Ayer, a las 11.30, un hombre de 19 años fue herido de bala por la custodia militar de la cárcel de Canelones. A Cristopher Álvarez le produjeron dos heridas: una en la pierna derecha y otra en el brazo izquierdo. Ayer estaba en la emergencia del Hospital de Clínicas, a la espera de que un especialista lo atendiera. Marcos Álvarez, su hermano, dijo a la diaria que no hubo motivo para que los guardias dispararan y aseguró que no le dieron la señal de alto. La versión de Álvarez no coincide con la del Ministerio de Defensa Nacional, Wilfredo Paiva, vocero del Ejército, que afirmó a la diaria que el hombre ingresó a la zona militar de la cárcel, fue advertido pero, como no se retiró, la custodia disparó.
Según Álvarez, el lunes de mañana llevó a su pareja a la cárcel de Canelones para que ella visitara a su hermano. Los acompañaba el hijo de la pareja, de un año y medio, y el hermano de él, Cristopher. Cuando Marcos y Cristopher se retiraban, el auto, un Fiat Uno, empezó a fallar. Marcos pensó que estaba recalentando, dio una vuelta en U y le pidió a Cristopher que se bajara a revisar el motor. Según el relato de Marcos, Cristopher bajó y de inmediato escuchó los disparos. “Yo veo que se tira para el auto a los gritos, en eso miro, porque la puerta había quedado abierta, y veo que los militares, del otro lado de la perimetral, están disparando con las metralletas. Eran tres o cuatro”, contó. Marcos asegura haber visto como una bala impactó en el brazo de su hermano. “A todo eso le digo: quedate agachado, acelero el auto y me voy rumbo a Sauce, porque había quedado mirando para ese lado. Como siguen tirando, lo que hago es acelerar e irme”, dijo. Después de dejar a Cristopher en el Hospital de Canelones, Marcos le contó los hechos a un policía y radicó la denuncia en una seccional de Las Piedras.
La otra versión
Paiva contó a la diaria una versión muy diferente: “El vehículo en el que iban dos personas se detuvo y un individuo ingresó a la zona militar. Se realizó el procedimiento de detención [se refiere a las advertencias] pero como no pararon, se realizaron disparos. El individuo volvió al auto y se retiró del lugar”. Según esta versión, Cristopher no sólo ingresó en el área, sino que también tiró un paquete para adentro de la cárcel.
Consultado sobre el procedimiento que los militares deben seguir, Paiva dijo que, antes de disparar a las personas, se les da la voz de alto, se hace un disparo de intimidación al piso y si no se detienen, se les dispara.
Por su parte, Marcos negó haber escuchado la voz de alerta y dijo que ellos no estaban tirando paquetes. “Nosotros no tiramos nada, si tienen paquetes para demostrar lo contrario los tendrían que tener ahí. Si fuera como ellos dicen, ¿por qué siguieron tirando siendo que el auto estaba parado en la calle? No entiendo por qué dispararon”, afirmó.
Paiva sostuvo que no es posible que Cristopher haya ingresado a la zona militar sin querer porque es un área que está delimitada por un tejido de alambre, por lo que el hombre debió saber lo que hacía. Además, informó que el procedimiento de detención sólo se puede hacer cuando una persona ingresa a la zona militar y sostuvo que no hay manera de que alguien se pueda confundir, especialmente de día.