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José Mujica, ayer, durante su discurso en el debate general de la 68ª Asamblea General de Naciones Unidas, en Nueva York.

Foto: Justin Lane, Efe

De la chacra al mundo

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El presidente José Mujica habló ayer ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas.

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El discurso del presidente José Mujica ayer en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estuvo centrado en la defensa de la paz y en el reclamo de reglas y acuerdos mundiales. “Soy del sur”, comenzó, para luego enumerar las características geográficas y productivas de Uruguay. Afirmó que fue un país “de vanguardia en lo social” y que “la socialdemocracia se inventó en el Uruguay”. “Durante casi 50 años el mundo nos vio como una especie de Suiza. Quedamos casi 50 años recordando Maracaná, nuestra hazaña deportiva. Hoy hemos resurgido, tal vez aprendiendo de nuestro dolor”, manifestó.

Luego se refirió a su historia personal, “la de un muchacho que, como otros, quiso cambiar su época y su mundo tras un sueño, el de una sociedad libertaria y sin clases”, que cometió “errores” pero que “hay veces” que se pregunta “con nostalgia” quién tuviera “la fuerza de cuando éramos capaces de abrevar tanta utopía”.

“Cargo inequívocamente con los millones de compatriotas pobres en América Latina, con la patria común que se está haciendo. Cargo con las culturas originarias aplastadas, con los restos del colonialismo en Malvinas, con bloqueos inútiles a ese caimán bajo el sol del Caribe que se llama Cuba. Cargo con las consecuencias de la vigilancia electrónica, que no hacen otra cosa que sembrar desconfianza que nos envenena inútilmente”, continuó.

Llamó a luchar por la “tolerancia”, que es “el fundamento de poder convivir en paz”.

Otro elemento central de su discurso fue la crítica al consumismo, al que definió como “ese antivalor que sostiene que somos más felices si nos enriquecemos sea como sea”. “Hemos sacrificado los dioses inmateriales y ocupamos el templo con el dios mercado”, que “nos financia en cuotas y tarjetas la apariencia de felicidad”, señaló. “Parecería que hemos nacido sólo para consumir y consumir, y cuando no podemos, cargamos con la frustración, con la pobreza y hasta la autoexclusión”, agregó.

Aseguró que el consumismo “constituye una cuenta regresiva contra la naturaleza y contra la humanidad” y es “funcional a la acumulación”. “La política, la eterna madre del acontecer humano, quedó engrillada a la economía y al mercado. Delegó el poder y se entretiene aturdida luchando por el gobierno”, sostuvo.

Comentó que “hay márketing para todo: para los cementerios, el servicio fúnebre, para padres, abuelos y tíos, pasando por la secretaria, los autos y las vacaciones”. “Todo es negocio. Las campañas de márketing caen deliberadamente sobre los niños y sus psicologías e influyen sobre sus mayores”, lamentó.

Opinó que “es tiempo de empezar a batallar para preparar un mundo sin fronteras” y para el establecimiento de “reglas globales”. “Ni los estados nacionales grandes ni las transnacionales, y mucho menos el sistema financiero, deberían gobernar el mundo. Sí la alta política entrelazada con la sabiduría científica. Esa ciencia que no apetece el lucro pero que mira el porvenir y nos dice cosas”, afirmó. “Nuestra época es revolucionaria como nunca ha conocido la historia de la humanidad, pero no tiene conducción consciente”, continuó.

Lamentó que “se bloquee en los hechos a la ONU, que fue creada como un sueño de paz para la humanidad”, y opinó que ese organismo “languidece, se burocratiza por falta de poder, de autonomía y de reconocimiento”. “Es imposible inventar una fuerza peor que el nacionalismo chovinista de las grandes potencias”, remarcó. Culminó su discurso defendiendo la importancia de la vida. “La especie es nuestro nosotros”, concluyó.

  • El video de la intervención de Mujica puede verse en http://ladiaria.com.uy/UDL *

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