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Julio Castro Pérez nació el 13 de noviembre de 1908 en la localidad de La Cruz, en el departamento de Florida. Estudió magisterio en Montevideo: fue maestro de primer grado en 1927 y de segundo grado en 1932, y más adelante, director de escuela común y de práctica, subinspector de enseñanza primaria, inspector departamental de Montevideo, profesor de filosofía de la educación y de metodología en los Institutos Normales. En paralelo a esa carrera, se destacó por su actividad gremial: entre 1944 y 1945 participó en el Congreso Nacional de Maestros sobre Escuela Rural y en la conformación de la Federación Uruguaya de Magisterio.

Por aquellos años, jugó un rol clave en la primera Misión Socio-Pedagógica a Caraguatá, en el departamento de Tacuarembó, y en la relación de la “Escuelas Granjas” de Agustín Ferreiro. En el ámbito periodístico, una tarea que encaró como otra dimensión de la pedagogía, estuvo junto a Carlos Quijano y Arturo Ardao en el diario El Nacional y en el semanario Acción, experiencias previas a la fundación de Marcha, en junio de 1939. Castro estuvo vinculado al semanario, del cual fue redactor responsable y director, hasta su clausura en 1974. “Me duermo, todas las noches, sin saber si al amanecer me despertará el reloj o la policía. Y eso ya desde hace seis meses. Y así lo pasamos muchos aquí”, le decía Julio Castro a Carlos Quijano, su compañero en Marcha, en una carta que le escribió el 19 de junio de 1976, un año y poco antes de su desaparición.

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