Compartieron mate, picada, cordero asado, un paseo bajo los árboles. La reunión que se realizó el martes en la estancia de Anchorena, a la que asistieron cerca de 15 empresarios, fue en un clima similar a otras en las que el presidente José Mujica ofició como anfitrión. “Distendido”, “nada protocolar”, “sin presiones”. Los empresarios describen de este modo las instancias en las que han participado. Algunos de ellos ya se habían visto las caras en dos o tres oportunidades, en almuerzos o cenas similares realizados en el quincho de Varela. Otros coincidieron en financiar la ceremonia de asunción de Mujica.
Al encuentro de Anchorena, que se extendió desde el mediodía hasta el atardecer, asistieron entre otros Óscar Dourado, de la Patronal del Taxi, Horacio Vilaró, del Banco Itaú, Bernardo Leis, de Redpagos, Nicolás Jodal, de Artech, Peter Sador, de Barraca Europa, Álvaro Marotta, de Mastercard, Carlos Azambuja, de Laboratorio Genia y Milton Mendieta, de Santa Ana. Estuvo presente la senadora emepepista Lucía Topolansky, pero no concurrió ningún ministro ni figura del gobierno. Fuentes que participaron en la reunión aseguraron a la diaria que asistió también Gustavo Torena, el “Pato Celeste”, aunque la otrora mascota de la selección nacional lo negó a este medio. Pero de fútbol se habló, entre otros temas.
Mujica comentó que tanto en seguridad como en educación se han invertido muchos recursos y aún no se notan los resultados. Se mostró confiado en que el país está en una posición sólida para enfrentar la crisis económica internacional, aunque “algunos parece que están deseando” que ésta repercuta aquí. Comentó que Estados Unidos se está recuperando y ese es un buen signo, y remarcó que Uruguay tiene “mercados consolidados” y “muy buena producción”. Finalmente, insistió en que son “pavadas” las afirmaciones de que existe un equipo económico paralelo en Presidencia y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto.
Respecto al Mercosur, expresó su preocupación por lo sucedido en la última cumbre de presidentes en diciembre de 2011, en la que Uruguay solicitó una salvaguarda para que los socios pequeños mantengan sus actuales niveles de comercio con los mayores. Según informó Búsqueda el 22 de diciembre, Argentina se opuso a la propuesta uruguaya y la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, sugirió la posibilidad de firmar un acuerdo tripartito con Paraguay y Uruguay que garantizara que su país no impondrá nuevas trabas comerciales a los socios menores. Ante la oposición de Argentina, Rousseff expresó su compromiso “verbal” de no imponer obstáculos. Mujica comentó a los empresarios esta situación y aseguró que con Brasil “no va a haber problemas”, pero que espera que Argentina pueda imponer algunas “restricciones” a las exportaciones uruguayas.
En determinado momento, el secretario privado de Mujica, Julio Martínez, comentó que un hombre donó dos manzanas en la zona de La Teja para el Plan Juntos, y que la intención es construir allí 200 viviendas destinadas a mujeres jefas de hogar con hijos. Cada vivienda tiene un costo de entre 11.000 y 14.000 dólares, informó. “Se comentó que la idea era darle la estructura, paredes y techo, y que la parte de adentro la construyera la gente que la va a ocupar”, explicó uno de los asistentes.
Sobre este planteo, uno de los empresarios que concurrió comentó que la invitación a donar para tales efectos “podía estar subyacente por ser empresarios” los asistentes, pero que no hubo “ningún compromiso”, aunque no descartó que “mañana o la semana que viene nos manden un mail o algo, para poder formalizar” la colaboración. “Algunos opinamos lo bien que nos parecía, pero se hicieron planteos no sólo para estas 200 viviendas sino para las 15.000 que pretende construir el Plan Juntos”, sostuvo.
En el encuentro se manejó la posibilidad de fijar exoneraciones impositivas para aquellos que colaboren con el Plan Juntos. La Cámara de Diputados ya tiene a estudio una iniciativa que concede beneficios tributarios a quienes realicen donaciones a la unidad operativa central del plan.