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El canciller Luis Almagro en la Torre Ejecutiva. (archivo, agosto de 2011)

Foto: Nicolás Celaya

Errar es humano

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Mujica y Almagro no le aceptaron la renuncia al embajador Julio Baráibar.

El embajador itinerante Julio Baráibar retomará hoy sus tareas para el Ministerio de Relaciones Exteriores. El domingo el canciller Luis Almagro le comunicó que, en una decisión tomada junto al presidente José Mujica, había resuelto no aceptarle la renuncia presentada el miércoles. Baráibar evaluó que hubo “un lío bárbaro” porque interpretó “algo que no fue” de una conversación con Francisco Bustillo y salió a decir “algo que no correspondía”.

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Baráibar presentó su dimisión luego de declaraciones a Radio Uruguay en las que admitió que Francisco Bustillo, presidente de la delegación uruguaya en la Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP), le había relatado una situación que denotaba un “intento de soborno” en el seno de la CARP en beneficio de la empresa holandesa Riovia, en el marco de un proceso licitatorio por el mantenimiento del canal Martín García. En su carta de dimisión, publicada en la página en internet de Presidencia, Baráibar aclaró que sus palabras no involucraban “en forma alguna” al gobierno uruguayo ni al argentino, y que sus declaraciones radiales se basaron en “comentarios” que llegaron a sus “oídos”. Señaló que daba un “paso al costado” para no “afectar las relaciones bilaterales entre ambos países hermanos y dañar la imagen del gobierno”.

Luego de los comentarios de Baráibar, dirigentes de la oposición cuestionaron que el embajador se alejara del cargo por ser “honesto” y apuntaron sus críticas a Almagro, a quien acusaron de no haber denunciado a la Justicia el presunto intento de soborno. La cancillería alega que la Justicia uruguaya no tiene jurisdicción en el tema, ya que la sede de la CARP está en Argentina, y que no tenía elementos concretos para formular una denuncia.

La semana pasada Mujica afirmó que se tomaría unos días para estudiar la renuncia de Baráibar y destacó la calidad humana del embajador.

“El ministro, con el respaldo del presidente, resolvió no aceptar mi renuncia”, confirmó a la diaria Baráibar. El embajador evaluó que cometió una “macana” pero destacó que se siente “congratulado del respaldo” que ha tenido con la decisión del presidente y del canciller de ratificarlo en su cargo, pero también con las más de “300 llamadas” que recibió con “mensajes de solidaridad”. “Armé un lío bárbaro. Me equivoqué, interpreté mal una cuestión y salí a decir algo que no correspondía, y creé una situación complicada al gobierno. Interpreté de las palabras de Bustillo algo que no fue”, declaró Baráibar, y remarcó que ya conversó sobre este punto con el diplomático. Destacó que le agradece “mucho al presidente y al canciller” por su decisión, y recordó que con ambos tiene “una relación no sólo política sino afectiva”.

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