dictadura: Defensa Nacional y el Tribunal de Conducta Política, que integró hasta 2007, año en el que renunció.
Licandro destacó que también donó material referido a su actividad en la Organización de Militares por la Democracia, la Integración y la Liberación de América Latina y el Caribe, que lo llevó a disertar por la región y por Europa. “Desde que me replegué de la actividad por razones de edad y de salud he tenido la inquietud sobre qué hacer con estos materiales. Porque tenía compañeros que me advertían que no los destruyera. Y la inquietud era: si no los destruyo, ¿a quién se los doy?”, relató. Luego entendió que el mejor lugar era el AGN y tomó la decisión.
El ministro de Educación y Cultura opinó que “esta donación en un símbolo que representa 60 años de la memoria del país y está a disposición de la ciudadanía, que deberá usarla como ejemplo para construir el futuro”, al tiempo que lamentó que la palabra “archivo” se use generalmente como sinónimo de “olvido”. “Éste es el momento en el que lo personal de una comunidad se integra a la historia y acompaña al conjunto del país”, concluyó.