"He recibido todas las apoyaturas correspondientes de mis correligionarios", aseguró a la diaria Jorge Bartesaghi. El hombre que hoy está en el centro de la polémica por la gestión de la Fundación Peluffo Giguens, que preside hace 13 años, proviene del ámbito político-partidario. En 2005, cuando integraba el grupo de Alberto Volonté, se frustró su posibilidad de obtener la titularidad en la cámara alta. En este período es el tercer suplente del senador Jorge Larrañaga (Alianza Nacional) e ingresó a sala en más de una ocasión. Una de ellas para presentar el centro de telemedicina, uno de los puntos de discrepancia entre Bartesaghi y el cuerpo médico de la fundación.
El equipo médico de la Peluffo Giguens anunció ayer que hoy presentarán ante el Sindicato Médico del Uruguay las renuncias a la fundación a efectivizarse el 1º de marzo y que, a partir de esa fecha, los que tienen cargos en la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) donarán sus salarios como parte de pago del instrumental que están reclamando. A su vez dejan "expresa constancia" que no renunciarán a la asistencia de los pacientes. Las autoridades del Ministerio de Salud Pública (MSP) "permanecerán vigilantes" pero no intervendrán mientras esté garantizada la asistencia, indicaron a la diaria fuentes cercanas al ministro Jorge Venegas.
Apoyados por los padres de los pacientes, el personal técnico y las comisiones de apoyo a la fundación, los médicos solicitaron una vez más la renuncia de Bartesaghi, quien no está dispuesto a considerarla. "Para una renuncia tiene que haber un motivo válido, si usted me lo dice, lo voy a considerar, mientras tanto, no", afirmó a la diaria.
"He recibido todas las apoyaturas correspondientes de mis amigos y, de alguna manera, correligionarios. Soy suplente de Larrañaga, eso es notorio, pero no quiero que esto se politice de ninguna manera. No se debe hacer y quien lo haga atenta contra la fundación que está para otra cosa, no para esto", explicó, en coincidencia con Luis Alberto Ney Castillo, a quien destituyó la semana pasada de la jefatura de Servicios (ver recuadro).
Aquella banca
“No es una carrera política tampoco", dijo Bartesaghi, consultado por su participación política en filas nacionalistas. Para las elecciones nacionales de 2004, Bartesaghi integraba la agrupación Manos a la Obra. Su líder, Alberto Volonté, hizo un acuerdo con el ahora senador Francisco Gallinal, líder de Correntada Wilsonista (CW), por el cual Bartesaghi iría como primer suplente en la lista al Senado.
Apolítico
Castillo dijo ayer en Radio Uruguay que sería "una falta de respeto" a sí mismo y a su carrera profesional trasladar esta situación a lo político-partidario. Aclaró, incluso, que le pidió al senador colorado Alfredo Solari (Vamos Uruguay) que no intervenga para "no contaminar". Solari integró la directiva de la fundación hace 20 años y fue ministro de Salud Pública durante los gobiernos de Luis Alberto Lacalle y Julio María Sanguinetti. Consultado por la diaria, aclaró que "nunca intervendrá en su condición de político" porque no hay "una cuestión partidaria sino dos visiones distintas sobre cómo encausar" la gestión. "Es un problema estrictamente técnico. Si hay alguna instancia en que los dos [Castillo y Bartesaghi] estuvieran de acuerdo y mi intervención podría ser útil, intervendría para salvar un servicio que está bien hecho. No creo que sea interés de ninguno desarmar eso. Los dos en el fondo están peleando por lo mismo", evaluó.
Volonté recordó a la diaria que el compromiso incluía que el titular, Enrique Antía, que hoy integra el directorio de UTE, renunciaría a la banca "ganara o perdiera" la intendencia de Maldonado, para dejarle la banca a Manos a la Obra. Pese al reclamo formal que Volonté presentó ante el Tribunal de Ética del directorio blanco, Antía nunca renunció a su banca y Bartesaghi se quedó sin la titularidad.
Posteriormente, Bartesaghi se vinculó directamente al sector de Larrañaga mediante la Fundación Wilson Ferreira Aldunate por su "perfil social" y llegó a integrar la directiva. Entre sus actividades partidarias se destaca la dirección del semanario nacionalista La Democracia. Varias fuentes del PN destacaron que Bartesaghi "es un hombre de estrecha confianza" de Larrañaga y que si bien no es "un hombre de militancia", tiene "un gran reconocimiento" por su actividad en la fundación y también por su "prestigio" a nivel jurídico. Abogado de profesión, Bartesaghi es propietario de un estudio jurídico notarial y contable.
Esta banca
Bartesaghi es el tercer suplente de Larrañaga en el Senado, después de Javier de Haedo -quien renunció- y de Jorge Gandini. Desde el inicio del período, fue convocado a ocupar la banca cuatro veces. El 17 de agosto de 2011 intervino en la media hora previa a la sesión para exponer su “Plan de integración en telemedicina”, proyecto que tanto Castillo como el cuerpo médico de la fundación entienden que no es prioritario ante la falta de otros recursos.
En su oratoria, Bartesaghi destacó los logros de la Peluffo Giguens y señaló que el denominado centro de telemedicina apuntará a los niños con cáncer pero también a adultos. El objetivo del plan, señaló, es incorporar “a la práctica médica las nuevas tecnologías que hoy están disponibles en materia de información y comunicación”.
Dos meses atrás, presentó su iniciativa en San José y Flores, con la colaboración de los intendentes blancos José Falero y Armando Castaingdebat, respectivamente. “Simplemente nos pidió que organizáramos una conferencia de prensa y que reuniéramos a los interesados. Nos parecía interesantísima su propuesta”, señaló Castaingdebat.
Las otras intervenciones de Bartesaghi en el Parlamento también estuvieron vinculadas al tema salud. En la sesión del 16 de agosto de 2011 respaldó la venia de designación de Beatriz Silva para la presidencia de ASSE y el 15 de diciembre de 2010 votó en contra de la declaración de emergencia sanitaria de la asistencia anestésico-quirúrgica.
“Sin otro mérito académico que el que corresponde a mi sencilla calidad de abogado con 47 años de ejercicio estamos ante una manifiesta inconstitucionalidad, y no se me puede pedir que acompañe este proyecto [...] Quiero quitarle toda connotación política [...] Pero cuidado, digo esto sin imputaciones y tomando la esencia que es la existencia de corporativismos médicos y de otro tipo que, de alguna manera, enturbian ese derecho elemental a la salud por la que todos velamos”, argumentó entonces.