Quien ingresaba este fin de semana al sitio del Partido Socialista (PS) encontraba cuatro noticias destacadas en la portada. Una de ellas sintetizaba la agenda de actividades partidarias para a las elecciones internas del 27 de mayo y las tres restantes incluían manifestaciones críticas hacia los referentes del Movimiento de Participación Popular (MPP), Julio Marenales y Lucía Topolansky.
La senadora y candidata socialista Mónica Xavier discrepó con las declaraciones de “la compañera Topolansky” a la agencia argentina Télam. “No queremos Fuerzas Armadas fidelizadas a ningún proyecto político en particular [...] ese tema, en esa consideración, no está colocado en el programa que el Frente Amplio [FA] tiene, y, además, tenemos un concepto muy diferente”, dijo. Para Xavier se trata de un “matiz importante” que existe en el FA, y se debería debatir en la campaña. “Quiero volver a estar al ‘fueguito’ del debate de las ideas”, planteó la candidata del PS.
Otro artículo recoge opiniones del ex diputado Juan José Blasina, quien, sin nombrarlo, cuestiona a Marenales por sus recientes declaraciones a Últimas Noticias. El dirigente tupamaro, según Blasina, “sufrió mucho, tuvo coraje y fue muy valiente”, pero muchos años después “sigue creyéndose poseedor de una aureola que le permite pontificar”. “Tiene todo el derecho de postular candidatos a presidente de la República, y al compañero Ernesto Agazzi para el FA, pero eso no quiere decir que se sienta habilitado a darles lecciones de socialismo a los demás”, dijo Blasina. El ex diputado, que no es precisamente un “vazquista” en la interna del PS, se sintió “indignado y con bronca” por los intentos de Marenales por “defenestrar” al ex mandatario. “Hay un antes y un después de Vázquez. Y quien no lo entienda tiene derecho a pensar distinto, pero no tiene derecho a desacreditar a un compañero que ha cambiado la historia del Uruguay”, disparó Blasina.
El tercer artículo lo firma Fernando López D’Alesandro, subsecretario de Relaciones Internacionales del PS, y se titula “¿Envidiar a la Cámpora?”, que automáticamente refiere a otro pasaje de la nota a Topolansky. “En Uruguay no tenemos nada que envidiarle a una agrupación diletante, burocrática, vertical y que reinventa la historia y los relatos de acuerdo a sus conveniencias”, escribe López D’Alesandro, quien prefiere la “aburrida democracia de nuestras estructuras, nuestros comités discutidores, nuestras agrupaciones cuestionadoras, a la obediencia vertical y a la tergiversación histórica”.