Astori fue el único actor del gobierno, además de Almagro, que discrepó públicamente con la decisión de Mujica de habilitar el ingreso de Venezuela al Mercosur ante la suspensión de Paraguay. Pero, a diferencia del canciller, nunca afirmó que apoyaba al presidente en su resolución. “Danilo se equivocó”, evaluó la semana pasada Mujica. Astori le contestó ayer con una columna titulada “Mercosur: silencios imposibles y peligrosos”.
Comenzó puntualizando que no le parece necesario demostrar su “prudencia en abrir debates acerca de posiciones del gobierno”. Afirmó que “se pueden contar con los dedos de una sola mano” las oportunidades en las que ha discrepado públicamente con Mujica, e hizo notar que incluso en esos casos, “llegado el momento”, respaldó “donde era necesario las decisiones adoptadas”. Astori no puso ejemplos, pero entre otros temas se refería al debate en torno al ICIR. “No es un problema de estilo, sino una concepción de la coherencia, de las formas institucionales y de la lealtad política con mis compañeros”, señaló. No obstante, advirtió que “hay ocasiones en las que la relevancia de los temas y su relación directa con el rumbo estratégico o los valores en juego” le impiden “acallar” sus opiniones.
Defensor de oficio
El senador colorado Pedro Bordaberry defendió la actitud de Astori y cuestionó a Mujica por el ingreso de Venezuela al Mercosur. En una columna difundida ayer, Bordaberry opinó que "es triste que un presidente deje de lado la Constitución y la ley por motivos políticos", y sostuvo que Astori "fue el único que actuó de acuerdo a Derecho". "Astori tiene el deber de defender la institucionalidad y las facultades del Parlamento. Cuando lo hace no es el suplente del Sr. Mujica en la Presidencia o miembro del Frente Amplio. Es la cabeza de un poder que integramos todos los representantes electos por la ciudadanía. Debe velar por el respeto de nuestras facultades constitucionales y oponerse, como lo hizo, a que se afecte la institucionalidad", resaltó.
Sobre el ingreso de Venezuela, insistió en que le parece “el retroceso más grande y más grave que ha sufrido el Mercosur” y que es “negativo” incluso para Venezuela. “La posición de no acompañar el ingreso de Venezuela en estas circunstancias era la que manejaba toda la delegación uruguaya al salir del país rumbo a Mendoza, incluyendo al presidente Mujica y al ministro de Relaciones Exteriores, Luis Almagro. Fue la posición que defendió el canciller hasta último momento e incluso la propia cancillería brasileña. ¿Qué cambió durante la cumbre para revertir la posición que llevaba la delegación uruguaya? No lo sabemos”, deslizó el vicepresidente en su columna, dejando claro que Mujica y Astori todavía no conversaron sobre lo sucedido en la cumbre de Mendoza. En cambio, según supo la diaria, el prosecretario Diego Cánepa dice conocer lo ocurrido. “¿Quién nos abrió los ojos? ¿Qué circunstancias que no conocemos hicieron primar lo político por sobre lo legal? Con esta afirmación, se reconoce explícitamente que se desconocieron normas legales e institucionales que considero fundamentales para todos los miembros del bloque y que están en la base de la propia existencia del Mercosur”, continuó. El vicepresidente advirtió que luego de este hecho se puede llegar a la conclusión de que “la única institucionalidad válida no es la de los tratados, no es la de los mecanismos que nos protegen a todos y requirieron largas y trabajosas negociaciones”. “Ahora dependemos de las decisiones de los presidentes de los países”, lamentó.
Lo del profesionalismo
Astori aclaró que está “profundamente convencido” de que el Mercosur “es una necesidad, no sólo comercial, sino política y estratégica” para Uruguay y remarcó que está a favor del ingreso de Venezuela al bloque, pero estimó que este tipo de episodios puede contribuir a que haya “una institucionalidad tan débil que ya no sirva para nada”. “Salvo que se piense que luego de tanto desgaste del Mercosur fundacional haya que sustituirlo por otro bloque de integración que suponga la incorporación de nuevos países”, comentó, en referencia a la propuesta lanzada por Mujica la semana pasada de unificar el Mercosur y la Unasur. “Es un enfoque posible, aunque para considerarlo sería importante formularlo explícitamente. Yo prefiero otro camino, fortalecer al Mercosur fundacional”, enfatizó. El vicepresidente explicitó su apoyo a la gestión de Almagro en este tema. “Considero muy acertada la medida adoptada por la cancillería de analizar con sentido político pero con profesionalismo los aspectos legales y las consecuencias jurídicas” de la decisión, destacó.
Fundamentó que preservar la institucionalidad es importante para Uruguay. “No es un capricho formal, no hay ninguna contradicción entre la legalidad y la política; Al contrario”, sostuvo, esta vez en referencia a las declaraciones de Mujica al diario La República. “Los elementos políticos superaron a los jurídicos”, había manifestado el presidente. Y Astori continuó enviando mensajes, en alusión a la historia de la izquierda y al rol que jugaron los tupamaros. “Es bueno recordar -porque tiene que ver con las profundas definiciones democráticas de la izquierda- que no se puede, no se debe, avasallar la ley por la política. Por eso nos opusimos y nos oponemos a lo que sucedió en Paraguay. Por eso hay que ser coherentes”, expresó.
Opinó además que el ingreso de Venezuela es necesario no sólo porque es “un productor de petróleo”, como señaló Mujica, sino porque su entrada “fortalece al bloque y se consolida Venezuela en su proceso integrador”, y enfatizó que los venezolanos “no se merecen” ingresar de esta forma. Concluyó que esta situación lo “llena de incertidumbre” ya que ahora se desconoce si primará “la política o la legalidad” en el ingreso de nuevos miembros o si “el nuevo camino será recurrir ante cada contencioso, ante cada problema que surja, a la opinión de los presidentes”. “Mi única intención es la de aportar a una reflexión que, por su relevancia, no podemos eludir”, concluyó.