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Guillermo Facello, del Partido Colorado, y los frenteamplistas Alberto Couriel, Alfredo Asti y Gustavo Bernini, ayer, en la Asamblea General

Foto: Javier Calvelo

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Oposición acusó al gobierno de “mala gestión” y de “hablar mucho y hacer poco”

La situación en materia educativa desplazó a la seguridad pública en el “ranking” de preocupaciones de la oposición durante la discusión de la memoria de 2011, ayer en la Asamblea General. Con múltiples referencias a los cambios discursivos que ha tenido el Frente Amplio (FA), sobre todo en materia de política económica, el Partido Nacional (PN) y el Partido Colorado (PC) reconocieron los buenos indicadores en materias económica y social, pero exigieron “concreciones” al gobierno en las áreas de educación, salud, vivienda y reforma del Estado. Tras cinco horas de discusión, la sesión finalizó por falta de quórum.

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El presidente del directorio del PN, el senador Luis Alberto Heber, abrió una sesión en la que no abundó la voluntad de escucharse; el vicepresidente Danilo Astori tuvo que pedir silencio por lo menos seis veces y solicitar que los legisladores ingresaran a sala para completar el quórum al menos tres, antes de dar por concluida la instancia parlamentaria.

El estadista

Uno de los principales interlocutores del gobierno en la oposición, el senador nacionalista Jorge Larrañaga, destinó su primera intervención a reiterar que su voluntad es “derribar ese muro que separa al país” y concretar una “construcción común por encima de las diferencias”, y destacó la “voluntad de diálogo” de la administración encabezada por Mujica. Esto motivó más tarde halagos del senador frenteamplista Carlos Baráibar, quien lo calificó de “estadista” dos veces, lo que motivó algunas burlas de los legisladores de Unidad Nacional, el otro sector mayoritario del PN.

En su discurso, Heber criticó el informe de Mujica que abre la memoria por contener, a su entender, “enunciados generales que no se sabe a qué apuntan”, como que se está “apostando a la biotecnología” o se está “avanzando en la consolidación energética”. “¿Qué significa que se está apostando? ¿En cuántos recursos se está invirtiendo y con qué resultados?”, inquirió.

La oposición reconoció los buenos indicadores en materia de política económica pero ironizó sobre el cambio discursivo que, desde su punto de vista, ha experimentado el FA. “Lo que hoy se califica como manejo profesional de la economía antes lo llamaban ‘neoliberalismo’, porque se cuida el déficit, no se genera inflación”, deslizó Heber. A su turno, el senador colorado Pedro Bordaberry celebró que el “cuidado de la macroeconomía es reconocido y aceptado” por el FA y que “quedó claro cuál es el camino hacia el desarrollo y cuáles son utopías”, aunque advirtió que “no se ha superado el dogma a nivel de la acción”.

Por áreas

  • Políticas sociales. El senador colorado Alfredo Solari consideró que el uso no adecuado de la Tarjeta Alimentaria del Ministerio de Desarrollo Social -el Instituto Nacional de Alimentación difundió un informe que arrojaba que sólo 40% de las compras con esa tarjeta eran de alimentos recomendados- implica un “despilfarro inocultable que demuestra la imposibilidad de corregir políticas mal ejecutadas”. Opinó que “los problemas sociales no se arreglan tirándoles plata encima” sino “trabajando con las familias para cambiar la cultura”.

*Vivienda. Heber cuestionó el concepto “soluciones habitacionales” -según el gobierno “se están gestionando” 38.000- y afirmó: “Refinanciar créditos no es una solución habitacional”.

*Reforma del Estado. El diputado del Partido Independiente, Iván Posada, consideró que en esta gestión se está haciendo “poco” en materia de reforma del Estado.

  • Relaciones Exteriores. “Tenemos que repensar el tema del Mercosur, no funciona en nada”, sentenció Heber. Bordaberry criticó que se siga “apostando tozudamente a la República Argentina” y calificó de “un chiste de mal gusto” la afirmación contenida en la memoria de que existe un nuevo nivel de relacionamiento con los estados partes del Mercosur. La diputada nacionalista Ana Lía Piñeyrúa lo llamó “frivolidad”, en momentos en que “se pierden empleos” por las trabas del vecino país. Couriel respondió: “El Mercosur tiene dificultades, pero no se puede decir que no existe, porque Brasil es el primer comprador de Uruguay”. El senador del Espacio 609 admitió que “la relación con Argentina no es sencilla” porque este país “toma medidas que afectan a todo el mundo”, pero subrayó que “Argentina nos da las inversiones inmobiliarias” y enfatizó que aumentaron las exportaciones a ese país entre 2010 y 2011.

