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Max Sapolinsky, Pedro Bordaberry, Martha Montaner, Germán Cardoso y Ope Pasquet, ayer, en la casa del Partido Colorado.

Foto: Santiago Mazzarovich

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Los dirigentes de Vamos Uruguay siguen rotando en la Secretaría General colorada; a propuesta de Bordaberry, le toca a Sapolinsky.

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Con la tónica que instaló Pedro Bordaberry y tras la renuncia al cargo de Martha Montaner, el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Colorado (PC) eligió ayer al contador Max Sapolinsky como nuevo secretario general.

En la sede de la calle Martínez Trueba se dieron cita, además de los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PC, el ex ministro de Economía Alejandro Atchugarry, los diputados Fernando Amado y Juan Angel Vázquez y los convencionales jóvenes Agustín Paullier y Maxi Campo, entre otros.

Abrió la sesión Montaner. Evaluó que dejó un “partido unido que da legitimación” y destacó “el trabajo en equipo que se dio en el partido” ya que “nadie puede por sí mismo desempeñar una función”. Aseguró que su gestión intentó ser “inclusiva, participativa y descentralizadora” y que se logró consolidar un PC que genera “confianza, respeto y convocatoria”. Recordó que el inminente pacto electoral con el Partido Nacional para Montevideo surgió desde su gestión y destacó que en la última elección de jóvenes hubo más de 50.000 votos en todo el país. “Ningún partido tuvo en la historia esos votos jóvenes, y los jóvenes por lo general no se equivocan”, expresó la diputada por Tacuarembó.

Luego le tocó a Bordaberry Remarcó la “cuestión de género” y opinó que el PC “es el único que no necesita cuota política para que las mujeres tengan participación”. Elogió la gestión de Montaner al frente del CEN porque “le dio vida a la casa del partido, no sólo con actividad política sino con actividades culturales de primer nivel”. Finalmente propuso el nombre de Sapolinsky para ocupar la Secretaría General, recordando que se trata de “un compañero” que representa “equilibrio y confianza” para el partido, y recordó los años de Sapolinsky como colaborador de Atchugarry. “Debe ser difícil trabajar con el doctor Atchugarry”, bromeó Bordaberry, a lo que Sapolinsky contestó “también es difícil trabajar con el doctor Bordaberry”, generando la risa de los presentes y el comentario de Bordaberry, “por lo menos conmigo no te ibas a tu casa a la una de la mañana”.

Luego se abrió la votación y todos avalaron la propuesta de Bordaberry. Sapolinsky destacó que Montaner “supo derrotar al conservadurismo, siendo la primera mujer que presidió un partido político en el Uruguay, y a la biología, cuando enfrentó una complicada enfermedad”. El nuevo secretario general agradeció el nombramiento y la “mayor responsabilidad”, y luego realizó una semblanza de figuras del PC que “lo hicieron grande”, como José Garibaldi, Joaquín Suárez, José Enrique Rodó, Pedro Figari, Batlle y Ordóñez, Baltasar Brum, Julio César Grauert, Luis 
Batlle Berres, Julio María Sanguinetti y Jorge Batlle. “El PC busca igualar para arriba, reniega del pobrismo”, dijo, y respondió a comentarios del presidente José Mujica sobre “el Uruguay del no se puede” afirmando que “con el Uruguay sí se puede, y nosotros sabemos cómo hacerlo”.

Al igual que la secretaria saliente, Sapolinsky habló del “partido de los jóvenes” y planteó que es necesario un “trabajo conjunto y eficiente entre jóvenes y veteranos”. Citó un fragmento de El hombre mediocre, de José Ingenieros, y lo comparó con el primer batllismo, que “logró derrotar la mediocridad”. “El PC está obligado a construir hoy el espejo centenario de aquello que consiguió Batlle y Ordóñez, redoblando la apuesta”, manifestó Sapolinsky, quien se comprometió a trabajar para que después de la elección interna de 2014 el PC “esté unido en la diversidad y con la estructura partidaria al servicio de todos los sectores por igual”.

El regreso de Max

Luego, y ya en declaraciones a la prensa, Sapolinsky reafirmó que “el principal desafío” en este año electoral consiste en “dar las garantías del caso para que todos los sectores puedan verter sus mayores inquietudes y deseos en la búsqueda del mejor posicionamiento en las elecciones internas. Ser un factor de unidad, porque el PC, después de las elecciones, saldrá fortalecido a la procura de logros mayores”.

En cuanto al apoyo del PC a la jornada de adhesión para impulsar un referéndum sobre la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo y en cuanto a la legalización de la marihuana, Sapolinsky aseguró que se analizará “si hay algún convencional que haga el planteo, pero por el momento no recibimos ninguna propuesta” y agregó que “el partido procesará estos temas como lo que es, un partido de hombres libres, con diversidad de opiniones. Los temas que haya que tratar en los diferentes organismos los trataremos con la altura del caso, el equilibrio adecuado”.

Sobre la posibilidad de mandatar a su bancada por estos temas fue claro y expresó que “no creo que surja la voluntad de ejercer un mandato político”. Después, y en relación al acuerdo electoral con el Partido Nacional, aclaró que “los sectores lo están procesando en la interna. Batllistas de Ley ya se ha pronunciado a favor de esa propuesta, y Vamos Uruguay lo discutirá el sábado. Cuando haya una propuesta más acabada tendrá que pasar por la Convención Nacional, de acuerdo a la carta orgánica”.

Finalmente hizo referencia a las declaraciones de Bordaberry sobre la existencia de dos modelos de país, el frenteamplista y el de la oposición, que fueron efectuadas el domingo en Radio Rural y en las que dejó claro que desde ahora su blanco de críticas será el ex presidente Tabaré Vázquez.

La reflexión de Sapolinsky sobre el tema fue la siguiente: “Hay dos modelos en el sentido de cómo uno puede encarar la tarea. Sin ir más lejos, en el día de hoy el presidente de la República, en una de sus audiciones, planteó que éste puede ser el país del no se puede. Yo creo que nosotros estamos en una coordenada completamente distinta. Tenemos que dejar claramente expuestas cuáles son las intenciones de conducción de cada uno de los partidos”, y añadió: “Lamentablemente se está demostrando que hay dos modelos de país. Los que creemos que se puede mejorar y los que adoptaron criterios conformistas, asistencialistas”.

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