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Pero se dice Jipi

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Diputado blanco advierte que un “insignificante porro” puede transformar “en un calvario” vida de consumidores.

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Al diputado nacionalista Gerardo Amarilla no le gusta la marihuana y mucho menos los planes de regulación anunciados por el gobierno. Amarilla, electo por Rivera, considera que la propuesta anunciada por Presidencia de la República termina siendo una “promoción” de la producción y comercialización de la marihuana, violando, entre otras cosas, la Convención de Naciones Unidas ratificada por nuestro país en setiembre de 1994.

Pero más allá de eso, según Amarilla, el problema mayor sería el terreno al cual ingresarían los consumidores cuando prendan por primera vez un “insignificante porro”. Según puede leerse en una columna de opinión divulgada ayer por la secretaría de prensa de Aire Fresco, sector al que pertenece Amarilla, está extendida la visión de que la marihuana es una droga de las denominadas “blandas”, un punto de vista con el que claramente no parece estar de acuerdo.

Amarilla rechaza la tesis de que los fumadores de marihuana “no son consumidores problemáticos” y que pueden mantener sus “obligaciones sociales y familiares” en paralelo a ese hábito. El diputado comienza a lanzar interrogantes para intentar refutar ese punto de vista: “¿Cuántos de ellos subieron el escalón para consumir cocaína o pasta base?, ¿cuántos de ellos, bajo el efecto de la droga tuvieron sexo sin protección y contrajeron alguna enfermedad venérea o sida?, ¿cuántos de ellos se vieron involucrados en actos de violencia o accidentes?”.

En ese fragmento de la columna también se pregunta, siempre en referencia a los consumidores de marihuana: “¿Cuántos de ellos la mezclaron con alcohol y tuvieron consecuencias desagradables para ellos mismos o para terceros?, ¿cuántos de ellos vieron potenciada su depresión y se precipitaron al suicidio?, ¿cuántos de ellos con el consumo despertaron su latente esquizofrenia?, ¿cuántos de ellos alimentaron su cáncer de pulmón?”. Amarilla culmina su exposición tratando de sintetizar esa línea de razonamiento: “En fin, ¿cuántos de ellos comenzaron a destruir su vida y tornaron un calvario la vida de su entorno a partir de fumar un aparente inofensivo e insignificante porro?”.

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