Tras la aprobación de la ley que creó la Universidad Tecnológica del Uruguay (Utec), el presidente José Mujica se apresta en este mes a designar a los tres integrantes del Consejo Directivo Central (CDC) provisorio que dirigirá el nuevo ente autónomo durante tres años. La ley establece que esta designación transitoria deberá contar con venia aprobada por los votos de tres quintos de los integrantes del Senado y, si no fuera otorgada a los 60 días de recibida, el Poder Ejecutivo podrá formular una nueva designación o reiterar la anterior, necesitando para avalar esta última opción la mayoría absoluta del Senado.
Pero además se deberá determinar dónde estará ubicada la sede de la Utec, teniendo en cuenta que la ley establece que debe ser en el interior del país. El texto no indica con precisión quién debe tomar la decisión sobre este tema, aunque parece una postestad del CDC luego de entrar en funciones. Mujica dijo el viernes al semanario Brecha que tiene “un lío con los intendentes para ver dónde va” la Utec, además de otro para nombrar a su dirección. Según explicó el presidente, desde la Universidad de la República (Udelar) le van a proponer tres candidatos, “y cuando elija uno, me hago de dos enemigos”, agregó.
El presidente había manifestado que la Utec podría estar ubicada en las ciudades de Trinidad (Flores), Paso de los Toros (Tacuarembó) o Durazno. Varios intendentes han hecho público el interés de que la sede esté en sus respectivos departamentos, entre ellos Wilson Ezquerra de Tacuarembó, Omar Lafluf de Río Negro, Walter Zimmer de Colonia, Armando Castaingdebat de Flores y Benjamín Irazábal de Durazno, quien ayer en declaraciones a La República ofreció el edificio del hospital de su ciudad, una estructura de tres pisos y casi 4.000 metros cuadrados construida durante la dictadura, que se encuentra actualmente abandonada.
Para compensar
Legisladores y técnicos que participaron en la comisión multipartidaria que elaboró la primera redacción del proyecto de Utec opinaron sobre cómo debería definirse la ubicación de la sede. El diputado frenteamplista Roque Arregui (Partido Socialista) explicó que “la potestad definitiva de dónde se va a instalar” la sede central y las sedes de los Institutos Tecnológicos Regionales (ITR) la va a tener el CDC, lo que no quiere decir que “no se pueda ir avanzando en distintas propuestas”. En su opinión, se deben considerar varios elementos a la hora de la elección del lugar, como “las inequidades territoriales” en cuanto a educación terciaria y universitaria; en dónde va a ser posible “instalar mayor capacidad académica y de investigación”; “las distintas infraestructuras edilicias” que puedan provenir de organismos centrales o departamentales; y la “acogida” que pueden ofrecer “las comunidades organizadas” en cada lugar.
La creación de los ITR y sus respectivas sedes también es una potestad del CDC de la Utec; por el tamaño y la población de Uruguay, para Arregui “se podría pensar” en implementar entre cuatro y seis institutos. La idea es brindar cursos terciarios y universitarios “vinculados a las áreas productivas”, a las regiones a las que corresponden, tales como la agrícola, forestal, turismo y medio ambiente, y otras. “Cada una de esas realidades productivas requiere distintos recursos humanos calificados y es ideal que en esos lugares se brinde ese tipo de carreras, pero eso no implica que además se brinde otro tipo de carreras vinculadas a aspectos tecnológicos generales, como informática”, explicó.
Por su parte, la colorada Fanny Aarón (Propuesta Batllista), ex presidenta del consejo de UTU, expresó que en la multipartidaria no se llegó a discutir sobre los posibles lugares de la sede, pero sí se acordó que fuera en el interior. En su opinión, la Utec debe ubicarse “en zonas más olvidadas o desprotegidas” con respecto a la oferta educativa. “Si pensamos, en el litoral está la Regional Norte [de la Udelar] y muchas propuestas educativas importantes, y lo mismo pasa en el sur”, explicó. Aarón cree que la sede tiene que estar en el centro del país, más específicamente “en Florida, Durazno o Tacuarembó”. Sobre las posibilidades edilicias dijo que la Utec “no puede estar en cualquier lugar” y manifestó que “tienen que ser edificaciones adaptadas a los intereses educativos”. La UTU “tiene una larga historia de recibir edificios que originalmente eran para cualquier otra cosa y, con dificultades, debieron ser adaptados”, agregó.
El nacionalista Enrique Martínez Larrechea (Unidad Nacional) dijo que, si bien cree que hay muchos criterios “atendibles” para definir el lugar, “es necesario atender a los sectores más despoblados” del país, donde “tradicionalmente no ha habido actividades de este tipo”. “Un lugar como Trinidad, en Flores, sería ideal, pero si no, alguno en el área centro del país”, porque “hay que generar grupos no tradicionales, no previstos en la dinámica social” del lugar, agregó. Para Martínez, habría que lograr “tener en cada departamento un buen centro universitario”.
Por su parte, el diputado del Frente Amplio (FA) José Carlos Mahía, reponsable del área de educación del Frente Liber Seregni (FLS), entiende que definir la ubicación de la sede central de la institución se trata de una “decisión política, en el más profundo sentido del término”. Para Mahía, debería estar en el centro del país, específicamente en Durazno o Tacuarembó, áreas donde “no hay servicios educativos terciarios cercanos”.
Sobre la designación de los integrantes del CDC, Mahía manifestó que el FLS “no ha sido consultado sobre nombres ni informado de que se hayan pedido candidatos a alguna institución”. Consideró que los integrantes del CDC deben “llegar con buenas ideas”, porque, más allá de los insumos técnicos con que cuenten, “las decisiones políticas, no partidarias, son fundamentales”. Para Mahía, deben ser personas con “un profundo espíritu fundacional, y en esa elección no podemos errarle”. “Espero que el Poder Ejecutivo consulte”, por lo menos al FA, “antes de tomar alguna decisión”, agregó.