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Andrés Olivetti, Irma Leites, Jorge Zabalza, Rafael Bayce, , Efraín Olivera, Julián González, el viernes en la sede de Fucvam.

Foto: Santiago Mazzarovich

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Académicos y militantes sociales coincidieron en que Fuerzas Armadas son un “mal innecesario”

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En el marco de las actividades del Día de Futuro se realizó la mesa redonda y debate “¿Para qué sirven las Fuerzas Armadas (FFAA)? ¿Conjuntas o separadas?”, organizada por el colectivo Alfaguara, que tuvo como panelistas a representantes del ámbito académico, las organizaciones sociales, el periodismo y la política.

La primera exposición fue de Julián González Guyer, especialista en asuntos militares, que trabaja en el Instituto de Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, integró la Comisión de Defensa Nacional del Frente Amplio (FA) y ha asesorado al Ministerio de Defensa Nacional. González señaló su desacuerdo con la tesis de un país sin FFAA y aclaró que si bien “todos queremos un mundo en que no sean necesarias, ese horizonte está muy lejano aún”.

En este momento son una “institución necesaria” consideró, aunque aclaró que todavía hay que responder las preguntas que hizo el general Víctor Licandro, que no han tenido respuesta: “¿para qué las FFAA? y ¿qué FFAA necesitamos en este país?”. Desde que el FA está en el gobierno “no ha dado respuesta a estas preguntas”, pero “alguien o algunos han decidido que las FFAA tengan las características que tienen hoy”, subrayó.

En el mundo actual, la ausencia de FFAA dejaría al país enfrentando la realidad internacional sin “un instrumento importante para la política exterior”, que permite “resistir la eventualidad de que alguien quiera invadir el territorio”. González puso el ejemplo de Costa Rica, que no tiene ejército pero sí una guardia nacional “no muy distinta a las FFAA”, y que recurrió al servicio de guardacostas de Estados Unidos para proteger su territorio marítimo. Sin embargo, hace algunos años Estados Unidos “le montó” un servicio propio y se reservó el derecho de intervenir con su flota naval.

“No me gustaría que Uruguay termine poniendo su soberanía en manos de algún poder extranjero”, dijo, y concluyó que hay que ser capaces de construir FFAA que “defiendan los intereses de la mayoría de los habitantes”, con condiciones mínimas para hacerlo según los recursos del país y manteniendo la cooperación y el trabajo conjunto con otras FFAA de la región.

El sociólogo Rafael Bayce opinó que las FFAA “son un mal innecesario”. Explicó que fueron influidas por la doctrina de la seguridad nacional y luego por la estrategia de “los conflictos de baja intensidad”, implementada por las guardias nacionales y la Policía, que apuesta a que la gente “abdique de garantías y derechos a cambio de seguridad” contra factores como “el sida, la criminalidad de los menores y las drogas”.

Sin embargo, después del ataque a las Torres Gemelas en 2001, se volvió a una doctrina de la seguridad nacional donde el nuevo enemigo es el terrorismo, pero manteniendo los conflictos de baja intensidad, aseguró. Por eso, para Bayce la forma en que se está “armando” el Ministerio del Interior demuestra que se va a convertir en una “cuarta arma militar”.

Luego dijo que las FFAA no son necesarias “en ninguna hipótesis bélica posible”, porque si hubiera un ataque desde el exterior, Uruguay no duraría “ni 12 horas” y el costo que tendría armarse para resistir un ataque importante “es inimaginable” para los recursos de este país.

Finalmente, opinó que la posibilidad de que las FFAA “sean antiimperialistas y democráticas son bajas” porque “no lo han sido nunca y han adquirido una tradición corporativista que hace muy difícil que se puedan reconvertir”.

Durmiendo con el enemigo

Para el periodista Raúl Zibechi, las FFAA en Uruguay “no tienen hipótesis de conflicto” y por lo tanto no saben “qué hay que defender ni de quiénes”.

Puso como ejemplo las FFAA de Brasil, que tienen como principal hipótesis de conflicto una agresión de una potencia extracontinental, tienen definido que la zona a defender es la Amazonia, y piensan que la mejor forma de hacerlo es con “una guerra de guerrillas”. Si bien no lo comparte, en este caso existe “un proyecto nacional de defensa muy sólido y serio”, explica. Si en Uruguay no hay hipótesis de conflicto y en la región se visualiza que “la mejor forma de defensa es la guerra de guerrillas”, estamos ante unas FFAA que para “lo menos que sirven es para la defensa”, agregó, y reclamó “tener un debate como sociedad sobre el tema”.

Fernando Moyano, del colectivo Alfaguara, dijo que si bien el tema de las FFAA no está en la agenda política, hechos como “la impunidad, el debate presupuestal, las misiones de paz y los procesamientos de militares” por diferentes delitos (derechos humanos, compras en la Armada, violencia privada en Haití) lo colocan en forma permanente en la opinión pública. Moyano planteó que hay que continuar luchando contra la impunidad, proponer que Uruguay se retire de todas las misiones de paz, que son “ocupaciones militares”, y trabajar con el “fuerte sentimiento antimilitarista” que tiene la gente en el país.

Criticó los privilegios de que gozan los militares, como jubilarse con más de 100% de sus ingresos, y propuso “suprimir” las FFAA pasando a apoyarse “en el equilibrio regional y en las leyes internacionales”.

Edgardo Oyenard, responsable de la secretaría de Derechos Humanos y Asuntos Sociales del PIT-CNT, dijo que no se puede discutir el tema sin tratar “el problema del poder”, un debate que “se ha dejado de dar en la izquierda”.

Para el sindicalista, lo militar también involucra el derecho a la defensa de los pueblos y trasciende el mero análisis de los componentes coercitivos del Estado. Opinó que las FFAA uruguayas “se han transformado en un ejército de ocupación interno a partir de la doctrina de la seguridad nacional” y que los cuadros militares se siguen formando a la luz de esa estrategia. También señaló que la impunidad sigue siendo un componente de las FFAA, porque “no han entregado ningún archivo” sobre la dictadura.

Irma Leites, de Plenaria Memoria y Justicia, propuso el “desmantelamiento” de las FFAA “conjuntas o separadas”, porque también “la Policía forma parte del aparato represivo”. Para Leites esto se puede hacer en la medida en que se dé un proceso social en el que “participe la gente” asumiendo la “necesidad de esa disolución”, porque no lo va a hacer el propio Estado.

Por su parte, Diego Fau recordó una encuesta de hace dos años, en la que siete de cada diez uruguayos tenía una “visión negativa” de las FFAA, enumeró la cantidad de escuelas y viviendas que se podrían hacer con el presupuesto de defensa del país y concluyó con la consigna: “¿Uruguay sin FFAA es una utopía? No. Es un plebiscito”.

Más armas

El ex dirigente del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros Jorge Zabalza dijo que las FFAA son un “mal innecesario para los pueblos”. Opinó que sí tienen hipótesis de conflicto, porque “están subordinadas a la estrategia político-militar del imperialismo”, aunque no “se atrevan a expresarlo”. Dijo que hay “un discurso oficial” que presenta a los militares como “obedientes del poder civil” y que ya no son “los mismos del terrorismo de Estado”, lo que sirve para justificar que sigan existiendo como tales. Sin embargo, Zabalza dijo que se parte de una concepción en la que el Estado “debe tener el monopolio de las armas” y que no comparte la idea de eliminarlas desde “un anhelo pacifista”; en “una sociedad sin clases la única garantía de que haya paz es que todos estemos armados”, pero para llegar a eso “hay que crear conciencia”, concluyó.

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