El proyecto firmado por todo el Consejo de Ministros el lunes fue enviado ayer al Parlamento. Éste aumenta el mínimo no imponible del IRPF a 17.800 pesos mensuales, y crea una nueva franja para quienes ganen más de 256.000 pesos aproximadamente por mes, que deberán aportar el 30%. A su vez, se podrá deducir del pago del IRPF las cuotas por préstamos de viviendas o cuotas de las cooperativas de vivienda, para los propietarios de inmuebles de menos de 794.000 unidades indexadas (aproximadamente 90.000 dólares).
En relación al IVA, el proyecto disminuye en dos puntos porcentuales la tasa del IVA a las compras realizadas con tarjetas de crédito o débito, y elimina ese tributo para quienes realicen compras con las tarjetas alimentarias que entrega el Ministerio de Desarrollo Social o los beneficiarios de las asignaciones familiares.
Por otra parte, el proyecto reduce la partida que se vuelca de la recaudación del IVA al BPS. Actualmente, están asignados siete puntos de la recaudación del IVA al banco, que pasarían a ser cinco. A la vez, el texto elimina una compensación que el gobierno nacional realiza al BPS desde que se derogó el COFIS (también una parte de la recaudación por ese gravamen estaba asignada al organismo). El texto también elimina el impuesto a los semovientes que actualmente cobran las intendencias a la venta de ganado.
En rojo
Si bien el texto llegó ayer al Parlamento, la versión del proyecto circula desde hace varios meses en el FA, luego de que el ministro de Economía, Fernando Lorenzo, lo presentó en el Consejo de Ministros. Según explicó el diputado Gustavo Bernini (Partido Socialista), su sector considera que "en general el proyecto es compartible; hay algunos aspectos más urgentes que otros, y en algún punto directamente discrepamos".
Los socialistas rechazan la reducción de los ingresos del BPS y, según explicó Bernini, la diferencia se planteó hace meses en la orgánica frenteamplista. "No compartimos desde el punto de vista político el planteo, no tiene sentido", aseguró el legislador, que señaló que el BPS con sus ingresos por aportes patronales, obreros más las partidas establecidas por ley "estaba llegando a un buen equilibrio y funciona bien. ¿Por qué retirarlo si de todas formas el Estado va a tener que proveer la diferencia? Es hacerlo ver como deficitario", consideró. "Fuimos por los caminos que se tiene que ir; primero a la Comisión de Asuntos Sociales del FA, después en diálogo directo con el equipo económico, y se vio que podía ser de recibo el planteo, y lo planteamos en la propia bancada", contó Bernini, que desconoce por qué de todas formas el tema se incluyó en el texto enviado. El mismo planteo realiza la Vertiente Artiguista.
Otro de los puntos que genera preocupación es la instrumentación de los cambios en el IVA. "La idea de formalizar por la vía de tarjetas está bien, pero hay que ver que no favorezca exclusivamente al sistema bancario. Puede que aparezcan resistencias de sectores que se dedican al crédito como cooperativas, y también hay que ver a cuántos le llega la tarjeta alimentaria, para no quedar en una cosa muy reducida", planteó Rubio.
Según Bernini: "No hay un desarrollo ni operativo ni cultural de la tarjeta de débito, y tampoco está popularizada su utilización en los comercios, porque no todos tienen los medios técnicos, entonces, si la tarjeta más desarrollada es la de crédito, se corre el riesgo de estimular el endeudamiento, y eso nos preocupa".
Bancarizados
Ayer los diputados Jorge Gandini y Daniel Peña, ambos de Alianza Nacional, enviaron por carta una solicitud al Espacio 609 para instalar un “ámbito de diálogo e intercambio de ideas” sobre el proyecto. Según explicó Gandini, se la enviaron a ese sector porque son “los que quieren conversar”. El objetivo es discutir algunas propuestas de cambio, como proponer que se descuente el IVA en UTE a los sectores de menores ingresos, pero también “poner arriba de la mesa” el proyecto de ley que regula el sistema de tarjeta de crédito, elaborado en acuerdo entre Peña, el diputado Gonzalo Mujica (Espacio 609) y asesores del ministro de Economía.
Según explicó Peña, el Ministerio de Economía y Finanzas estima que al aplicarse el proyecto de ley de cambios tributarios se va a multiplicar por diez la cantidad de dinero que mueven las tarjetas bancarias, por lo que si se aprueba el proyecto sin antes regular el sistema de tarjetas “pasa a ser un negocio para los bancos”. Actualmente, por año se mueven 3.000 millones de dólares mediante las tarjetas de crédito, lo que significa una ganancia de 200 millones de dólares para los bancos, explicó el legislador blanco. Peña ya solicitó una entrevista a Lorenzo por este tema.
Para el diputado Mujica: “La inquietud de Alianza es razonable”, y se analizará si se puede aprobar el proyecto “antes o en forma concomitante”. Mujica estimó que el proyecto será analizado por un grupo de la bancada del FA primero, luego en reuniones bilaterales con la oposición y, por último, se presentará el proyecto, eventualmente con cambios, en comisión. Según afirmó, el vicepresidente Danilo Astori le transmitió que el trámite será “tranquilo” y que estima que el proyecto se podrá aprobar en febrero o marzo.