La presencia de organizaciones sociales y religiosas a favor y en contra de la despenalización del aborto fue numerosa. Unos de naranja y otros de amarillo, dentro y fuera del Palacio Legislativo, acompañaron un debate parlamentario que reiteró, una vez más, los mismos argumentos que se esgrimen desde hace más de 25 años. Los opositores buscaron concentrar la discusión en si hay vida desde el momento de la concepción y en si “el feto pertenece o no a la mujer”.
En veremos
La situación con la bancada del Frente Amplio (FA) en Diputados sigue teniendo algunas incógnitas. A la negativa del salteño Andrés Lima (Agrupación Humanista Armando Aguerre) de votar el proyecto, se suman algunas dudas planteadas por el diputado Víctor Semproni (Congreso Frenteamplista, Espacio 609).
"No tengo posición definida porque todavía no sé qué proyecto va a salir del Senado, no lo conozco, así que cuando llegue a Diputados lo analizaremos. Estoy a favor de despenalizar el aborto, pero no de legalizarlo, que son cosas diferentes", señaló. Semproni aclaró que este tema no ha sido discutido ni en la bancada del Espacio 609 ni en la del FA en la Cámara de Representantes. "Pero si desde mi punto de vista el proyecto que llega contiene algún artículo que legalice el aborto, voy a pedir cambios en la redacción", adelantó.
“Un embrión es como un astronauta que no puede salir de la cápsula espacial. No por eso deja de ser astronauta”, comparó Eber da Rosa (Alianza Nacional, AN). Su par Sergio Abreu apeló, como otros, al Pacto de San José de Costa Rica, que consagra el derecho a la vida.
Blancos y colorados apelaron a la postura del ex presidente Tabaré Vázquez. “La vida comienza con la concepción; esta conclusión es compartida, entre otros, por Vázquez”, decía el informe en minoría de la Comisión de Salud elaborado por Alfredo Solari (Vamos Uruguay, VU) y Carlos Moreira (AN).
También alegaron que en los países que “legalizaron los métodos abortivos” las interrupciones de los embarazos han aumentado “significativamente”. “En un país que imperativamente debe cambiar su composición demográfica, en tanto nuestra población ha descendido de acuerdo a las estadísticas del último censo, abrir la posibilidad de disminuir el número de nacimientos parece a todas luces un contrasentido”, completaron.
Mal ahí, Pedro
La prosecretaría de Género del Comité Nacional del Partido Colorado (PC) rechazó ayer, mediante un comunicado, la decisión, impulsada por el senador Pedro Bordaberry (Vamos Uruguay), de aplicar disciplina partidaria a los legisladores de su sector que habían adelantado un voto favorable a la despenalización del aborto. Las integrantes de la mencionada prosecretaría mostraron “preocupación” por la decisión “del sector mayoritario del PC, fuerza política de hombres y mujeres libres que históricamente ha respetado la libertad de opinión y de conciencia”. También “lamenta” la falta de consulta a este ámbito, constituido por mujeres coloradas de todo el país, “las cuales tienen voz y opinión formada sobre este tema tan complejo para la sociedad toda”. “Hemos recorrido el país durante un año y medio reuniéndonos con todas y enriqueciendo el debate, en la mayoría de los talleres sobre la implementación de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva vigente”, reclaman.
En el comunicado adelantan que, cuando se retomen las actividades partidarias en febrero, solicitarán reuniones con las autoridades y líderes para que “rindan cuentas” a la prosecretaría sobre las decisiones tomadas y acerca de “por qué se procedió del modo que cuestionamos”. “Aspiramos a que, en lo posible, se pueda instalar de manera regular un espacio de análisis y encuentro en el que se incorpore la visión de las mujeres y de los hombres del PC, en la discusión de próximos temas que se vinculen a cuestiones importantes de la realidad nacional”, concluyen.
Andrea Maddalena, integrante de la prosecretaría, dijo a la diaria que el cuestionamiento apunta "a las formas y los procedimientos", aunque aclaró que ese ámbito no tiene una posición tomada respecto al proyecto. "Es difícil, porque en la prosecretaría hay mujeres que están en contra y otras que están a favor de la despenalización, pero en cualquier caso nos deberían consultar".
La oposición también apuntó a que “no se puede admitir” que “se pretenda hacer prevalecer la voluntad de la mujer a disponer de su propio cuerpo, como si el feto fuera parte de éste”. Aunque no volvió a mencionarse durante el debate, Solari y Moreira recalcaron que el proyecto discrimina al progenitor masculino, ya que se lo “excluye” de sus derechos y deberes. “Este proyecto no es aceptable desde el punto de vista bioético al no tener en cuenta a todos los involucrados”, señalaron.
