Por razones de “logística”, el presidente José Mujica suspendió su viaje a El Salvador, donde se iba a encontrar con el mandatario de ese país, Mauricio Funes. Al menos eso sostuvo el canciller Luis Almagro.
El ministro de Relaciones Exteriores le dijo a la agencia AFP que la visita no se canceló “por razones de salud, sino porque el viaje es complicado por su logística y [Mujica] no se va a exigir de nuevo como en el anterior”. Un comunicado de la cancillería se expresó en el mismo sentido: “La no extensión de la visita a otros países obedece en esta instancia a razones logísticas y de racionalización de la agenda”.
El gobierno salvadoreño fue informado mediante una llamada de Almagro al vicecanciller de ese país, Jaime Miranda. ¿Por qué todas estas aclaraciones? Porque en su audición radial del sábado, Funes hizo referencia a la situación y afirmó que la suspensión de la gira se debía a “razones de salud”. Se lamentó de que “el presidente de Uruguay esté enfrentando una situación de quebranto de su salud” y aseguró que Almagro había asegurado que Mujica “no podía viajar por prescripción médica”. Para el mandatario “hubiese sido una buena oportunidad para rubricar nuestras relaciones, para reafirmar el apoyo y la cooperación bilateral y discutir el tema de la política social”. Según la versión que manejó el presidente salvadoreño, Mujica viajará a Cuba para recibir un tratamiento médico.
Esto último fue desmentido por la cancillería uruguaya. En el comunicado emitido el sábado se señala que la visita a Cuba “se inscribe en el marco de las excelentes relaciones bilaterales entre ambos países, excluyéndose cualquier otra motivación de carácter médico o de salud”.
Consultada por el diario El País, la doctora Raquel Panone, médico tratante de Mujica, aseguró que el mandatario “está bien”. No obstante, comentó: “Tiene que viajar a un lugar y volver, no puede hacer giras de cuatro o cinco lugares”.
El presidente saldrá el miércoles con rumbo a Cuba y el domingo 28 volverá a Montevideo. En el país caribeño participará, el 26 de julio, en el acto por el aniversario de los 60 años del asalto al cuartel Moncada, considerado uno de los puntos iniciales de la revolución cubana. Tenía pensado trasladarse desde la isla a El Salvador el lunes 29 y martes 30, con una agenda focalizada en fortalecer la cooperación y la dinamización del comercio entre dos países, había asegurado el diario El Mundo de ese país. “Con Uruguay, aunque no hay un intercambio comercial fluido, sí hay estrechas relaciones políticas y algunos programas de cooperación”, habían sido las palabras de Funes en referencia al encuentro.
Mujica ya había tenido que suspender parte de su gira por Europa en mayo, por motivos de salud. En aquella oportunidad debió dejar de lado el último tramo del viaje, que incluía una visita a Nápoles y Roma. En la capital italiana se iba a entrevistar con las principales autoridades del gobierno de ese país el presidente, Giorgio Napolitano, y el primer ministro, Enrico Letta.