La inauguración de la Cátedra Argentina del Centro de Formación para la Integración Regional (Cefir) se retrasó 40 minutos. En otro edificio del predio de Cefir, ubicado en el Prado montevideano, los cancilleres de Argentina y Uruguay, Héctor Timerman y Luis Almagro, repasaban los temas de la agenda bilateral. Se había anunciado una conferencia de prensa de ambos ministros para las 12.00, pero luego de la inauguración se retiraron sin hacer declaraciones, excepto algunos comentarios de Almagro a los periodistas presentes.
Nada que ver
Mujica defendió ayer en su audición de M24 la decisión del gobierno uruguayo de firmar el acuerdo sobre información tributaria con Argentina, y enfatizó que ésta no tuvo “nada que ver con una actitud con la República Argentina sino con seguir el pedido internacional que en su momento se nos hizo, pidiéndonos que firmáramos acuerdos con países relevantes desde el punto de vista económico”. “No nos puede pasar por la cabeza que suscribir un acuerdo así pueda ser una especie de chantaje comercial”, sostuvo.
El canciller declaró en diálogo con la diaria que en la reunión con Timerman se estableció un cronograma de los asuntos prioritarios de la agenda para la definición política, y se acordó que las cancillerías se abocarán primero a solucionar las diferencias en torno al dragado del canal Martín García y recién después se ocuparán de las divergencias en torno al informe científico del monitoreo de la planta de celulosa de UPM y de la desembocadura del arroyo Gualeguaychú.
En cuanto al dragado, Almagro dijo a la prensa: “Queda mucho camino por recorrer, pero los temas más importantes de Uruguay han sido contemplados, y espero que estos avances los concretemos”. El embajador de Argentina en Uruguay, Dante Dovena, informó que el 3 de mayo habrá una reunión de las delegaciones técnicas de ambos países en la que podrían definirse los pliegos para el llamado a licitación.
El presidente José Mujica había afirmado que estaba esperando una “señal” de Argentina para que el gobierno uruguayo aprobara el acuerdo de intercambio de información tributaria (ver recuadro). La firma del acuerdo se anunció el martes, aparentemente sin que la señal llegara, lo que motivó las críticas de la oposición. “El presidente Mujica maneja los tiempos políticos mejor que nadie en este país, así que probablemente lo que él haya estado esperando lo haya tenido”, comentó al respecto Almagro.
Pese a que no hubo anuncios específicos, la inauguración de la Cátedra Argentina, que tendrá como objetivo profundizar el conocimiento mutuo de ambos países, sirvió para que los cancilleres hicieran hincapié en los lazos que nos unen. Timerman atribuyó los diagnósticos pesimistas a la prensa. “Cuando me junto con Almagro, con Dovena, con [el embajador uruguayo en Argentina, Guillermo] Pomi, no veo tantos problemas”, comentó. “No estamos mal con Uruguay, estamos bien, pero quieren hacernos creer que estamos mal”, agregó, y apuntó que el objetivo del Mercosur “no es el libre comercio, es el desarrollo”.
Dovena defendió las políticas de su gobierno respecto de las importaciones. “No estamos planteando un proteccionismo económico, estamos protegiendo el trabajo de los argentinos pero también de los uruguayos, de los paraguayos”, sostuvo.
En cambio, Almagro y el blanco Juan Raúl Ferreira, quien fue embajador de Uruguay en Argentina, hicieron mención a los problemas en la relación bilateral. “Cada puesto de trabajo vale muchísimo, tiene una dimensión humana, y muchos puestos de trabajo dependen de las exportaciones a Argentina, por lo que lo consideramos un asunto absolutamente prioritario”, remarcó Almagro. “Estamos en un momento crítico de la relación bilateral, con problemas objetivos; algunas medidas argentinas perjudican seriamente a algunos sectores productivos”, señaló por su parte Ferreira.
El ex embajador cuestionó a algunos de sus correligionarios del Partido Nacional y de otros sectores de la oposición por sus críticas al Mercosur y a la relación bilateral. “La prensa muchas veces es un reflejo de la situación de los sectores políticos, que alimentan la dramatización de los problemas en vez de hacer hincapié en la búsqueda de soluciones”, indicó, y alabó la gestión de la cancillería liderada por Almagro. Dijo que no recuerda, “desde el retorno a la democracia, un peso específico tan importante de la cancillería en la definición de las políticas y en el relacionamiento internacional”, y que esto es posible por una decisión del gobierno y por el “esfuerzo y profesionalismo” de Almagro. El canciller uruguayo también aludió a la actitud de sectores de la oposición, específicamente al ex canciller nacionalista Sergio Abreu, quien preguntó si al gobierno no se le estarán “pelando las rodillas de tanta sumisión”. “Son conceptos que no van en una relación entre hermanos, son conceptos perimidos, gastados”, manifestó.
La cuña europea
Timerman resaltó la “unidad de criterio” que han mantenido ambos países en los foros internacionales, y destacó la “solidaridad” de Uruguay en el tema de las islas Malvinas y en cuanto a la expropiación de la petrolera YPF. Sobre esto último, el canciller argentino consideró que la nacionalización parcial de la empresa fue posible gracias al “proceso que se está dando en toda América Latina”, que está “construyendo una unidad independentista”.
Disparó contra la Unión Europea (UE), luego de que el gobierno español propuso el lunes que el bloque negocie un acuerdo de libre comercio con el Mercosur sin la participación de Argentina. “En otros momentos me hubiera preocupado si la UE trataba de incidir en la unión del Mercosur, ahora ya no”, aseguró. “¿Quién es la UE para decir con quiénes va a negociar en el Mercosur? Es como si yo dijera desde el Mercosur que vamos a negociar con la UE sin Bélgica”, cuestionó. Almagro complementó que Uruguay “siempre” entendió las negociación con la UE como “un mecanismo para fortalecer el Mercosur”. Respecto de YPF, se limitó a afirmar que “Uruguay apoya las decisiones soberanas de la República Argentina”.