La situación de los ex trabajadores de la citrícola Sandupay está en vías de solución al conocerse que los casi 250 zafrales pasarán a Citrícola Salteña SA (Caputto), firma que se encargará por cinco años de la explotación de los frutales del predio adquirido por un inversor uruguayo radicado en Perú. Por su parte, los empleados de la planta de packing, comprada por la empresa láctea Pili, pasarían a la citrícola sanducera Azucitrus.
Hoy a las 16.00 horas se reunirán en la Junta Departamental de Paysandú el intendente Bertil Bentos, ediles de los diferentes partidos, representantes de empresas citrícolas y de la Organización Sindical de Obreros Rurales (OSDOR). Además de tratar la situación laboral generada por el cierre de Sandupay, la idea es discutir la problemática del sector, afectado por una fuerte baja de la producción y las exportaciones (ver recuadro). Si bien se pretendía que también participaran el subsecretario de Ganadería, Agricultura y Pesca, Enzo Benech, y el director de Trabajo, Luis Romero, ambos jerarcas expresaron a la diaria que no tienen previsto asistir por razones de agenda. Sin embargo, Romero confirmó que hoy viajará a Paysandú para dialogar con los ex trabajadores de Sandupay y reunirse con algunas empresas para determinar soluciones a las fuentes laborales.
Ácida
Las exportaciones de citrus de Uruguay cayeron en 2011 un 20% y como consecuencia el país pasó del tercer al quinto lugar en el hemisferio sur, cediendo posiciones ante Chile y Australia. En 2010 se exportaron 143.791 toneladas, que en 2011 cayeron a 115.123. En la produción los resultados negativos vienen "manteniendo una tendencia sostenida desde comienzos de la década" y esto incide en la rentabilidad del sector. Una de las principales estrategias del gobierno para destrabar esta situación es lograr la apertura del mercado estadounidense. También se ha procurado disminuir el endeudamiento de las empresas con el Banco República aumentando la tasa de devolución de impuestos indirectos a las exportaciones de frutas y jugos en un 4%, según el Anuario 2011 de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria. La firma Sandupay SA adeuda al BROU un monto superior a los 7 millones de dólares.
La producción citrícola en los predios vendidos continuará por lo menos durante cinco años, según establece el acuerdo por la venta del predio. La explotación de las 600 hectáreas de frutales (citrus, kiwis y pecanes) quedará a cargo de la firma salteña Caputto por ese período, prorrogable a cinco años más. Además, “como condición del contrato se planteó por parte del nuevo titular la absorción del personal, tanto de los 80 funcionarios como de los 400 zafrales”, dijo a la diaria el ingeniero agrónomo Ariel Rodríguez, asesor del nuevo propietario. Si esto no ocurriese así, “el negocio se cae”, agregó.
La idea del inversor uruguayo, radicado en Perú desde 1974, es instalar en el país una planta de enchapados para lo cual necesita como materia prima madera de la variedad eucalyptus grandis. El emprendimiento se iba a instalar en el departamento de Rivera pero ante la falta de acceso a insumos en esa zona ahora se proyecta en el litoral. “Lamentablemente no hemos logrado adquirir este insumo en el país” a pesar de “ofrecer pagarlo muy bien”, por lo que se decidió comprar el predio de Sandupay que posée unas “cortinas” de esta variedad, dijo Rodríguez. La empresa hará un “raleo sistemático por lo alto de los eucalyptus de mayor diámetro para fabricar láminas de bobinado y accesoriamente algo de aserrado”, precisó. Es probable que la planta se instale en el predio, por la presencia de estas “cortinas” y porque el grupo inversor ya ha adquirido bosques en el departamento, más precisamente en la zona de Chapicuy.
Los hermanos Darricarrere, que tenían el 42,44% del paquete accionario de Sandupay, fraccionaron las 1.508 hectáreas del establecimiento de Constancia en dos áreas que fueron vendidas a diferentes compradores. Las tierras con plantaciones de citrus quedaron en el fraccionamiento más pequeño, pero el otro padrón con más de 800 hectáreas con costas sobre el Río Uruguay y que está prácticamente sin explotar fue adquirido por un inversor argentino, negocio que pasó desapercibido porque no afectó fuentes laborales.
Si bien los zafrales recibieron el anuncio de que continuarán trabajando, están reclamando la “firma de un documento escrito” con compromisos y garantías de las partes, dijo el dirigente de OSDOR Mario Dávila. Por su parte, los trabajadores del packing que no fueron invitados a la reunión en la Junta, esperan entrevistarse hoy con Romero. La semana pasada por intermedio del sindicato de Azucitrus, se consiguió que pudieran inscribirse en la lista de aspirantes de esa empresa para la zafra, dijo José Luis Ifrán, de la Asociación Laboral de Trabajadores de Sandupay.