Sanos y educados

En cuanto a materia educativa también hubo referencias a un supuesto viraje discursivo. “En 1996 los escuchaba [a los legisladores del FA] escépticos o cerrados a las escuelas de tiempo completo, ahora parece que quieren abrazarlas con fuerza”, comentó la diputada y secretaria general del PC, Martha Montaner.

Los legisladores opositores coincidieron en que el gobierno “sólo habla, no hace” y también en que “el diagnóstico es correcto” pero no se traslada a la acción. “El gobierno habla de los más pobres, pero no hace por ellos, habla de la salud y es un caos. Habla de la vivienda y la gente vive en asentamientos”, sostuvo Heber. Bordaberry, en tanto, opinó que “el debe está en el concretar, en el hacer” y agregó que “el diagnóstico es correcto en cuanto a los corporativismos” pero se preguntó: “¿Por qué no se encara de una vez por todas acciones contra el corporativismo en la salud, en la educación”. Para no perder la costumbre, se refirió a la “catarata de firmas que presentaremos en abril”, que “confirmarán que para el pueblo uruguayo la inseguridad está lejos de ser una sensación subjetiva”.

El senador nacionalista Jorge Larrañaga estimó que “las dificultades del gobierno han surgido de desavenencias internas y de corporativismos” y agregó: “Más allá de las intenciones, sobre las que no dudamos, es claro que ha existido o está existiendo mala gestión, falta de resultados”.

El senador del Espacio 609 Alberto Couriel respondió a estas críticas. “El gobierno habla y tiene resultados, y si tiene resultados es porque hace”, sostuvo. Y refutó también el calificativo de “neoliberales” propinado por Heber. “[En Europa y en Estados Unidos] quedó de manifiesto que ciertas doctrinas ya no corren, ya no se puede decir que todo lo que hace el sector privado es virtuoso. Se demostró también que el libre juego del mercado generó la crisis”, sentenció.

Discusión oportuna

Al día siguiente del comienzo de las clases en los liceos, la educación fue centro del debate. Bordaberry cuestionó la “postergación del cumplimiento de los acuerdos educativos” y dijo: “No se recuerda un comienzo de cursos tan caótico como el que estamos viviendo en este momento”. “Seguimos esperando el proyecto de ley de doble voto [del presidente del Codicen y de los organismos desconcentrados]. Esta causa no admite la menor demora, es la del pueblo”, proclamó. Interpretó además que “se está fallando porque se está abandonando la reforma de Germán Rama” e indicó que hay 34.000 alumnos menos que en 2003 en el sistema de educación, y de ellos sólo 5.000 abandonaron para irse al sistema privado. “No nos hagamos trampas”, reclamó.

El diputado socialista Roque Arregui le respondió que uno de los factores de incidencia en la menor cantidad de estudiantes es que bajó la natalidad, y que la bonanza económica hace que pasen al sistema privado. Y llamó a no hacer “política partidaria barata” con el tema de la educación sino “colaborar entre todos”, como se hizo en los acuerdos multipartidarios.

Larrañaga, por su parte, consideró que existe “una crisis educativa profunda” y que “hoy mandan más los corporativismos”. El diputado nacionalista José Carlos Cardoso aseguró que en esta administración hay un “déficit en la gestión en cuanto al manejo de recursos y al ámbito técnico” y se quejó porque “el gobierno no conduce” la educación. En cuanto a este punto, la senadora del Espacio 609 Constanza Moreira le recordó al diputado rochense: “Mientras exista la autonomía, las autoridades de la educación son las que diseñan sus planes y programas”. Moreira opinó además que “la educación no empeoró en este país”, aunque “no ha mejorado de acuerdo a nuestras expectativas”, y consideró: “Los problemas de la educación son problemas de crisis de crecimiento”. “Tenemos problemas de estancamiento educativo, pero no de recesión”, indicó. Cuestionó por otra parte la dimensión que la opinión pública les dio a los retrasos en el comienzo de las clases en algunos liceos. “Cuatro mil estudiantes en 235.000 tuvieron algún rezago”, afirmó. Sostuvo que uno de los principales problemas es la escasez de profesores por los bajos salarios y reclamó a la oposición que se comprometa como “política de Estado” a “no invertir menos recursos que ahora” en la educación.

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