-¿Qué le planteó Mujica cuando lo llamó para ofrecerle el cargo?
-Ésta es una vieja aspiración del presidente y se trata de la iniciativa más importante de este período de gobierno en relación con la educación. Me planteó simplemente si me animaba a encararlo e inmediatamente le respondí que sí, porque estoy comprometido con este gobierno. Más allá de lo formal y lo intelectual, soy un enamorado de este proyecto.
Perfil
Silveira es uno de los tres integrantes del Consejo Directivo Central provisorio de la Utec propuestos por el presidente José Mujica y que consiguieron la venia del Senado por unanimidad. Es doctor en Medicina y Ciencias, y tiene una importante trayectoria académica en Uruguay y en el exterior. Desde 2010 es presidente del Laboratorio Tecnológico del Uruguay (Latu) y desde 2011 preside también la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) en la que representa al Ministerio de Industria, Energía y Minería.
-¿Qué implica el amplio respaldo político conseguido?
-Es una señal muy buena. Más allá de las discrepancias que existieron en el proceso de discusión de la ley, finalmente todos entendemos que la educación es fundamental y eso es una señal de madurez de nuestro sistema político. La propia oposición dijo que no había que poner palos en la rueda. Cuando nos reunimos con los senadores nos comprometimos a generar un ida y vuelta, a construir un diálogo fluido con quienes tienen responsabilidades de gobierno y con todo el sistema político. Hay una parte de las decisiones que son políticas y otra parte es aterrizar las decisiones políticas en hechos concretos.
-El presidente es un actor fundamental de este proyecto y ha ido adelantando propuestas. ¿Van a reunirse con él?
-Sí. Ya está programado que nos vamos a reunir con el presidente y el Congreso de Intendentes el 17 de febrero en la estancia presidencial de Anchorena. Pero la primera reunión que vamos a tener será con el rector de la Universidad de la República (Udelar), Rodrigo Arocena. Está previsto reunirse con el Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública, luego más específicamente con el Consejo de Educación Técnico Profesional y después con actores que están en los territorios, como el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) y las intendencias. No somos tres iluminados que vamos a hacer cosas fantásticas, en la Utec vamos a tener que colaborar todos. Vamos a recorrer los 19 departamentos del país, porque las universidades de este tipo tienen que estar muy cerca de los territorios y las acciones van a ser todas en el interior.
-¿Cuándo van a determinar el lugar de la sede?
-Eso es lo menos importante. La sede será una administración y lo que importa es dónde van a estar ubicadas las carreras, en cuáles vamos a tener prioridades y urgencias, y definir dónde van a estar los ITR. En estos centros es donde va a haber educación, investigación, innovación y extensión, y probablemente estén ubicados en lugares en donde existan facilidades y capacidades ociosas que permitan una rápida conformación de las carreras. Sabemos que las intendencias tienen lugares que no están utilizando, están los campos experimentales, en donde se están armando carreras de la Udelar que se han descentralizado, tenemos las estaciones experimentales del INIA. Hay muchos lugares donde instalarse y donde ya existe equipamiento. Pensamos que para marzo de 2014 tienen que estar funcionando entre dos y cuatro carreras, como para ser realistas y demostrar que comenzamos. Si la Utec tuvo un rápido tratamiento en la elaboración política inicial, nosotros no podemos demorar, porque estaríamos haciendo las cosas muy mal. Además hay mucha gente expectante. Las carreras van a surgir de las prioridades que tengan los actores, los intendentes, la gente en los territorios y el sector industrial y productivo. Estas universidades van de la mano con el mundo del trabajo y Uruguay ha cambiado su matriz productiva, que ahora es muy tecnificada. Vamos a priorizar a los estudiantes y los primeros son claramente los 7.000 que tiene la UTU en este momento cursando tecnicaturas. Todo esto hay que hacerlo antes de junio, para llegar a la Rendición de Cuentas de 2014 y 2015, ya que es la última instancia presupuestal de este período. Después habrá que pensar cómo va a ser la Utec funcionando en su conjunto hasta por lo menos 2020.
-¿De dónde van a salir los docentes?
-Hay muchos docentes. En el interior con el Plan Ceibal se ha conseguido una total interconectividad y la educación a distancia es posible. Existen plataformas diseñadas para eso que son interactivas, no son sólo teleconferencias. Tenemos docentes con excelentes capacidades en países vecinos. Estas universidades también utilizan mucho cuerpos docentes que provienen del sector productivo, gente con mucha experiencia que con apoyo pedagógico pueden transmitir a los estudiantes los conocimientos del trabajo tecnológico, porque es lo que hacen todos los días.
-¿Qué ventaja podrán tener los tecnólogos de UTU en la Utec?
-Lo que pasa es que los tecnólogos, si quieren realizar estudios universitarios, tienen que empezar de cero, y de pronto es gente que tiene tres años de excelente formación. Si alguien quiere especializarse se le tiene que reconocer la actividad previa. Tenemos que ser una institución moderna y ágil, manteniendo la excelencia. Hay que lograr que egrese gente de nivel terciario universitario al mercado laboral a los 24 o 25 años. No podemos tener egresados recién a los 30 años. Tiene que ser una universidad diferente, que les dé a los muchachos la oportunidad de trabajar y estudiar a la vez, ser flexible en permitirles cruzar de una carrera a otra sin tener que retroceder casilleros y empezar de vuelta.
-¿Eso es una crítica a la Udelar?
-No es mirada crítica. Es una realidad. Todos somos hijos de la Udelar. Una currícula muy enciclopedista puede estar bien y hay gente a la que le interesa eso, pero lleva mucho tiempo y hay gente que necesita trabajar. Hay que hacer el esfuerzo por complementarse, es un camino que hay que recorrer y si lo hacemos juntos, Uruguay va a ganar mucho en la capacitación de su gente. La Udelar comenzó hace tiempo un proceso de descentralización muy importante y ahora con la Utec podemos complementar la oferta educativa. En el mundo conviven las universidades más académicas, profesionales, como la Udelar, con las universidades tecnológicas y los institutos politécnicos o de investigación. México tiene 32 estados y 66 universidades tecnológicas que conviven con la Universidad Nacional Autónoma y otras de carácter público. En Argentina, la Universidad Tecnológica Nacional tiene sedes en todo el país y convive con universidades públicas con perfiles complementarios. Por eso nuestra primera reunión será con [el rector Rodrigo] Arocena, porque es nuestro principal compañero de camino. La Udelar es la otra institución pública terciaria y tenemos que trabajar juntos. Hay que lograr que el estudio y el conocimiento tengan un valor social. En otros países existe una cultura de que el conocimiento vale. En Finlandia, por ejemplo, la educación es apreciada por la sociedad en su conjunto, es una construcción cultural, y hoy sabemos que los países que han apostado al conocimiento son los que más han crecido y mejorado las condiciones de vida de la gente. Ése es uno de los objetivos principales que tenemos.
-Hay gente que cuestiona que la educación se enfoque hacia el mercado, mediante la participación de los empresarios en la toma de decisiones, como quedó establecido en la Utec. ¿Qué piensa de esa crítica?
-Es respetable, pero tengo el convencimiento de que con la estructura actual, sin trabajadores y empresarios realmente comprometidos con el desarrollo del país, es imposible conformar una sociedad y poder brindar más educación.