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Marcos Algorta y Leticia Cuñetti, ayer, en el Sindicato Médico del Uruguay.

Foto: Federico Gutiérrez

El cannabis medicinal generará 3.000 puestos de trabajo, según la novel cámara del rubro

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Ingresarían al país 100 millones de dólares en concepto de inversión extranjera directa.

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Ayer, en la sede del Sindicato Médico del Uruguay, se anunció oficialmente la creación de la Cámara de Empresas de Cannabis Medicinal (Cecam), que nuclea a 14 compañías del rubro, extranjeras y uruguayas. Marcos Algorta, portavoz de la flamante cámara, dijo que el sector representa una “oportunidad histórica” para Uruguay y puede significar “un impacto muy positivo”, por la creación de puestos de trabajo y por la generación de “productos con valor agregado”. “Además, esta cámara puede ayudar al objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas. Muchos de estos proyectos tienen respaldos de inversores extranjeros. Este es un negocio que, por sus características, todavía genera mucha desconfianza; entonces, ¿qué mejor país para desarrollar esta industria que Uruguay, un país con estabilidad política y económica, que da garantías como ningún otro?”, argumentó. Además, sostuvo que la industria del cannabis medicinal tiene capacidad para generar más de 3.000 puestos de trabajo en los próximos dos años, sumando los permanentes y los zafrales. Subrayó que Uruguay está en la “vanguardia absoluta” en cuanto al cannabis, y que el sector privado “tuvo que recorrer una curva de conocimiento”, por eso los integrantes de Cecam piensan que las empresas y el sector político “se encuentran en un momento de absoluta sinergia”.

En rueda de prensa, Algorta afirmó que en el próximo año las empresas de cannabis medicinal invertirán más de un millón y medio de dólares “en ciencia e investigación”, y que esto “es una oportunidad enorme” que Uruguay tiene que aprovechar para “diversificar su matriz económica”. Además, sostuvo que ingresarán al país 100 millones de dólares en concepto de inversión extranjera directa. Por último, destacó que “hay un cambio de mentalidad” en relación con el cannabis, ya que “la gente ha ido entendiendo que hay mucho más que su uso recreativo, y que hay un uso medicinal que ayuda muchísimo a la calidad de vida de las personas”.

Por su parte, la médica Leticia Cuñetti, especialista en farmacología, señaló en la conferencia que la iniciativa de crear la Cecam es importante porque en Uruguay aún “no existe realmente un adecuado acceso al grupo de medicamentos” de cannabis. “La persona que busca tratamiento con medicamentos con cannabinoides tiene el obstáculo del costo, y la otra opción es importarlos. Esto plantea un problema que la persona resuelve accediendo a productos de calidad no controlada, que son peligrosos porque no tienen los controles mínimos de seguridad, y por eso no los podemos prescribir”, señaló. Además, Cuñetti sostuvo que hay usuarios que buscan la prescripción de medicamentos con cannabis por parte de personas “no idóneas”, y que eso “es un problema de salud pública mayor, que las autoridades tienen que asumir” y al que deben “responder”. La especialista destacó que hay “evidencia suficiente” sobre la eficacia de la medicina cannábica, y por eso se está reglamentando cada vez más en el el mundo. No obstante, dijo que persiste en parte de la sociedad la idea de que los medicamentos “derivan de una droga” y que todavía “hay mucho prejuicio”, por lo cual es necesario “hacer un trabajo de educación”.

Cuñetti afirmó en diálogo con periodistas que “hay una moda” a nivel mundial de considerar que los medicamentos producidos a partir del cannabis “son como la panacea y resuelven todos los problemas”, pero que eso “no es así”, ya que tienen indicaciones precisas y acotadas, fundamentalmente para el tratamiento del dolor crónico, la caquexia causada por el VIH/sida, las nauseas y vómitos producto de quimioterapia, la epilepsia refractaria y algunas complicaciones de enfermedades neurológicas. Acotó que también es conocido el “perfil de inseguridad” de ese tipo de fármacos, que los médicos idóneos en la materia consideran en el momento de prescribirlos.

Juan Andrés Roballo, prosecretario de Presidencia de la República y presidente de la Junta Nacional de Drogas, presenció la conferencia, y luego, en rueda de prensa, destacó que todos los emprendimientos de cannabis medicinal se hacen en el marco de la normativa vigente (básicamente, la Ley 19.172, de Regulación y Control del Cannabis), y que el Poder Ejecutivo tiene interés “en el desarrollo efectivo total de la norma”. Por lo tanto, evaluó que es importante que el sector privado pueda desarrollarse y se organice. “A partir de que los actores se organizan, se genera una interlocución más eficiente entre el gobierno, que tiene que decidir cosas, y las empresas, con el fin de facilitar, empujar y de avanzar en esta materia”, agregó el jerarca.

Roballo se refirió asimismo a la relación del gobierno uruguayo con el de Canadá –segundo país, después del nuestro, que legalizó el cannabis para uso recreativo–. Dijo que existe “un intercambio importante”, ya que Uruguay le brindó “asistencia técnica” al gobierno canadiense “sobre la experiencia en la discusión, sanción e implementación de nuestra norma”.

El prosecretario subrayó que si bien las normas de ambos países relacionadas con la regulación del cannabis tienen diferencias, poseen “un objetivo común”, que definió como “la salud de nuestra población, garantizar los derechos, la libre decisión y el combate al narcotráfico y el lavado de activos”.

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