El juez de Cerro Largo, Paulo Aguirre, dictó sentencia ayer en contra de Rodolfo Arancet, un hombre de 46 años que mató de cinco disparos a su esposa, Julia Olivera, el 9 de febrero de este año. Olivera tenía 29 años y vivía en Fraile Muerto. El juez coincidió con el pedido del fiscal y condenó a Arancet a 25 años de penitenciaría, por un delito de homicidio muy especialmente agravado por femicidio.
Olivera era docente de inglés en la UTU de Fraile Muerto y trabajaba también en Secundaria. Ella y Arancet tenían un hijo, actualmente de 13 años, que vive con sus abuelos maternos. Durante el proceso judicial, Arancet confesó el homicidio.
Según informó ayer Radio Uruguay, es la primera vez que se aplica en el departamento de Cerro Largo la figura de femicidio, incorporada por una ley aprobada en octubre de 2017. El juez consideró que el proceso tuvo particularidades que lo destacan por “la magnitud de la pena” y porque “son muy pocos los casos [de este tipo] que llegan a juicio”, ya que “en el nuevo modelo de trabajo [con el Código del Proceso Penal que se aplica desde noviembre del año pasado], la mayoría de los casos se resuelven por otras vías alternativas, como un proceso abreviado o suspensión condicional del proceso”.