En las últimas horas, el presidente José Mujica se comunicó con su par Cristina Fernández para hablar sobre la situación generada en torno a las denuncias de presuntas coimas para el dragado del canal Martín García. El canciller Luis Almagro hizo lo propio con su par Héctor Timerman, con quien conversó durante una hora y media. Los contenidos se mantienen en secreto, en el marco del llamado general a silencio dispuesto por Mujica sobre este tema. No obstante, una fuente de cancillería señaló a la diaria que el gobierno no termina de entender “el tenor” de la reacción de su par argentino. “En parte incide la impronta personal de Timerman, pero no es sólo eso”, estimó la fuente.
Argentina pidió una semana atrás excluir a la empresa Riovia del concurso de precios para el mantenimiento del canal, y este fin de semana reclamó que se suspenda la inmunidad diplomática del presidente de la delegación uruguaya en la Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP), Francisco Bustillo, para que sea juzgado en Argentina en una causa sobre compras irregulares de automóviles cuando era embajador en ese país. La primera acción se tomó en respuesta a las declaraciones de Bustillo en el marco de la auditoría del Tribunal de Cuentas, divulgadas por el semanario Búsqueda, y la segunda a raíz del anuncio difundido por el semanario Brecha de que la cancillería uruguaya enviaría los antecedentes del caso a la Justicia de nuestro país, en una causa que ya está abierta.
El lunes se reunieron en la Torre Ejecutiva Mujica, Almagro y el embajador de Uruguay en Argentina, Guillermo Pomi, para analizar la situación. Pomi trasladó que no había un malestar extendido en el gobierno argentino por este tema. Al embajador, que tiene buena relación con la administración de Cristina Fernández, se le encomendó mantener un diálogo permanente con las autoridades del vecino país, en busca de quitar tensión a la relación.
Mientras tanto, el gobierno uruguayo planea permanecer en silencio. No habrá un respaldo explícito a Bustillo porque eso sería “echar más leña al fuego”. “No contestamos los exhortos [de la Justicia argentina], no respondemos lo de UPM [la acusación de que la planta de celulosa produce más de lo autorizado] y encima salimos a respaldar a Bustillo. Sería demasiado”, estimó la fuente consultada por la diaria. Sí se enviará la documentación a la Justicia, como se había anunciado. Respecto a la propuesta formulada por dirigentes de la oposición de convocar a una cumbre para fijar una posición común del país en este tema, la fuente señaló que cuando ésta llegue a la cancillería “se considerará”.
Otra versión
El ex vicecanciller argentino Roberto García Moritán, quien participó en la reunión con Bustillo y Sergio Cetera, de Riovia, en la que el embajador uruguayo supuso que se produciría un intento de soborno, envió ayer una carta al diario argentino Clarín en la que sostiene que la versión divulgada por Bustillo es “falsa”. Afirma que la reunión existió, pero que el embajador uruguayo no se levantó y se fue cuando llegó Cetera, como afirmó el propio Bustillo, sino que permaneció en el encuentro e incluso se fue caminando por la avenida Alvear junto con el representante de Riovia. Esta versión coincide con la difundida el domingo por el diario El País, citando una fuente de la empresa. “Qué casualidad”, comentó irónicamente la fuente de cancillería consultada por la diaria. García Moritán había declarado al diario argentino La Nación un mes atrás que él facilitó el encuentro entre Bustillo y Cetera, pero no participó en la reunión. Según informó el mismo diario ayer, la unidad antilavado de Argentina solicitó a la Justicia actuar como querellante en una causa por presunto enriquecimiento ilícito que se instruye contra García Moritán, tras el hallazgo de “diversas inversiones y cuentas bancarias en el exterior” que el diplomático y su familia habrían operado “por fuera del sistema financiero legal”.
“Desde hace meses una calumnia me tiene en los diarios de manera insistente a pesar de no haber cometido acción incorrecta alguna. Un episodio indignante por ser absolutamente falso”, comienza diciendo la carta de García Moritán. El embajador argentino considera que la conclusión que extrajo Bustillo respecto a que el encuentro “podría haber desembocado en un soborno” es “temeraria” y “absurda”.
“De haber sido cierto el supuesto hecho que le habría producido tal indignación, no resulta comprensible por qué Bustillo se siguió reu-niendo con la empresa involucrada de manera constante, al igual que lo hicieron sus autoridades nacionales. Tampoco resulta entendible por qué -ejerciendo la presidencia de la CARP-, Bustillo haya admitido la continuación del contrato de dragado por parte de la empresa, si era cierto el proceder que le adjudica”, continúa. “Es que de haber existido el supuesto soborno, lo lógico y elemental hubiera sido que no quiera tener relación alguna con la empresa involucrada. Ello descontando que de haber existido el episodio, lo que debió haber hecho Bustillo era efectuar la denuncia correspondiente ante la Justicia en tiempo oportuno”, agrega el embajador.
García Moritán pregunta “cómo se explican tantas lamentables y dolorosas contradicciones”. “Sólo lo puedo entender sobre la base de suposiciones personales, por las condiciones en que Bustillo partió de Buenos Aires al dejar el cargo de embajador y en la necesidad eventual de tener que justificar su proceder ante sus propias autoridades”, señala, en referencia a la causa sobre compra irregular de automóviles que involucra también al propio García Moritán. También desliza que alguna de las empresas interesadas en el dragado podría haber difundido la versión sobre el presunto soborno.
“Lo único que puedo afirmar es que no he cometido acto incorrecto alguno y que jamás efectué una propuesta deshonesta al embajador Bustillo”. “Espero que Francisco Bustillo y otras autoridades uruguayas que se han hecho eco de la cuestión respondan ante la Justicia, ya que el daño moral que me han efectuado supera lo imaginable”, concluye el diplomático argentino.