"Creemos que hoy era de justicia hacer un homenaje a todos aquellos que desde los distintos lugares oficiaron de fogoneros de esta lumbre que empieza a transformarse en llama", sostenía ayer, pasadas las 18.30, la actriz Gabriela Iribarren en la sede del PIT-CNT. El motivo de tal acto es que a partir de las 9.00 el Senado incluirá las modificaciones al proyecto interpretativo aportadas por el jurista y ex senador José Korzeniak (Partido Socialista) para "desactivar la norma", en amparo a los recientes fallos de inconstitucionalidad por parte de la Suprema Corte de Justicia sobre la Ley de Caducidad.
A ambos lados del río
El PIT-CNT convoca a “rodear” hoy, siete horas después de iniciada la sesión del Senado, el Palacio Legislativo para reafirmar “el compromiso en la lucha contra la ley de impunidad y la vigencia plena de los derechos humanos”. En una misma línea, “uruguayos frenteamplistas, organizaciones civiles, sociales, políticas y de derechos humanos” radicadas en Argentina llaman a concentrarse frente a la embajada uruguaya en Buenos Aires. Tienen previsto entregar un documento al embajador, Guillermo Pomi, para que, por intermedio suyo, les haga llegar a los legisladores la petición de aprobar la iniciativa con “prontitud”.
La oposición interna que surgió dentro del FA en el Senado, protagonizada por Rodolfo Nin Novoa (Alianza Progresista, AP), Eleuterio Fernández Huidobro (Corriente de Acción, Pensamiento y Libertad, CAP-L) y Jorge Saravia (Patria Grande), quedó desarticulada luego de que la CAP-L y AP resolvieron acatar lo dispuesto por el Plenario del Frente Amplio, que el 19 de marzo mandató a sus legisladores a votar el proyecto.
Estos tres senadores tomaron caminos diferentes. Fernández Huidobro apoyará la norma pero argumentará en contra. Por su parte, Nin dejará la banca a cargo de su suplente, el diputado Gustavo Guarino, que la votará. Según dijo este último, el ex vicepresidente "hace una semana que pidió licencia", y explicó que su argumentación dependerá de "cómo venga el debate". Pero aclaró que marcará la posición del sector, que es que "no se puede despejar esto de lo que fueron las dos consultas populares". "Si bien no le resta legitimidad, lesiona el camino de la democracia directa anteriormente utilizada", entendió el diputado, y recordó que AP había considerado "poco conveniente" plebiscitar la ley en octubre de 2009. No obstante consideró que "no es un tema cualquiera, sino que son derechos humanos y voy a votar sin ningún problema".
En cambio, Saravia confirmó que no acompañará el proyecto, lo cual hizo concluir a la dirección del Espacio 609, en el que confluye Patria Grande, que el senador "se autoexcluyó” del sector. Su negativa no afectará la aprobación del texto, ya que alcanza con los otros 16 legisladores con los que cuenta el oficialismo en la cámara alta.
Diferente es la situación en la cámara baja, donde el FA sí precisa de sus 50 representantes para terminar de aprobar la norma. La bancada oficialista se compone de 50 miembros, quienes ya habían dado media sanción al proyecto original, aunque, por ejemplo, los representantes de la CAP-L habían argumentando en contra. El coordinador en Diputados, Felipe Michelini, indicó que "nadie ha dicho nada en contra" y anticipó que no cree que "exista alguien con una lógica de no votarlo".
Desde la otra esquina
El senador Rafael Michelini sostuvo que la validación legislativa del proyecto será importante “para el país”, porque le permitirá “recuperar la dignidad” y un “ordenamiento jurídico compatible”. Consultado acerca de los ataques que la bancada oficialista recibirá de blancos y colorados, señaló: “El FA hará pesar nuestra verdad y los argumentos por los cuales estamos convencidos de que éste es el camino de la justicia”.
Desde el Partido Nacional el miembro informante por la minoría, el senador Francisco Gallinal, adelantó que hará referencia a las dos instancias de democracia directa que hubo sobre este tema (plebiscito de 2009 y referéndum de 1989), y estimó que “varios compañeros harán uso de la palabra”. A su vez, anunció que destacará el papel que desempeñó Wilson Ferreira Aldunate para la aprobación de la Ley de Caducidad, a la que calificó de “una solución renga como el pacto del Club Naval”: “El país iba caminando a golpear la dictadura, y un día a un conjunto de dirigentes que participaron en el acto del Obelisco se les ocurre ir a negociar, no sólo la salida, sino la prisión de Wilson, la proscripción de Seregni y las leyes que de alguna manera sirvieron de amnistía para las partes en conflicto”.
Su colega colorado Ope Pasquet se limitó a decir que los legisladores colorados votarán en contra por las razones “ya conocidas”, aunque resaltó que su partido “respetará las mayorías en todos los sentidos”. “Perderemos y acataremos”, dijo y descartó llevar adelante un referéndum para dejar sin efecto el interpretativo. “Eso es para que la gente se pronuncie y la gente ya se pronunció”, entendió.
La oposición más ardua a esta iniciativa del FA la están haciendo los militares retirados. Desde el Centro Militar, su presidente, el coronel retirado Guillermo Cedrez, consideró gravísima la iniciativa y advirtió que “se está destruyendo la voluntad del soberano”. “Además, es un mensaje muy feo a la juventud, porque acá se habla mucho de la dictadura, pero lo cierto es que ella validó un plebiscito contra ella misma, y estos señores se dan contra dos plebiscitos de la ciudadanía”.
Según publicó Últimas Noticias ayer, los militares retirados enviaron una carta a la Suprema Corte de Justicia anunciando que denunciarán a “nivel internacional” la “violación a la libertad” que para ellos habrían realizado los magistrados al procesar a varios funcionarios del régimen militar por crímenes cometidos en la dictadura. Cedrez dijo que ya tienen “un cuerpo de abogados” en caso de ser juzgados a raíz del interpretativo y explicó que a nivel internacional también se están “asesorando” para definir a qué organismo recurrir.
Cedrez, que mantuvo una charla con Mujica la semana pasada, sostuvo que el presidente estaba “totalmente en desacuerdo” con este proceso, aunque se había jurado a sí mismo “no vetar”, por lo que el coronel retirado lo calificó de “ambivalente”. También se reunió ayer con Jorge Larrañaga, ocasión en la que el líder de Alianza Nacional le transmitió su rechazo al proyecto interpretativo “de forma bastante vehemente”, y que si bien mañana respetará las mayorías, defenderá su postura de esa manera.