Para decidir
Los impulsores de la iniciativa basaron sus argumentos en la “omisión de la Justicia” al aplicar la penalización de la práctica del aborto prevista en el Código Penal y en la situación de desigualdad ante la toma de decisiones. “Esta ley (9.763, que penalizó el aborto) mantiene múltiples formas de discriminación. Una de ellas es la disparidad entre los hombres y las mujeres con relación a la igualdad de derechos para decidir. El hombre siempre ha tenido derecho a decidir entre las mujeres que pueden acceder a métodos y procedimientos con relativa seguridad y las que no”, dijo Mónica Xavier (Partido Socialista).
Con relación a dicha ley, Xavier indicó que “prácticamente no se ha aplicado y no cumplió el objeto para el que fue votada: disminuir la cantidad de abortos”. “¿Se dan cuenta de que lo que se propone es que haya 20.000 mujeres presas por año?”, señaló, a su turno, el senador frenteamplista Rafael Michelini (Nuevo Espacio), mientras que Enrique Rubio (Vertiente Artiguista) expresó: “Si esto no es hipocresía social, ¿en qué consiste la hipocresía social?”.
José Luis Gallo (Asamblea Uruguay), presidente de la comisión de Salud, destacó el carácter laico del proyecto. “El aborto se define como un dilema ético pero no como un problema. Si todos tuviéramos la misma ideología y religión no habría dilema; no tengo que imponer la ética, tengo que tener tolerancia”, enfatizó.
Disciplina y conciencia
Carlos Baráibar (Asamblea Uruguay) fundamentó en contra de la iniciativa aclarando que si bien tiene “formación cristiana”, sus argumentos eran “ideológicos y sociológicos”. Dijo que está en contra del aborto y de la despenalización aunque “acepta algunas condiciones para hacerlo” como en caso de violación, pero que su “punto de quiebre” es que no está de acuerdo en que la condición sea “la propia voluntad de la mujer”. Luego pidió licencia para dejar entrar a su suplente Milton Antognazza, que votó a favor.
Más tarde, cuando Baráibar ya se había retirado del recinto, Luis Alberto Heber (Unidad Nacional) cuestionó este procedimiento, a lo cual Alberto Couriel (Espacio 609) respondió que el FA no declaró asunto político este tema y que pedir licencia fue “una decisión individual”.
A su vez, Heber respondió los cuestionamientos de militantes nacionalistas en las redes sociales porque el Partido Nacional (PN) no declaró “asunto político” esta votación, frente al hecho de que Jorge Saravia (Concertación Republicana Nacional) votaría el proyecto.
Heber explicó que la despenalización es un “tema de conciencia” que no puede declararse “asunto político”. Añadió que no le gustaría que si, en un futuro, su partido cambia de postura él se viera obligado a votar en contra de sus convicciones, marcando distancia de la decisión adoptada por el sector de Bordaberry.
A su turno, Saravia, quien firmó la iniciativa mientras estuvo en el FA, destacó la “libertad de acción” dentro del PN. Señaló que es tradicional en su partido “respetar las distintas posturas” en los “temas de conciencia” y que esto “lo enaltece” y le “da valor”. El colorado Pedro Bordaberry (VU) pidió a Saravia una interrupción en su alocución para aclarar que el Partido Colorado “no tiene disciplina partidaria” y que debió aludir a VU.
Bordaberry enumeró que cuando se aprobó la ley que busca evitar la prescripción y deroga de hecho la Ley de Caducidad, “un senador se fue del FA [por Saravia], otro renunció [por Eleuterio Fernández Huidobro] y otros pidieron licencia”. Y, dirigiéndose a Danilo Astori, que presidía la sesión, añadió: “Usted, señor presidente, no está de acuerdo con el Impuesto [a la Concentración de Inmuebles Rurales, ICIR] que vamos a votar a continuación”. “Que un sector diga que va a tener unidad de acción, son las reglas de juego. Se dice que es un tema de conciencia y no político, y yo creo que todo es político. Y cuando la vida está en juego, si eso no es político, ¿qué es? Hay que tener unidad de acción en la defensa de la vida”, remató Bordaberry.
Sobre el punto de la defensa de la vida, a Bordaberry le respondió el diputado Fernando Amado (VU), que todavía no se ha pronunciado sobre si acatará la disciplina partidaria. “Pedro, la ley no le quita la vida a nadie; quita la penalización legal a la mujer que tome esa decisión. Ojo con el eslogan”, posteó Amado, quien siguió la sesión desde las barras.
En la votación, Pasquet aclaró que votó negativamente “sólo por disciplina partidaria” cumpliendo con el mandato de su bancada. “La disciplina partidaria es un instrumento últil y hábil. Pero se ha hecho una aplicación errónea, no se debe aplicar para estos temas, pero acato la decisión de la mayoría de la bancada. No soy partidario del aborto, pero sí de la despenalización, porque la penalización es inútil y dañina”, concluyó.