Vía libre
El Grupo Mercado Común (GMC) resolvió el lunes instruir a la Secretaría del Mercosur a notificar la incorporación al ordenamiento jurídico del bloque de todas las normas que, al momento de la suspensión de Paraguay, no hubieran sido ratificadas por este país. Se aplica de este modo el mismo criterio utilizado para habilitar el ingreso de Venezuela al Mercosur a todas las normas que aún no tenían aprobación del Parlamento paraguayo. El GMC también acordó que pueden mantenerse aquellos contratos “estrictamente técnicos” con Paraguay “considerados imprescindibles para mantener los flujos de personas y de comercio de bienes y servicios” entre ese país y el resto de los Estados parte, en las áreas aduanera, sanitaria, fitosanitaria y migratoria. La suspensión tampoco afectará a los proyectos de cooperación técnica ni a los del Fondo de Convergencia Estructural.
Sin la presencia de Paraguay, que está suspendido por lo menos hasta las elecciones de 2013, los presidentes de Argentina, Brasil y Uruguay concretaron el ingreso de Venezuela al Mercosur, anunciado a fines de junio. La entrada formal al bloque se concretará el 12 de agosto, y se prevé un plazo de cuatro años para que Venezuela adapte su normativa interna a la del Mercosur.
“Nunca a lo largo de la historia tuvimos una oportunidad como ésta. Es ahora o nunca y el desafío es enorme”, destacó Mujica. Resaltó que hoy en América “empezamos a encontrar voluntad política como nunca la hubo”. “Gracias, Venezuela, contigo el Caribe. Cuánta deuda con las islas del Caribe, cuánta deuda con la negritud, nunca olvidemos eso”, declaró el presidente uruguayo.
La mandataria brasileña, Dilma Rousseff, resaltó que con esta decisión el Mercosur se afirma como “potencia mundial” en el área de producción de alimentos y energía, además de convertirse en la quinta economía del mundo, con un Producto Interno Bruto de 3,3 billones de dólares. Afirmó que la entrada de Venezuela al bloque abre nuevos espacios para el comercio, la integración productiva y las inversiones. Precisamente ayer se hicieron anuncios en esta materia. La aerolínea estatal venezolana Conviasa comprará a Brasil 20 aviones de la empresa Embraer por 900 millones de dólares; el presidente de ANCAP, Raúl Sendic, aseguró que hay acuerdo con PDVSA para el pago de la deuda que mantiene el ente con la petrolera venezolana.
Rousseff se refirió al socio suspendido, Paraguay, cuyo gobierno cuestionó el ingreso de Venezuela (http://ladiaria.com.uy/articulo/2012/8/a-un-costado/). “La perspectiva es que Paraguay normalice su situación interna y recupere todos sus derechos plenos en el Mercosur”, manifestó.
La presidenta argentina, Cristina Fernández, en tanto, evaluó que deben crearse “más temprano que tarde los instrumentos que tornen indestructible e indivisible este polo de poder [en referencia al Mercosur]”. “Representamos la fuerza de nuestro pueblo que se junta para marcar por fin que la soledad ha terminado porque nos hemos encontrado”, sostuvo. Fernández esgrimió un discurso combativo hacia Europa y Estados Unidos. “Ha retornado de la Europa en crisis la idea de poner precio tope a los commodities, a nuestros commodities, como si nosotros pusiéramos en riesgo la seguridad alimentaria. Que se queden tranquilos, el mundo no está así por la soja, el trigo o el maíz, sino por la inseguridad financiera que generaron ellos, con bonos basura”, cuestionó.
Trampas y silencios
Mujica y Fernández se reunieron ayer por el dragado del canal Martín García, pero al igual que sucedió con los cancilleres el lunes, no trascendieron los contenidos del encuentro. Antes de partir rumbo a Uruguay, en conferencia de prensa, Mujica se limitó a señalar que es un tema “complicado”. “Ha habido demasiado comentario de prensa en Argentina, se entrevera todo y eso termina complicando. La economía de nuestro país necesita tener viabilidad en ese sector del río, porque nos va la vida. Lo mejor es callarse la boca y trabajar”, manifestó. Durante los discursos presidenciales en el acto de ingreso de Venezuela, pareció que Mujica y Fernández se referían indirectamente a las dificultades en la relación bilateral. El presidente uruguayo declaró que “el Estado nacional nos puede hacer trampas” y se puede caer en la “mezquindad de un razonamiento pequeño” que “puede contribuir a multiplicar los obstáculos”. “Pepe hablaba de trampas. Y yo te quiero decir, Pepe, que te quedes tranquilo. Podremos habernos equivocado, pero siempre trabajamos para los que menos tienen. No hay trampas allí”, le contestó Fernández.
A su turno, Chávez reiteró una de sus frases predilectas: “Nuestro norte es el sur. Estamos donde deberíamos haber estado siempre. Estamos donde Bolívar siempre quiso estar”. El presidente venezolano apuntó que, “como dice la Biblia, todo lo que va a ocurrir bajo el sol tiene su hora” y que a partir de ayer se ingresa en un “nuevo período de aceleración de la historia”. “El Mercosur es la locomotora más grande que existe para preservar nuestra independencia y garantizar nuestro desarrollo integral”, sentenció.
Puntos a favor
En los informes previos elaborados por la cancillería uruguaya, a los que tuvo acceso la diaria, se evalúan como argumentos a favor de la incorporación de Venezuela la diversificación de mercados para Uruguay, la profundización de la integración en energía e infraestructura y el logro de una mayor “disciplina y previsibilidad de las normas comerciales de Venezuela”.
En los informes se establece que, “más allá de la decisión formal tomada por los presidentes”, la incorporación final de Venezuela al bloque “únicamente podrá darse al finalizar la negociación de los elementos técnicos que restan por definir”. Con ese objetivo se reunirá el 13 de agosto en Montevideo un grupo de trabajo ad hoc conformado por los cuatro países, que mantendrá encuentros mensuales.
Los elementos técnicos a definir incluyen la adopción, en un plazo máximo de cuatro años, del acervo normativo del Mercosur; la adopción del Arancel Externo Común (AEC) y de la Nomenclatura Común del Mercosur -esta última debería incorporarse en diciembre-; la integración de Venezuela a los acuerdos internacionales de los que es parte el Mercosur, así como a los acuerdos con terceros países; y el establecimiento de un programa de liberalización comercial.
Entre Venezuela y Uruguay ya existe un acuerdo de complementación económica que establece la desgravación total para la oferta exportable de nuestro país. A raíz de este acuerdo, y según un informe de julio del instituto gubernamental Uruguay XXI, las exportaciones pasaron de 185 millones de dólares en 2009 -cuando se firmó el tratado- a 325 millones en 2011. En cambio, con excepción de las compras de petróleo, las importaciones fueron “poco significativas”. Venezuela constituye así el sexto destino de las exportaciones uruguayas con 5% de las ventas totales del país en el primer semestre de 2012. Los principales productos que se exportan son lácteos (57%) y carnes (20%).